No hay que tener demasiado olfato para saber que esa pestilencia que sufrimos los coruñeses durante meses proviene de los bajos fondos, donde las cosas se manejan fuera del sistema
05 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Por si a alguno le quedaban dudas del mal olor que había detrás de la basura en Coruña, tiene la respuesta en esos seis camiones quemados en pleno polígono de A Grela, una imagen que parece sacada de una película de gánsteres. Sabemos cómo se las gasta la gente de la mafia y conocemos los entresijos de los matones, aunque solo sea por las ficciones que hemos visto cientos de veces en el cine y la televisión. Tony Soprano se jactaba de pertenecer al negocio limpio de la gestión de desechos, aunque, en realidad, la mierda a la que se dedicaba era otra. La realidad es mucho más cruda, la tenemos excelentemente bien retratada en todos los libros de Roberto Saviano en los que va desgranando cómo la Camorra controla la basura napolitana. El reciclaje ilegal se ha convertido en el sur de Italia en un auténtico caballo de batalla y además ha provocado innumerables delitos ambientales que oculta la organización criminal más famosa. Así que no hay que tener demasiado olfato para saber que esa pestilencia que sufrimos los coruñeses durante meses proviene de los bajos fondos, donde las cosas se manejan fuera del sistema.
Los Soprano de Coruña prefieren prender fuego a seis camiones e incendiar contenedores, el modo de extorsionar a unos ciudadanos, nosotros, que pagamos con nuestros impuestos la limpieza de la ciudad. No lo tenía fácil (ni lo tiene) la alcaldesa para luchar contra una banda que se arma en la violencia para intentar arrinconarnos. Por eso los coruñeses no podemos quedarnos solo en la simpleza de pensar que la solución a la huelga de la basura este verano era un tema fácil. Lo que percibimos como inacción de la alcaldesa semeja ahora más una cuestión de templanza legal que de dejadez. Hay que hilar fino para enchironar a los mafiosos como hizo Eliot Ness. Es Cosa Nostra.