Quizá sea el momento de valorar el multiusos justamente y ponerlo en el lugar preeminente que, en justicia, nunca debió perder
29 nov 2024 . Actualizado a las 10:20 h.Hay una tendencia política que consiste en ensalzar las obras que hace un gobierno local y abandonarlas a la inercia cuando estas se heredan por gestores de otro signo político. El Coliseum de A Coruña tuvo algo de eso. Fue una de las obras estrella de Francisco Vázquez y sirvió como estandarte de esa ciudad que quería acoger grandes eventos en los noventa. Unas cosas funcionaron bien y otras no tanto, pero se generó una cultura de espectáculos totalmente diferencial. Cambiaron los inquilinos de María Pita, llegó la crisis que hizo trizas la industria musical y el Coliseum se resintió. Un dato: en el 2012, Extremoduro lo llenaba, algo que no ocurría desde el 2007. Poco a poco, dio la sensación de que aquel icono de modernidad fue perdiendo el cariño institucional. Otro dato: las habituales ruedas de prensa en el Ayuntamiento de balance del recinto desaparecieron a mediados de la década pasada hasta hoy.
Ese hoy del Coliseum, sin embargo, es el de una rutilante infraestructura capaz de albergar un concierto de Manolo García un sábado y al día siguiente acoger un Leyma Coruña-La Laguna Tenerife de baloncesto en una impresionante muestra de eficacia y poderío. También, el que va a despedir el año con Rod Stewart, y para el 2025 tiene cerrada una impresionante retahíla de nombres (Lenny Kravitz, Lionel Richie, Alanis Morissette, Chayanne, Bad Religion, Rigoberta Bandini, El Circo del Sol...) que solo se podrán ver aquí en Galicia. Quizá sea el momento de valorar el Coliseum justamente y ponerlo en el lugar preeminente que, en justicia, nunca debió perder. Más allá de las necesarias (y costosas) obras que pide, hay detalles que ya se pueden ir avanzando. Por ejemplo, que tenga una página web y redes sociales, una ausencia incomprensible en el 2024 para un recinto como este.