«Lo maté con un raño», confiesa la mujer acusada de asesinar a su marido en Paderne
A CORUÑA CIUDAD
La Fiscalía ha renunciado a la declaración de algunos peritos tras reconocer la investigada los hechos
26 nov 2024 . Actualizado a las 22:22 h.En un momento impreciso, entre el 20 de diciembre del 2022 y el 20 de enero del 2023, Pilar Golpe «se propuso acabar con la vida de su marido». Así comenzó el relato del escrito de acusación por el crimen de Manuel Lousas, el hombre de 63 años que murió mientras descansaba en cama en su casa de Paderne por los cuatro golpes que presuntamente le propinó en la cabeza su mujer, con un objeto «tipo martillo».
El juicio por el crimen que comenzó este martes en la Audiencia Provincial de A Coruña ha dado un giro tras la decisión de la acusada de prestar declaración. A la pregunta de la fiscala sobre si admitía haber matado a su marido, Pilar dijo «sí». «Con un raño», añadió cuando le inquirió sobre el objeto empleado. Pilar Golpe reconoció también que su marido estaba descansando en ese momento en la cama y confesó que la víctima «me hacía muchísimas putadas» cuando la representante del ministerio fiscal le preguntó si la molestaba y si estaba cansada de él. «Bastante», dijo Pilar.
Tras esta confesión, la fiscala solicitó un receso para replantear la acusación y renunció a escuchar la declaración de algunos peritos, como los del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, que elaboraron el examen entomológico de las larvas encontradas en el cadáver, clave para concretar la fecha de la muerte de Manuel.
Sí comparecieron los agentes que entraron en la casa el 20 de enero del 2023, tras la llamada de unos vecinos, alertados por no ver a nadie por la casa, y descubrieron el cadáver cubierto por una manta en la cama y con la cabeza envuelta una bolsa de plástico (en ese momento, la acusada, Pilar Golpe, estaba ingresada en medicina interna del Chuac, tras llamar ella a una ambulancia el día 7 de enero por una indisposición estomacal). También declaró por videoconferencia el antropólogo forense Fernando Serrulla, de la Unidad de Antropología Forense del Imelga, que apuntó que Manuel recibió al menos «cuatro golpes» que le provocaron un «gran traumatismo craneoencefálico en la zona izquierda del cerebro», «con un objeto contundente tipo martillo, de 24 milímetros de ancho» y que tras la conmoción del primer golpe, la muerte puedo producirse en unos segundos.
Cerraron el turno de los peritos los médico forenses del Imelga, María Berta Rodríguez y Máximo Rodríguez. Este último reconoció que fue una «autopsia compleja» por el «avanzado estado de descomposición del cuerpo», llevaba un mes en la cama, y que «la única lesión» que encontraron fue la de la cabeza, descartando lesiones en otras partes del cuerpo a modo de defensa. También estableció que la muerte se produjo entre el 20 de diciembre y el 1 de enero del 2023 tras cotejar su autopsia con el estudio de las larvas. La muerte fue por parada cardiorrespiratoria a raíz de los traumatismos recibidos y en detectaron en el cuerpo restos de paracetamol, antitérmicos y clorazapina, indicado para tratar síntomas de esquizofrenia.
Por su parte, la médica forense María Berta Rodríguez tuvo que evaluar la imputabilidad de la acusada. Basándose en su examen y en todo su historial en el Sergas, expuso que Pilar estaba diagnosticada de un trastorno de bipolaridad y de personalidad mixto no especificado. En todo caso, y tras las preguntas del abogado, remarcó que se trata de un «trastorno de la afectividad, no de naturaleza psicótica», «no está referida ninguna descompensación del trastorno bipolar ni trastornos delirantes de naturaleza psicótica», explicó. «Teniendo en cuenta su trastorno, el empobrecimiento cognitivo y el aislamiento social, estimamos que las funciones psíquicas superiores, inteligencia y voluntad, estarían levemente afectadas». Como conclusión, sostuvo que la acusada «sí tenía conocimiento de lo que estaba haciendo, pero no valoró en toda su extensión las consecuencias». No tomar bien la medicación pudo provocar en ella una «irritabilidad» que la llevó a cometer los hechos enjuiciados.
La médica forense, con acceso al historial de Pilar, contó que tanto ella como su marido, ambas personas «vulnerables», estaban siendo atendidos por dependencia en su domicilio pero que esta atención cesó en diciembre del 2022 por «actitudes de Pilar que no eran convenientes», según el informe de los trabajadores sociales.
Como el único hijo de Pilar y Manuel está fallecido y no tienen otros parientes, en este caso no hay acusación particular. Solo, la de la Fiscalía, que pide 20 años de prisión, que tal vez se pueden rebajar tras la confesión. «Decidí formular la acusación no por una corazonada, sino porque tenía el convencimiento de que Manuel había muerto por la actuación de Pilar», expuso la fiscala. «La víctima no tuvo ninguna capacidad de defenderse, le llovieron cuatro martillazos cuando estaba en cama, acostado del lado derecho, en posición de descanso. Reconozco las patologías mentales de la acusada, pero solo le afectaban de forma leve a su capacidad de controlar sus impulsos. No anulaban su capacidad de juicio», alegó la titular del ministerio fiscal. Acusa a Pilar de asesinato con alevosía y con el agravante de parentesco.
Por su parte, el abogado de la acusada, esgrimió los motivos por los que pide la libre absolución para su defendida. «No estaba totalmente en sus cabales y hay información médica que así lo indica», expuso Mario Sánchez Trigo, que pide el eximente por trastorno mental y argumenta una responsabilidad «imprecisa». «Sin voluntad, no hay asesinato», alegó el letrado. «Las circunstancias concretas de la vida de una persona la pueden condicionar seriamente y no ser responsable de sus actos», argumentó en un relato en el que hizo referencia a la teoría, «»ganadora de un Nobel», del perro de Pavlov sobre el condicionamiento clásico.
El abogado citó más condicionantes, «bebía dos botellas de licor café al día», «cree en el mal de ojo, como lo hacía su marido» y «no es lo mismo vivir en una ciudad, en un octavo piso, que un lugar aislado. ¿Tardarían tanto en descubrir el cadáver o que no se medicaba bien?», lanzó la pregunta al jurado popular el letrado, que empezó su argumentario aseverando que Pilar «no mintió» cuando le preguntaron en el hospital si vivía sola. «Ella dijo que sí, vivía sola, su marido estaba muerto». Pilar fue detenida el 1 de marzo del 2023 en el Chuac, cuando le dieron el alta, tras ingresar el día 7 de enero.
La celebración del juicio oral se reanuda esta tarde, para el trámite de las conclusiones y la última palabra de la acusada. La entrega del objeto el veredicto al jurado popular será, probablemente, mañana miércoles a las 10.30 horas.