Adormideras, el barrio de A Coruña donde no se puede comprar sal ni papel higiénico: «Somos 15.002, pero cualquier pueblo de Galicia tiene más servicios que nosotros»
A CORUÑA CIUDAD
La asociación vecinal, que sufrió un parón con la pandemia, se reactiva y pide al Ayuntamiento de A Coruña que les facilite un local social para reunirse y buscar soluciones a su aislamiento, «estamos un poco abandonados»
09 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La situación es inmejorable, rodeados de mar, verde y espacios abiertos. Sin embargo, el sonido de las olas no es suficiente para asegurar una vida confortable a los vecinos si este no viene acompañado de servicios. «En cualquier casa se necesita sal y papel higiénico, y no tenemos opción de comprarlos», resume la situación Lola Seoane.
Esta residente de Adormideras es una de las integrantes del colectivo que quiere despertar de su letargo a este distrito situado en un saliente al norte de la península coruñesa. Cuando se creó en los 80, con el objetivo de evitar la fuga de las familias a los municipios del área metropolitana de A Coruña, los que aquí se afincaron estaban en la treintena. «Yo llegué en el 1985. Mi edificio fue el tercero que se construyó. Éramos muy jóvenes y esto era como una ciudad dormitorio dentro de A Coruña. Ahora la mayoría estamos en los 60, 70 y 80 años. Nuestras necesidades cambiaron», explica Lola.
Hace cuatro años pusieron la primera piedra de una iniciativa, Asociación Veciñal de Adormideras, que ahora están retomando. Entonces eran sobre unas 200 personas y, para poder reunirse, necesitan lo más básico, un local. «El Ayuntamiento nos prometió uno en la segunda planta de mercado. También dicen que puede abrir ahí un pequeño supermercado, pero la verdad es que, aunque la instalación es nueva [en el 2020 se tiró la vieja plaza para construir una nueva que se abrió en el 2022], el ascensor nunca ha llegado a funcionar, y aquí hay mucha gente mayor», exclama Lola.
Pendientes de este espacio, ya se han puesto en marcha coordinándose entre ellos. «Somos 15.002, pero cualquier pueblo de Galicia tiene más servicios que nosotros», remarca la portavoz de la asociación.
El mercado es el único punto de encuentro cubierto que existe. Una instalación nueva con media docena de puestos (carnicería, panadería, frutería, pescadería y un local de comida para llevar) que solo abren en días laborables y en horario de mañana. «Desde hace dos años nos quedamos sin farmacia y, por no tener, no tenemos ni bar. Solo la cantina del mercado», cuenta Lola.
En Adormideras no hay locales comerciales «ni la posibilidad de tenerlos», destacan los vecinos, por el patrón constructivo que se siguió en los edificios. Comprenden que la orografía es complicada, pero también piden que se repiense su urbanismo y la movilidad. Aquí llegan el 3, el 3A y el 5, «pero ningún autobús que conecte con los hospitales», apuntan.
Tener la playa al lado es una ventaja, «excepto en verano, con solo una vía de acceso esto se colapsa y por aquí no pasa ni la grúa», apostillan. Están a dos kilómetros de María Pita pero desprovistos de guardería, centro cívico o un local social. «Nuestro barrio es bonito por donde está, pero nos encontramos un poco abandonados del contacto con el resto de la ciudad», sentencia Lola. También, de más comunicación con el Ayuntamiento. «Cada poco salen noticias de que se va a obrar en Agra de San Amaro o aquí, detrás del estanque. Tenemos inquietud por saber si se va a construir en nuestro barrio», concluyen los vecinos.
«En cualquier casa se necesita sal o papel higiénico, y no tenemos opción de comprarlos»
En detalle
1980: Se creó en los 80 para evitar la fuga a los municipios limítrofes de A Coruña
2.800: Esta es la cifra aproximada de censados en este saliente en el norte de la península coruñesa