Las carabelas portuguesas vuelven a la playa de Riazor de A Coruña

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Una treintena de ejemplares han aparecido este lunes en el arenal y ya han sido retirados, según señalan desde el Ayuntamiento.También han sido vistas en Oleiros y Arteixo

26 ago 2024 . Actualizado a las 14:35 h.

Si la semana pasada el Ayuntamiento de A Coruña confirmó que cinco ejemplares de carabelas portuguesas fueran localizados en la playa de Riazor y retirados por los trabajadores municipales, este lunes la historia se ha repetido con una cifra mayor. Desde el gobierno local señalan que fueron una treintena las especies vistas en el arenal coruñés y posteriormente recogidas.

Asimismo, fueron avistadas unas dos en la cala de San Roque, pero de momento no se han visto en el Orzán ni en el Matadero. Entre los bañistas que vieron alguna carabela estaban dos coruñesas, que este mediodía en Riazor presenciaron una de unos 25 centímetros de tamaño. «Le quité fotos, pero mis hijas ya me dijeron: ten cuidado que si te da un picotazo...», apuntó una señora en el programa Voces de A Coruña de Radio Voz. La mujer añadió que era gigante. «Se me eriza la piel, si te metes y te pica, a ver», indicó la mujer, que iba con otra amiga. «El mar hoy está un poquito picado, pero visto lo visto, no me baño».

Las playas siguen abiertas

Desde el gobierno local señalaron que desde la pasada semana se recogieron un centenar de carabelas. El primer aviso que se tuvo de su aparición fue el pasado martes en la zona de O Portiño. Fue el marinero y poeta Xosé Iglesias el que alertó de su presencia tras ver a varias en su regreso a la ciudad tras salir al mar.

Tras ese avistamiento, desde el Ayuntamiento de A Coruña señalaron que se mantiene la vigilancia sobre la costa para controlar sus movimientos, ya que previamente las carabelas habían sido vistas en la zona de Caión y Arteixo por lo que se esperaba que llegasen hasta los arenales coruñeses. Ante su presencia, desde el ejecutivo municipal recuerdan que es muy importante que los usuarios «estén atentos a las indicaciones del personal de salvamento: bandera roja y megafonía, por si se prohíbe el baño».

Fuentes municipales indican que, de momento, no se prevé cerrar las playas, pero no se descarta la medida de forma temporal para su limpieza si fuera necesario. «Realizase un seguimento diario da chegada de medusas e outras especies mariñas en todas as praias co fin de controlar a súa presenza e evitarlle riscos á cidadanía. Os informes que se obteñen trasládanse a Protección Civil co fin de que se poidan tomar as medidas correspondentes», apuntan desde el Concello. Sobre la presencia de los ejemplares indican que «mantense dentro da normalidade para esta época do ano» y recuerdan a los bañistas que «deben estar atentos ás indicacións dos servizos de socorrismo que, tanto por megafonía como co izado das bandeiras, alertan de calquera posible risco» y subrayan la importancia de «non tocar os exemplares»y de que en caso de picadura se acuda al puesto de salvamento.

La travesía del Club del Mar de San Amaro se suspendió por las carabelas

Las carabelas fueron la causa de que se suspendiera este domingo la travesía de San Amaro del Club del Mar. El director de la entidad, Pablo Canosa apuntó en Voces de A Coruña de Radio Voz que cancelar la iniciativa no fue «ni mucho menos agradable por la movilización que supone esta prueba, ya que viaja gente de muchos lugares de Galicia y de fuera hasta A Coruña para participar en ella».

Asimismo, Canosa indicó que la prueba se realizó incluso en época de covid. «En la pandemia sobrevivió. Es la primera vez que se suspende, pero esta vez evaluamos todas las opciones y decimos no poner en riesgo a los bañistas». Además, comenta que antes de tomar la decisión hicieron consultas a expertos, que les recomendaron no seguir adelante. «Hablamos con todas las partes, incluida la coordinación de playas y mantuvimos una reunión técnica de última hora», explicó el presidente del Club del Mar, que añadió que optaron por un plan B. «Hicimos un clásico, pruebas australianas en la piscina para no perder la jornada».

