Daniel y Natalia, naturales de Chisináu, a 200 kilómetros de la ciudad ucraniana de Odesa,acaban de abrir las puertas de Bistro 122, un local más amplio que el que regentaban justo enfrente
15 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En las últimas horas pasaron del 125 al 122. El café Bistró cruzó la calle Juan Flórez. Y con ellos sus muchos clientes. «Hicimos el cambio en dos días, pero todavía nos falta acostumbrarnos. No fuimos muy lejos, pero el cambio es importante. Aquí la cocina es más amplia y el comedor también. Por eso decidimos mudarnos», explica Natalia Rusu. Hace un par de años abrieron el café Bistro en el bajo de la antigua cafetería Traba. Tanto ella como su marido, Daniel, y su hijo, Adrián, enseguida se ganaron el cariño de la gente. Por su simpatía y por sus generosas tapas. Son de Chisináu, la capital de Moldavia, una localidad situada a 200 kilómetros de la ucraniana Odesa. Natalia ya conocía el sector hostelero porque tuvo un negocio en su país, pero ahora tuvo que adaptarse a la cocina gallega. «A hacer la tortilla de patatas me enseñó mi hermana, que llegó a España antes que yo», confiesa cuando le preguntas. Ahora ocupan el número 122 y el bar lo bautizaron como Bistró 122. Antes estaban en dirección entrada de la ciudad y ahora en la salida, pero no se piensan marchar de A Coruña. Los moldavos de Juan Flórez cruzaron la calle, pero para ofrecer un mejor servicio a los clientes, a los que se fueron ganando poco a poco.