Indemnizada en A Coruña porque su jefe le tocó las nalgas

A CORUÑA CIUDAD

Palacio de Justicia, en A Coruña, sede del TSXG
Palacio de Justicia, en A Coruña, sede del TSXG PACO RODRÍGUEZ

El juzgado de lo Social condena a la empresa a resarcirla con 30.000 euros

20 jun 2024 . Actualizado a las 18:25 h.

El Juzgado de lo Social número 3 de A Coruña condenó a una empresa y al jefe de una de sus tiendas a indemnizar a una empleada con 30.000 euros por ser víctima de acoso laboral y sexual.

Según la sentencia, la trabajadora, que llevaba en la empresa 15 años, tenía una buena relación con su jefe de tienda y la segunda en el escalafón. Todo cambió cuando su superior comenzó a decirle lo guapa que iba, lo bonito que tenía el pelo y, peor aún, cuando de las insinuaciones pasó a los tocamientos. La empleada puso los hechos en conocimiento del departamento que la empresa tiene para evitar esos comportamientos y, a raíz de eso, comenzó el acoso laboral. Un acoso, según el juez, que se incrementó cuando la mujer anunció que se casaba.

La sentencia recuerda que desde la llegada de la empleada a su nuevo destino «el trato de su jefe fue cordial. Sin embargo, con el paso del tiempo, el tono de las conversaciones que mantenía con la trabajadora fueron adquiriendo un tono más personal, siendo frecuente que preguntara a la misma sobre sus relaciones familiares, así como la realización de comentarios sobre su aspecto físico, aludiendo a que estaba muy guapa o a que le había sentado bien el cambio». De la misma manera, «fue aumentando el acercamiento físico. Al hablar con ella apoyaba una mano en su brazo o se acercaba mucho».

Un día, el responsable de la tienda llamó a la trabajadora a su despacho para hablar con ella sobre el inventario y, durante el transcurso de la conversación, le tocó el pelo, diciéndole que lo tenía muy bonito, habiendo bajado las manos por su espalda hasta agarrarla por la cintura. Un par de días más tarde, habiendo sido llamada de nuevo al despacho, le tocó la espalda y cuando salían dejó caer su mano hasta alcanzar las nalgas de la empleada».

«Esto te va a salir muy caro»

Tiempo después, añade el Juzgado de lo Social número 5, la demandante solicitó a la empresa un permiso por matrimonio. Aquello no le gustó a su jefe y mantuvo con ella una discusión que terminó con esta frase por parte del superior: «Esto te va a costar muy caro». La trabajadora denunció ante Recursos Humanos que estaba siendo objeto de acoso sexual. La empresa lo archivó.

Y a partir de ahí, la trabajadora «fue especialmente seguida en el desempeño de su trabajo. Era frecuente que se le llamase la atención en público por realizar mal sus tareas, de malas maneras y a gritos, así como la recriminación de ir al baño de señoras, en lugar de al baño de personal, hubiera o no hubiera jabón en el mismo, circunstancia esta que le fue comunicada en el despacho por parte de su jefe a gritos, con alusión al hecho de que no se podía lavar las manos antes del tiempo de descanso y menos en el baño de señoras», apunta la sentencia. Asimismo, «era frecuente que su superior acudiera al baño cuando lo hacía la trabajadora para recriminarle la cantidad de veces que acudía al mismo».

A pesar de su conocido pánico a las alturas, «era obligada a subir a la máquina elevadora, destinada a la colocación de mercancía en el almacén sin contar con la formación necesaria».