Al Coliseum de A Coruña se le subió la bilirrubina con las bachatas de Juan Luis Guerra

María Rey / A. A. A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

El dominicano de 67 años, ganador de 27 Grammys Latinos, conquistó a un público entregado que no dejó de
cantar y bailar de principio a fin

14 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los abanicos que llenaban y se movían con ímpetu en las gradas del Coliseum minutos antes de que el rey de la bachata saltase al escenario aventuraban que la de ayer iba a ser una noche de calor y ritmos latinos. Y Juan Luis Guerra no hizo más que subir la temperatura unos grados más cuando saltó al recinto coruñés ataviado de azul y dispuesto a entregarse a su público. «¡Buenas noches Coruña! Un placer estar con todos ustedes. Esperemos que disfruten entre mar y palmeras», soltó el cantante antes de arrancar su espectáculo al ritmo de Rosalía.

El dominicano demostró que los años no pesan. Su pasión en el escenario contagió a todos y cada uno de los presentes. Acompañado de sus músicos, dotó de vida a sus canciones. Con la bachata como hilo conductor, su concierto supuso un viaje por algunos de sus temas más conocidos a nivel internacional, como La travesía, Vale la pena, Niágara, Visa para un sueño, Mambo 23, El costo de la vida o El farolito. Compases de bachata, merengue y salsa fueron sucediéndose con armonía, mientras un Coliseum entregado no dejaba de bailar.

Dejó para final tres de sus grandes éxitos, A pedir su mano, Bachata rosa y La Bilirrubina y el éxtasis fue general. Hasta los más tímidos sintieron subir la bilirrubina por sus extremidades y se liberaron de cualquier inhibición.

Juan Luis Guerra y su banda consiguieron, en definitiva, trasladar al pasado a aquellos nostálgicos que vivieron con emoción esta experiencia inolvidable y lograron también que su legado continuase vivo en generaciones más jóvenes, también presentes.

Una alegría festiva recorrió las almas de los miles de coruñeses presentes, que coreaban sus canciones de memoria, demostrando al conjunto musical su compromiso y disfrute. En esta velada compartida entre República Dominicana y A Coruña, no quedó claro quién se lleva mejor sabor de boca: si la ciudad o el cantante.

Gilberto Santa Rosa

La noche de música tropical continuó al ritmo de Gilberto Santa Rosa, el salsero puertorriqueño a la vieja usanza con cuarenta años de trayectoria a sus espaldas. Arropado por una banda de primer nivel, mantiene vivo el espíritu de la salsa más clásica, con miras al bolero y a la estética crooner. Gilberto Santa Rosa conquistó a los allí presentes, haciéndoles mover sus cuerpos al ritmo de Que alguien me diga, Vivir sin ella, Conteo regresivo, La agarro bajando o Que manera de quererte. Fue una doble cita latina del más alto nivel que se recuerda y que a buen seguro hoy hará resentirse a más de una cadera.