Las plazas de párking de A Coruña en las que no cabe ni un 600

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Los subterráneos céntricos, especialmente los de las plazas de María Pita, Vigo y Galicia, se han quedado obsoletos para las dimensiones de los coches actuales y entrar y salir de los vehículos se convierte en muchas ocasiones en tareas propias de contorsionistas

13 nov 2024 . Actualizado a las 09:44 h.

La semana pasada corrió como la pólvora por las redes sociales el caso de una coruñesa que no pudo retirar su coche del aparcamiento subterráneo de la plaza de Pontevedra. La mujer no pudo abrir las puertas para entrar e irse porque no quedaba hueco entre vehículos. Pero ese no es un caso aislado. Es el pan de cada día en los aparcamientos más veteranos de A Coruña, que siguen sin cumplir la normativa vigente, con plazas minúsculas y dimensionados para coches que, con espejos, no alcanzan los dos metros de ancho. De hecho, algunas plazas miden tan solo 1,91 metros de ancho (usando un medidor láser), como hay varios casos en el párking de la plaza de Galicia. También hay muchas quejas de los usuarios por el subterráneo de la plaza de Pontevedra, especialmente por las plazas que hay bajo la calle Juana de Vega. Y otro que se lleva la palma es el de la plaza de María Pita, donde tampoco hay accesos desde la calle para conductores con movilidad reducida. Javier N. vive en la zona de la plaza de España y utiliza el coche para desplazarse por toda la ciudad. Conoce bien los aparcamientos. Y para casi todos los de la zona centro tiene alguna puntillita que aportar: «El de la plaza de Lugo tiene una entrada estrecha. En María Pita mi coche ya ni lo intento meter. Un cliente que entró en el de la plaza de Galicia rascó su BMW en la bajada de acceso... Y en el de la Maestranza, que es relativamente nuevo, ya ni siquiera hay personal en la garita, y eso que compramos la plaza con ese servicio incluido», resume. 

Una cuestión de rentabilidad

Algunos usuarios indican que buena parte de estos subterráneos no tienen visibles los servicios de los que disponen. «Es decir: tú entras en un párking y no sabes si tiene ascensor, si hay plaza para personas con movilidad reducida, si hay cajeros, si admiten Vía T... A veces se convierte en una aventura». Otra explica que por lo general están mal iluminados: «Y no se trata de ahorro energético, porque simplemente con pintar techos o paredes de blanco ya hay otra luminosidad». Las personas consultadas entienden que hace años las normativas eran diferentes y que las concesionarias se resistan a adaptarse a las nuevas exigencias porque la rentabilidad sería menor: «Pero hay que adaptarse a los nuevos tiempos, a las nuevas medidas de los coches. Donde ahora hay tres plazas habría que hacer dos para cumplir con la ley». De hecho, el cobrador de un aparcamiento que prefiere mantenerse en el anonimato confirma que los usuarios tienen dificultades para encontrar una plaza que se ajuste a las dimensiones de su coche: «A veces recibimos quejas porque un vehículo ocupa más de una plaza. En teoría eso no se puede hacer, pero entendemos que no es fácil encajar los coches actuales en unas dimensiones tan estrechas». De hecho, según la legislación, los coches no pueden sobresalir ni un solo centímetro. Es decir, no se pueden invadir otras plazas, zonas comunes de paso, de peatones o de vehículos, así como tampoco pisar la línea divisoria entre las diferentes plazas de aparcamiento.

En España, la normativa sobre el tamaño de las plazas de garaje puede variar dependiendo de la comunidad autónoma. Sin embargo, en general, se considera que una plaza de garaje debe tener un tamaño mínimo de 2,5 metros de ancho por 4,5 metros de largo. En la comunidad autónoma gallega, las conocidas como Normas do Hábitat de Galicia establecen desde el 2010 como medidas mínimas recomendables para cada plaza de aparcamiento un largo de 4,70 metros y un ancho de 2,40. Los estrechamientos se permiten solo por condicionamientos constructivos, pero para reducir no más de 10 centímetros de ancho. Y si un tabique condiciona la movilidad lateral de la plaza, esta debe crecer en 20 centímetros hacia el lado contrario.

En la página web del Ayuntamiento de A Coruña hay registrados 41 aparcamientos con plazas en rotación. Es decir, abiertas al público en general. De todos ellos, los más antiguos son siempre los que dan más problemas tanto por entradas estrechas y muy empinadas, gálibos escasos y plazas concebidas en su día para utilitarios minúsculos y condicionados por las columnas de la construcción donde se ubican. De todas formas, desde el gobierno local recuerdan que, aunque obsoletos, «todos cumplían con los requisitos de licencia cuando abrieron» y que las mejoras dependen siempre de las concesionarias.

Los últimos, los más cómodos

Los más cómodos, luminosos y accesibles son los del Parrote y del oncológico, ya que son los últimos que se abrieron en la ciudad. «Incluso entran furgonetas sin problema», confirma un usuario. La pega, eso sí, son los precios. «Si tienes que estar toda la mañana en el hospital, no te llega el sueldo para pagar la minuta», explica Juan Carlos, que puntualiza: «Al menos en los nuevos tienes luces que te indican donde hay sitios libres, la ventilación es muy buena y no estás comiéndote los gases de los tubos de escape, y además los accesos son muy buenos». 

Desde el gobierno local de A Coruña confirman que habrá más aparcamientos subterráneos públicos en la ciudad. De hecho, en Visma, donde ya se está urbanizando, hay uno previsto. También contempla otro el acuerdo urbanístico en la zona donde se ubicaba el antiguo convento de las Adoratrices. Y otro que ya está en marcha es el de la futura estación intermodal, que no solo dará servicio a los viajeros, sino también a los vecinos del entorno. Este proyecto contemplaba inicialmente algo más de 300 plazas y, a petición del Ayuntamiento, se amplió a 575. 

Víctor Couceiro, vecino de Carral: «Tengo un coche con tres puertas y a veces no salgo bien»

Elena Silveira

«Mi coche es un utilitario pequeño de tres puertas y, como son más grandes, no salgo bien en algunas plazas». Víctor Couceiro, que vive en Carral, asegura que en algunos tiene dificultades para salir del coche. «Es que las plazas son muy pequeñas».

María José Vilariño, conductora de A Coruña: «Una vez tuve que entrar en mi coche por el maletero»

Elena Silveira

María José Vilariño tiene una plaza en el párking de la plaza de Galicia. «Ya estoy acostumbrada, pero el que entre por primera vez lo tiene difícil». Recuerda que en el de la plaza de Vigo una vez entró «por el maletero porque no podía abrir otras puertas».

Antonio Fuentes, vecino de Pastoriza: «Quité el freno de mano para empujar y meter el coche»

Elena Silveira

Hay aparcamientos donde no puede entrar su furgoneta y, en alguna ocasión, Antonio Fuentes, vecino de Pastoriza, tuvo que «quitar el freno de mano para empujar el vehículo y ajustarlo a una minúscula plaza».