El momento de la justicia para Samuel Luiz

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El punto en el mataron a Samuel luce un cartel conmemorativo en A Coruña
El punto en el mataron a Samuel luce un cartel conmemorativo en A Coruña EDUARDO PEREZ

Los cinco acusados, peleados entre ellos, se enfrentan a penas que van de 22 a 27 años en el juicio que comienza este martes con la elección del jurado

13 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cinco jóvenes ocuparán a partir del próximo jueves y durante un mes el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de A Coruña. Un jurado popular deberá decidir si son o no culpables de un delito de asesinato, como pide el fiscal, o de homicidio imprudente, como sostienen algunas de las defensas. Se les acusa de propinar una paliza mortal al joven Samuel Luiz en la zona de la playa de Riazor el 3 de julio del 2021.

¿Quién era Samuel Luiz?

Samuel Luiz Muñiz nació en Brasil en 1997 y con solo un año emigró junto a sus padres a Galicia. A los 18 inició sus estudios en el CIFP Ánxel Casal de A Coruña, donde cursó el grado de técnico de auxiliar de enfermería. A los 20 comenzó a trabajar en la residencia Padre Rubinos, labor que compaginaba con estudios de protésico dental. Residía en el barrio de Meicende y era miembro de la Congregación Cristiana, un grupo evangélico del que era uno de los guías espirituales.

Mural con la imagen de Samuel Luiz, en Ourense
Mural con la imagen de Samuel Luiz, en Ourense

¿Quiénes son los acusados y a qué penas se enfrentan?

Diego Montaña Marzoa fue el que supuestamente empezó la agresión a Samuel. Piden para él 25 años. A Alejandro Freire, que se enfrenta a 22 años, lo acusan de golpearlo y hacerle un mataleón. Alejandro Míguez Roca, para quien el fiscal solicita 22 años por propinar puñetazos y patadas, presuntamente impidió además que la víctima huyera. Kaio Amaral Silva es al que más castigo se enfrenta: 27 años. La acusación lo acusa de participar en la pelea y de robarle el móvil a Samuel. Catherine (o Katy) Silva Barros era novia de Diego Montaña. Ella impidió que nadie ayudase a la víctima. Le piden 25 años de cárcel.

¿Cómo fue la agresión?

A las 2.46 horas, la víctima y su acompañante abandonaron un local de copas de A Coruña y caminaron hacia un banco frente a la playa, momento en el que Samuel comienza a realizar una videollamada a una amiga en común de ambos. A los pocos minutos, Diego Montaña, Katy Silva, Alejandro Freire y Alejandro Míguez Roca abandonaron el local de manera escalonada. Ya eran las 2.57 horas cuando los dos primeros se cruzaron con Samuel. Diego pensó que este lo estaba grabando con el móvil y se lo recriminó. Samuel le explicó que estaba haciendo una videollamada. La acusación pública sostiene que, «por las palabras, gestos, forma de vestir, tono de voz y apariencia física de Samuel, Diego Montaña interpretó que era homosexual, hecho que desencadenó una reacción aún mucho más virulenta en el acusado por la animadversión a la orientación sexual homosexual que le atribuyó, llegando a decirle: “Deja de grabar, a ver si te voy a matar, maricón”».

De izquierda a derecha, Diego, Kathy, Yumba (Alejandro) y Kaio
De izquierda a derecha, Diego, Kathy, Yumba (Alejandro) y Kaio

Acto seguido, «Diego se abalanzó sobre Samuel golpeándolo con puñetazos y patadas», según el escrito del fiscal. Al ver que Diego estaba pegando a una persona, su amigo y también acusado Alejandro Freire se sumó.

La acompañante de Samuel intentó ayudarle. Gritó que parasen. En ese momento, Katy, «plenamente consciente de la profunda animadversión de Diego hacia la homosexualidad atribuida a Samuel, la cual compartía plenamente, exteriorizó con su comportamiento su voluntad de participar en el ataque; asegurándose de que nadie ayudase a la víctima». En cuestión de segundos, se sumaron a la agresión el resto de procesados: Kaio Amaral, Alejandro Míguez y dos menores de edad, ya condenados por estos hechos por asesinato.

¿Y por qué la Fiscalía no aprecia delito de odio?

Porque cree que no lo mataron por el hecho de ser homosexual, pese a que uno de los acusados le dijo: «Te voy a matar, maricón». Para que exista delito de odio, el único móvil del crimen tendría que haber sido la orientación sexual.

¿Por qué sí se les imputa el agravante de discriminación?

Aunque no lo asesinaron por ser homosexual, mientras agredían a Samuel lo insultaron y menospreciaron.

Alejandro Míguez Roca fue el último detenido por el crimen de Samuel Luiz.
Alejandro Míguez Roca fue el último detenido por el crimen de Samuel Luiz. MARCOS MÍGUEZ

¿Por qué los acusan de asesinato y no de homicidio?

Porque se ensañaron cuando la víctima ya estaba inconsciente y sin poder defenderse, aumentando deliberada e inhumanamente el sufrimiento del fallecido. La fiscala del caso lo expresó así: «Los continuos y brutales golpes propinados a Samuel fueron realizados con la intención deliberada de aumentar innecesariamente su dolor y sufrimiento físico para alcanzar el fin letal, reflejo de una crueldad y deshumanización extremas».

¿Por qué los acusados, que eran amigos, están ahora enfrentados?

Aquella misma noche, horas después de la brutal paliza, los acusados empezaron a mirar a su propio ombligo. La complicidad forjada durante años de afecto saltó por los aires cuando Kaio Amaral se entregó en comisaría al verse ya señalado para exculparse, para decir que él no había dado un solo golpe y que incluso quiso parar el ataque. Además, acusó a Alejandro Freire y a Diego Montaña de ser los principales agresores. A estos no les gustó nada la reacción del que hasta entonces era su fiel amigo y esa enemistad —que llevó a que tuvieran que ser separados en varias cárceles de Galicia, al estar en prisión provisional— se verá en el juicio.

¿Qué pasó con los dos menores condenados?

Dos de los detenidos eran menores de edad e ingresaron en un centro. A los nueve meses fueron juzgados y ambos se declararon culpables de un delito de asesinato, aceptando una condena de tres años y medio de ingreso en régimen cerrado. Aunque cumplieron la mayoría de edad mientras cumplían el castigo, no fueron a prisión. Continuaron en un centro de menores. Ya disfrutan de días libres.