A bordo del Rías Altas Dos: «A veces no veíamos nada por la niebla, pero aún así repetiríamos seguro»
A CORUÑA CIUDAD
Muchos turistas, pero también coruñeses, disfrutan de la ruta marítima
12 ago 2024 . Actualizado a las 09:42 h.La embarcación Rías altas dos, a cargo de Francisco Fernández, lleva 25 años surcando las costas de A Coruña. Esta mañana [es viernes, 9 de agosto], no ha sido la excepción. A las 12.00 horas en punto, el marinero Fernando Lage sube al barco, preparado para abandonar la dársena. Comienza así un recorrido que varía según el oleaje, pero que promete avistar el castillo de San Antón, la torre de Hércules, la playa de Mera, Santa Cristina y Santa Cruz.
Durante el viaje, turistas de todas parte de España, locales, e incluso extranjeros, disfrutan de un paseo que puede llegar a durar hasta 1 hora. Pilar Fernández, que ha venido desde Madrid con su hermana y su sobrino, descubrió esta peculiar ruta en barco cuando paseaba por el puerto, gracias al cartel que la anuncia. «Me encanta navegar, lo disfruto muchísimo. En Galicia me encanta todo: siempre veraneo aquí, pero sobre todo, lo que más me gusta es la forma de vivir de la gente, el respeto y la educación», afirma la madrileña.
Al poco rato de arrancar el motor, Francisco se dirige a los pasajeros a través de un altavoz: «Bienvenidos a esta embarcación», y, tras la breve introducción, el capitán del barco comienza a relatar las vistas. «Ahora a la izquierda vemos la niebla que está entrando en el puerto», bromea, mientras los pasajeros esbozan una sonrisa a la vez que giran sus cabezas.
El trayecto, que es explicado con todo lujo de detalles, divierte a los turistas, quienes cómodamente sentados en sus asientos, disfrutan de las vistas cuando pasan cerca de la playa de Oza: «Esta playa estaba dentro de la dársena, pero cuando hicieron el club náutico quedó tapada, por lo que se volvió a hacer de manera artificial», relata a través de los altavoces el capitán.
En el barco también hay sitio para los internacionales: Bernadétte Vicente, de madre gallega pero residente en Nueva York, afirma que viene «cada verano a Coruña», y que el paseo le parece «muy entretenido y encantador».
Cuando la embarcación gira en dirección A Coruña de nuevo, la niebla parece haber desaparecido. Pedro Sánchez, que también ha venido de vacaciones desde Madrid junto a su mujer, habla acerca de las vistas: «A veces no veíamos nada por culpa de la bruma, casi ni sabíamos por dónde íbamos, pero repetiríamos seguro». Pilar Gómez, que ha visitado A Coruña en múltiples ocasiones se lamenta de las condiciones meteorológicas: «Muy bien el viaje, una pena la niebla».
Mientras el barco continúa su recorrido, los pasajeros aprovechan para capturar algunos momentos con sus cámaras y teléfonos, inmortalizando la impresionante costa gallega. El mar, en calma a esa hora, hace que la vuelta a la dársena transcurra con suavidad, mientras Francisco maniobra con precisión para atracar y comenzar un nuevo viaje.
Punta Pragueira es también uno de los favoritos para los turistas
El galeón de la ría, el Punta Pragueira, es otra de las opciones para visualizar la costa de A Coruña. La embarcación sale de la dársena situada al lado de la torre de control y mide 8 metros. Aunque la capacidad del barco es de 7 personas, el capitán, Carlos Suero, afirma que le gusta que la experiencia «sea especial», por lo que solo lleva a un máximo de 5 personas en sus 3 viajes diarios. Carlos, solo se lamenta de un detalle: «Al estar de espaldas al mar, la gente que suele venir es de fuera. Me gustaría que más locales conocieran este servicio».
La ruta del barco, que al igual que Rías altas dos, depende de las condiciones del mar, cuenta con vistas al puerto y a las galerías.