
La ecuación Dumbar establece que tenemos un tope de relaciones sociales estables. Y ese número ronda las 150 personas
31 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En su último libro, La conciencia contada por un sapiens a un neandertal, Juan Luis Arsuaga y Juan José Millás se hacen eco de la ecuación Dumbar, según la cual, tenemos un tope de relaciones sociales estables. Y ese número ronda las 150 personas. Para el paleontólogo Arsuaga no es una cifra absurda, sino que, en su opinión, aunque te puedas acordar de mucha más gente, por ejemplo, de compañeros del colegio al que fuiste de pequeño, él afirma que es complicado mantener información actualizada de más de 150 personas. Así que por ahí andaría más o menos la horquilla que cada uno de nosotros podemos establecer con los demás.
Esta cifra, en realidad, no sé si es compatible con la habilidad de un coruñés de pro, que, en general, tiende a socializar por encima de la media. Resulta difícil calcular la cantidad de gente que puede conocer un coruñés de toda la vida con una base de datos que se va rellenando conforme cambian los detalles de los demás. Pero, a priori, una apostaría que 150 son pocos. Porque a nada que se levante la cabeza y se camine por el paseo marítimo o el Cantón te vas cruzando con muchos otros coruñeses que forman, en realidad, parte de tu vida. He hecho la apuesta y creo que Arsuaga debería detenerse en observar con más detalle nuestro comportamiento para desmentir esa ecuación Dumbar y elevar la cifra unos cientos de personas más. Me atrevería a decir miles, porque si cada uno de nosotros piensa ya solo en los que conoce del trabajo, la familia directa, la política, vecinos, los amigos, y los amigos de los amigos ya tenemos para llenar dos salones del Mesón de Pastoriza. A mí, en verdad, lo que mi inquieta es la cifra inversa de la ecuación: toda esa gente de Coruña que aún no tengo el placer de conocer (y desearía) y que me cruzo a diario.