Medio centenar en Arteixo y 59 en Oleiros

Las carabelas portuguesas no solo están en las playas coruñesas, también en las de la comarca. Si la semana pasada los socorristas de Arteixo localizaron 31 carabelas portuguesas,13 de ellas en Barrañán en un solo día, este domingo el balance en ese arenal fue de medio centenar, mientras que en Valcovo fueron vistas dos.

En Oleiros tampoco se libran. El Concello señaló que se sacaron de las playas un total de 59, «que apareceron na mañá deste luns nas praias de Santa Cristina, Bastiagueiro e Espiñeiro. Aínda que a situación pode cambiar, neste momento está pendurada a bandeira amarela nestes tres areais, para que os bañistas extremen as precaucións», señalan.

Desde el ejecutivo oleirense añaden que «se está a informar da situación a través da megafonía das praias, para lembrar a importancia de non tocar estas medusas, que provocan fortes picaduras. En caso de contacto cutáneo, as persoas afectadas deben dirixirse ao posto de socorrismo».

¿A qué se debe su presencia en la costa gallega?

Las carabelas son fundamentalmente especies de mar abierto, menos comunes en las costas, y que sobre todo habitan en aguas tropicales y subtropicales, aunque en los últimos años se han dejado ver también en las costas mediterráneas. Hay varios factores que explican su presencia en Galicia.

En primer lugar, los vientos y las corrientes a través de los que se guía la especie. Como explicaba la investigadora Eva Velasco a La Voz, «el debilitamiento del anticiclón de las Azores favorece que el viento sea del sur, lo que hace que el aire sople de mar hacia tierra», lo que ayuda a que las especies lleguen a la costa gallega. A ello se suma la temperatura del mar. «Las aguas están mucho más cálidas de lo normal tanto en la costa atlántica como en el litoral cantábrico», aclaraba la científica del Instituto Oceanográfico de Vigo sobre esta condición, que crea «un ambiente muy favorable para quedarse».

Además, también influye la falta de depredadores, ya que «solamente las tortugas se alimenta de ellas y su población tampoco es que esté pasando por el mejor momento», reconocía Velasco.

¿Las carabelas son medusas?

Aunque mucha gente lo piensa, en realidad no son medusas, sino que pertenecen a la especie de los cnidarios, y están emparentadas con las anémonas y los corales.

Según explica Eva Velasco, se trata de una especie muy compleja, ya que cada individuo es, en realidad, la suma de millones de microorganismos que se agrupan y adquieren esa forma vistosa. Por encima del agua tienen esa cavidad con forma de flotador, que le permite navegar, y por debajo están «los gastrozoides, que se encargan de la alimentación; los gonozoides, que se ocupan de la reproducción, y los dactilozoides, que son los tentáculos que sirven para cazar y defenderse, los que nos pican», aclara.

Cada tentáculo puede llegar a medir unos 20 metros y contiene más de un millón de células urticantes por centímetro, que se disparan y se clavan en su presa con un simple contacto. «Son como arponazos que se inyectan en la piel con millones de células urticantes», subraya Velasco, que explica que el dolor es mucho mayor que el de una medusa, y que puede llegar a ser mortal en caso de patología previa o alergia.

¿Qué hacer si nos cruzamos con una?

Por supuesto, lo principal es alejarse de la criatura y evitar tocarla. Pero, en caso de que, por cualquier razón, hayamos entrado en contacto con una carabela portuguesa, José Antonio Álvarez, responsable del servicio municipal de Emerxencias de O Grove, explicaba a La Voz cuáles serían los pasos a seguir.

En primer lugar, es importante que nunca se ha de usar agua dulce para limpiar la herida, ya que esta serviría para activar la toxina que inocula la carabela. Tampoco se debe frotar y, como mucho, se podría acercar una bolsa o un paño con hielo.

A continuación, habría que acudir al socorrista de la playa, si es que hay ese servicio. En caso contrario, si las picaduras son pequeñas, se puede utilizar una pinza o una tarjeta de crédito para retirar los filamentos que la carabela haya dejado adheridos a nuestra piel.

Si las picaduras son más graves, el experto recomienda no perder tiempo y acudir cuanto antes al centro de salud más cercano. Allí, en atención primaria, podrán darnos, si fuera preciso, un antihistamínico, corticoides o un calmante si es que persiste el dolor.