Las previsiones de ocupación hotelera para septiembre superan el 85 % en la provincia de A Coruña
A CORUÑA CIUDAD
El sector turístico explica que el verano empezó flojo por el mal tiempo y remontó en el mes de agosto
26 ago 2024 . Actualizado a las 16:38 h.Muchos turistas escogieron la provincia de A Coruña como destino de vacaciones este mes de agosto, pero julio fue más flojo, porque el tiempo no acompañó. Los profesionales del sector turístico esperan que septiembre llegue con buenas temperaturas y sin precipitaciones, pues de ello depende en buena parte la afluencia de visitantes. Las reservas en la red de hospedaje superan el 85 %, indican desde Turismo de Galicia, y recuerdan que el 10 de septiembre empieza la campaña del Bono Turístico de la Xunta que tiene en la provincia coruñesa el mayor número de establecimientos adheridos, con 172.
«Somos optimistas porque creemos que el verano se puede alargar un poquito. Estamos mirando al cielo para ver si se puede hacer realidad», explica el presidente de la Asociación Empresarial de Hospedaxe da Coruña (Hospeco), Agustín Collazos. En la ciudad de A Coruña, detalla el también director del hotel NH Collection Finisterre, se espera una ocupación hotelera de 85 % en septiembre, lo que supondría mejorar los datos del 2023, cuando fue del 82 %. Uno de los motivos para apuntar más alto es que en años anteriores el último mes del verano gozó de muy buen tiempo. «Eso, unido a que hay eventos y congresos en la urbe, puede ayudar a que se consolide ese dato», aclara. El resto del verano, sin embargo, no fue excelente. «El inicio del mes de julio fue muy complicado, porque con el mal tiempo las reservas de ultima hora se paralizaron. Nos quedamos en torno al 85 % cuando esperábamos unos dos puntos más», precisa el presidente de Hospeco. Agosto, en cambio, superó las expectativas, con un 92 % de ocupación.
También en la Costa da Morte cuentan con acabar septiembre sobre el 85 % de ocupación, aunque en estos momentos las reservas están entre el 60 y el 70 %, según explica el presidente de la Asociación de Empresarios del Camino de Santiago a Fisterra y Muxía (Solpor), Jesús Picallo, quien subraya que septiembre «siempre fue un buen mes» para sus rutas.
Un porcentaje similar esperan desde la Asociación de Empresarios de Hostalería de Ferrol e Comarcas. «Las previsiones son bastante optimistas, porque septiembre es el mes en el que más peregrinos hay», cuenta la empleada de la entidad María Saavedra, que confía en el tirón del Camino Inglés.
En Santiago, septiembre es de los mejores meses, subraya el gerente de la Asociación Hostelería Compostela, Ramón García, que sitúa en el 90 % las previsiones de ocupación hotelera. «En agosto el turismo es muy familiar, con cancelaciones y reservas sucesivas. El mes empezó en un 70 % y en los festivos se llegó al 95. En septiembre se reserva con antelación y son datos más estables», sostiene García.
Se acaba el turismo familiar y llegan las parejas, los jubilados y los extranjeros
Septiembre es uno de los meses favoritos para viajar porque no está tan masificado como agosto y los precios suelen ser más asequibles. Eso sí, no todo el mundo puede elegir esas fechas dado que ya empiezan los cursos académicos y muchas empresas retoman su actividad habitual. Por eso, los profesionales del turismo coinciden en que «no es un mes para niños». «Como empiezan los colegios, es mas complicado el movimiento de familias, que es el que ha tenido mayor volumen en julio y agosto. Empezamos a tener más parejas y gente de edad más avanzada con posibilidad de viajar en septiembre. Además, se recupera el cliente corporativo que también necesita alojarse», señala Agustín Collazos, que considera que «es una época muy interesante del año en la ciudad, porque el clima es agradable y permite salir».
En la Costa da Morte, dice Jesús Picallo, el tipo de turistas de septiembre suelen ser autónomos o empresarios y más extranjeros, sobre todo, ingleses e italianos. En Ferrol también apuestan por los peregrinos y el turismo cultural, «no tanto de playa», precisa María Saavedra. También la capital gallega suele llenarse de gente que proviene de fuera de España, señala Ramón García.
Marisa Cabanas, del hotel A Miranda de Cariño: «Algunos turistas vienen buscando fresco, llueve y se ponen contentos»
El hotel con vistas a la ría de Ortigueira A Miranda lleva lleno todo el mes de agosto. Sin embargo, Marisa Cabanas, su gerente, cree que septiembre no será tan prolífico como otras veces. «Empezaron tarde las reservas para ese mes, pero vamos teniendo. Este año veo a la gente más de último momento. No hay tanta previsión como otros años», cuenta la empresaria. Últimamente, acude a su pequeño establecimiento de seis habitaciones y una suite «bastante gente que viene de paso y se quedan solo un día». A este rincón de Cariño llega mucha gente extranjera, sobre todo del Reino Unido. Son la mitad de su clientela. El otro 50 % suele proceder de Madrid y Barcelona. «Muchos vienen buscando el fresco. Llueve y se ponen contentos», comenta. Eso sí, todos disfrutan de su desayuno ecológico y el entorno natural, con atractivos como barcos de vela, canoas, una granja con caballos y rutas guiadas.
Patricia Calvelo, de Casa de Casal: «Vienen muchos extranjeros que quieren conocer Santiago pero no estar en el centro»
La Casa de Casal es un alojamiento rural con piscina ubicado en Lestedo (Boqueixón). Dado que el establecimiento lleva abierto 23 años, el mes de agosto se cubre con sus clientes habituales. «Las casas rurales dependen de su localización. Estamos cerca de Santiago, una ciudad que se llena fácilmente, suben los precios y la gente se escapa», indica Patricia Calvelo, dueña del complejo, que explica que en septiembre cuentan con muchos clientes extranjeros. «Vienen porque quieren conocer Santiago, pero no quieren estar en el centro», detalla. La ocupación del mes hasta ahora está en un 60 % y una tercera parte de las reservas ya se hicieron a principios de año, «porque los extranjeros reservan con mucha antelación». También se deja caer de vez en cuando algún peregrino. «La piscina llama mucho, pero su uso depende del tiempo. Por eso hay reservas de última hora», matiza.