Decía el director Jonás Trueba en los Cantones Cines, el pasado domingo, que entiende las películas como una conversación. Lo explicaba antes de presentar Volveréis, su última película, una maravillosa comedia que parte de una idea de su padre, Fernando: habría que celebrar más las separaciones que las uniones. Que es lo que deciden hacer Álex y Ale (Vito Sanz e Itsaso Arana) ante la perplejidad de los suyos, que se empeñan además en decirles que van a volver. Toda la película es una suma de conversaciones. Entre ellos, con las imágenes, con Trueba padre, con el público.
Me entra la risa con el sorprendente tarot de Bergman (Ingmar, que no era sospechoso de adivino), al mismo tiempo que a la chica de la butaca contigua. Y pienso que con ella podría hablar yo también, tal vez de Bergman, o de la loca teoría de la fiesta. Al otro lado se sienta un placero de la plaza de Lugo. Solo he hablado con él de lechugas y frutas, pero en la próxima visita tendré que preguntarle qué le ha parecido la película.
La sala estaba llena. También lo estará el Teatro Rosalía cuando en noviembre Vicky Luengo interprete Prima Facie: apenas quedaban localidades cuando el viernes llegué a la taquilla de la plaza de Ourense. Hay quien dice que nadie va a ver estas películas. Que se pregunta quién va al teatro. También podríamos tener esta conversación, pensaba al salir del cine el domingo. A esa hora en la que la luz se va apagando y parece mezclarse con la noche, y pasa una pareja corriendo y un grupo de adolescentes graba vídeos y me deja cruzar un rider. ¿Qué pensarían ellos de Volveréis? ¿Alguno tendrá entradas para Prima Facie? ¿Querrán comprar conmigo el tarot de Bergman?