Un temporal obliga al barco de rescate Aita Mari a amarrar en el puerto de Oza en A Coruña
A CORUÑA CIUDAD
El buque desempeña su labor humanitaria en el Mediterráneo Central, destino final de un trayecto con una parada inesperada en Galicia
06 jul 2024 . Actualizado a las 20:12 h.El barco de rescate Aita Mari depende de la oenegé Salvamento Marítimo Humanitario y realiza su labor en el Mediterráneo Central. Mientras iniciaba su trayecto del puerto de Pasajes (Guipúzcoa) al de Siracusa (Italia) se vio sorprendido por la llegada de unas condiciones meteorológicas adversas que le obligaron a hacer una parada en su expedición. El puerto de Oza en A Coruña era el más cercano de los que aprobaron su solicitud de amarre. Aunque esta no es la primera vez que visita la ciudad.
El trayecto a realizar, con una duración aproximada de 8 días, es el mismo recorrido que en sus anteriores misiones. El origen es el puerto de Pasajes en Guipúzcoa (País Vasco) del que parten en un viaje en el que bordean toda la costa del mar Cantábrico, la costa gallega y la portuguesa para atracar en el puerto de Siracusa, en Sicilia (Italia). El destino final se encuentra, según la responsable de comunicación de la oenegé Salvamento Marítimo Humanitario, Isabel Eguiguren, «en una situación privilegiada para sus labores de rescate» puesto que se ubica entre la costa de Italia, Libia y Túnez. Entre sus rescates más sonados está la semana de infierno que vivieron en el mar tras rescatar a 105 inmigrantes que desembarcaron en Italia en el 2021.
A bordo del Aita Mari, Isabel Eguiguren traslada una crítica a las leyes migratorias impulsadas por el Gobierno italiano presidido por Meloni y que contradicen las establecidas leyes marítimas. «Con la actual ley italiana solo se permite realizar un rescate y volver al puerto para el que te den permiso lo antes posible», una medida que contradice la leyes marítimas impuestas y que afecta principalmente, según la comunicadora, a «esas personas que rescatamos y que llevan meses viajando para escapar de una situación de gran desgaste».
La embarcación cuenta con capacidad para 150 personas. En este momento, según comenta la responsable de comunicación de la oenegé, «el buque cuenta con 14 tripulantes, entre los que se encuentran 8 profesionales y 6 voluntarios. Entre los 6 voluntarios se encuentran 3 socorristas, 2 enfermeras y yo, como periodista». Se prevé que realicen sus labores durante un mes y medio, aunque, en palabras de Isabel Eguiguren, «la duración de nuestras misiones es siempre desconocida».
El nombre de la embarcación es un homenaje a la figura de Aita Mari. Una de las mayores hazañas de José María Zubia (nombre real del apodado Aita Mari) fue el rescate que comandó el 22 de julio de 1981, cuando logró poner a salvo a 3 náufragos durante una galerna. Pero en 1986, durante otra devastadora tormenta, partió para rescatar a unos pescadores. Cuando logró ponerlos a salvo, un golpe de mar lo arrastró y desapareció en el agua para siempre.