Fallece José Sousa Santos, el empresario que trajo los platos combinados a Galicia
A CORUÑA CIUDAD
Con su padre, abrió en Os Mallos su primera cafetería en 1965 y en 1976 inauguró la cadena Gasthof de comida rápida con sus hermanos
06 ago 2024 . Actualizado a las 20:56 h.José Sousa Santos, el mayor de los hermanos de las cadenas de restauración Gasthof y Sousantos, falleció este martes en A Coruña a los 76 años. En la ciudad desarrolló la mayor parte de su actividad profesional, sus éxitos empresariales y se afincó, aunque sin olvidar nunca unos orígenes de los que, a la mínima ocasión, siempre hacía gala. «Pon, por favor, que somos de Baio», dijo a La Voz en una de las oportunidades en que reunió a sus cinco hermanos para celebrar los 50 años de toda una historia de esfuerzo emprendedor y visión de negocio.
Naturales de la comarca de Soneira, Pepe, como lo llamaba todo el mundo, era hijo de José Sousa Pérez, de Bamiro-Vimianzo, y de Amparo Santos Lema, de Vilar de Tines. Fue su padre, tras un traspié por la caída en la cotización de la madera en la posguerra, el que decidió dejar la tierra de la que nunca se desvincularon para desplazarse a Santiago primero y después a A Coruña, donde montó con sus hijos mayores, José, Juan Ramón (Nito, fallecido en el 2021) y Atilano, su primera cafetería en 1965. Fue en la calle Noia, en Os Mallos, un anticipo de lo que después se convertiría en toda una cadena que revolucionó la hostelería gallega al introducir el concepto de la comida rápida y popularizar los platos combinados.
Frente a la playa de Riazor, en la esquina con la calle Rubine, Pepe Sousa Santos y los dos hermanos que le seguían abrieron el primer Gasthof en enero de 1976 al descubrir una oportunidad única en una zona en la que no existía ningún bar que vendiese bocadillos. Eligieron un nombre alemán que, como él mismo contaba, significaba algo sencillo y desvelaba toda una declaración de intenciones: casa de comidas. Durante casi medio siglo, dirigió toda una exitosa aventura guiado por la tenacidad en el esfuerzo y el compromiso con la calidad en el servicio.
El propio Pepe recordaba que aquel día inaugural se estrenó con un fuerte temporal, de los que hicieron llegar las olas a la plaza de Pontevedra, un bautizo que para nada presagiaba naufragio alguno de una empresa pujante y que años después siguió expandiéndose hasta contar con hasta 16 establecimientos, dar empleo a 160 personas, y ramificarse en nuevas marcas y puntos de referencia.
En 1986 abrió sus puertas el primero de los locales Sousantos, también de restauración y con idéntica filosofía de buen y ágil servicio a precio competitivo, ampliando así el holding familiar de la mano de la segunda remesa, los hermanos pequeños de Pepe: Ricardo (Richard), Jesús (Suso) y Santiago. Mientras, José Sousa Santos continuaba emprendiendo y llegó a gestionar establecimientos que forman parte ya de la memoria de sabores de A Coruña, como el Swing Café, el restaurante A la brasa, el Panaché o el café Mirador en el antiguo edificio Atalaya, en plenos jardines de Méndez Núñez.
En cuanto se conoció la noticia, la familia comenzó a recibir las muestras de cariño y apoyo de los muchos que reconocen no solo la contribución del cofundador y copropietario del Grupo Gasthof a la hostelería gallega, sino su calidez humana, dedicación y generosidad, con la que se ganó el aprecio y respeto de clientes y trabajadores, y también de sus muchos vecinos.
El Club Deportivo Baio mostró su pesar con un emotivo mensaje, ya que la firma es patrocinador oficial desde el año 2008, «unha colaboración que, seguramente, teña máis de sentimental que de beneficiosa para a empresa de restauración», apuntan desde el equipo. «Pepe estaba sempre aí, ao tanto dos resultados, das necesidades do club, coa súa presenza nos partidos sempre que podía, sobre todo desde que en 2017 se creou o Trofeo Gasthof co seu singular trofeo de madeira que entregaba sen falta todos os veráns. Imos botarte de menos no Platas Reinoso».
«Pepe dedicó su vida a la creación y expansión de la que ha sido su empresa familiar a lo largo de casi 50 años», señalan los más cercanos en un comunicado de la familia. Su legado pervive no solo en el sector que ayudó a desarrollar, sino que continúa en sus hijos, Diego, Eduardo y Laura, que gestionan los restaurantes La Dolce y las Piadinas Rimineses con el entusiasmo y los valores que él mismo les inculcó. «Será recordado no solo por su éxito empresarial, sino también por su dedicación y pasión por la hostelería. Su trabajo incansable y su espíritu emprendedor continúan inspirando a las nuevas generaciones de la familia y a todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo».
José Sousa Santos está siendo velado en el tanatorio Albia de A Grela. Mañana jueves, a las cuatro de la tarde, será enterrado en el cementerio municipal de San Amaro y a las seis se oficiará un funeral en la iglesia de San Francisco de Asís.