La basura en A Coruña pone en jaque a multitud de establecimientos: «Ya vimos ratas, estamos en el local rezando para que no nos entren»

María Rey / R. D. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Marcos Miguez

En la farmacia Miguélez del barrio de Os Mallos los residuos amontonados complican el acceso a personas en silla de ruedas

01 ago 2024 . Actualizado a las 10:06 h.

La normativa es clara: las farmacias están obligadas a tener un acceso al local apto para sillas de ruedas. Sin embargo, la huelga de basura en A Coruña impide el paso normal por la vía pública, a escasos metros de las entradas a estos establecimientos sanitarios. La incongruencia es palpable, pero las soluciones parecen no llegar. La farmacia Miguélez, en la calle Francisco Catoira (barrio de Os Mallos), es una de las afectadas por la situación.

«Tenemos pacientes que hacen uso de esta farmacia, que vienen en silla de ruedas y que protestan porque el hueco que les queda entre la fachada y la basura no es suficiente, por lo que les resulta muy incómodo pasar por ahí», comenta una trabajadora de la botica. Esta problemática, no obstante, no es la única: «El contenedor que hay enfrente lo quemaron la semana pasada y ahora tengo miedo de que quemen este. Porque al tener la basura tan cerca de la farmacia, si se quema el contenedor, el negocio quedaría afectado. Ya no lo quiero ni pensar, qué miedo», declara.

Además, la quema de este basurero se traduce en un punto menos donde los vecinos pueden tirar sus desechos. Es por eso que, a pesar de que originalmente el contenedor próximo a la farmacia era de papel y vidrio, «la gente tira esos otros residuos [orgánicos e inorgánicos] para aquí. Entonces ahora tenemos cartón, vidrio, orgánico e inorgánico», explica.

Por si fuera poco, «ya vimos ratas ayer y ahora estamos aquí dentro del local rezando para que no nos entren», exponen con miedo. Al considerar esta tesitura un problema de salud pública, desde la farmacia decidieron llamar a la Consellería de Sanidade. Tras decirles que ya se declaró el estado de emergencia sanitaria y que tomarán nota, «no nos dan solución. De momento aquí no apareció nadie», alegan.

Si bien la huelga de basura deja a su paso problemáticas como esta, la empleada de la farmacia Miguélez se muestra positiva: «es un tema que comprendo que será muy difícil de buscar una solución; con todo, una cosa es que sea difícil, pero no será imposible, ¿no?», comenta. Por el momento, y ante la falta de remedios satisfactorios, desde la farmacia se plantean qué hay debe hacer la ciudadanía para paliar esta crisis: «Yo pregunto: ¿qué hay que hacer para que vengan a recoger?».