Los arquitectos de los nuevos Cantones de A Coruña: «Los 500 metros de sombra con árboles son una conquista»

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

José Manuel Vázquez y Carmen Calatayud rediseñaron uno de los iconos de la ciudad

13 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es muy difícil explicar que actúas en la parte mas representativa de la ciudad. No es solo lo que se hace ahora, sino también un camino para el futuro». Así trata de resumir José Manuel Vázquez lo que supuso diseñar la reforma de los Cantones, un proyecto que hizo mano a mano con Carmen Calatayud. «Es una zona con valor tanto sentimental como patrimonial que atravesaba una tendencia negativa por la colonización del coche, necesitaba ese concepto de principio de siglo como lugar de estar, de reunión y de paseo», asegura ella.

El proyecto presentado esta semana corona al peatón como rey de los Cantones, dejando un espacio menor para los coches, autobuses y bicicletas. El objetivo principal que pretendían era que esta zona «fuese un elemento de continuidad entre la plaza de Lugo y María Pita» y eliminando el ruido que suponen los coches en Rúa Nova, Santa Catalina y Entrejardines porque buscaban que «una ciudad paseable como Coruña no tuviese una interrupción».

Ambos comenzaron a definir el futuro de los Cantones en el 2020 con estudios previos y coinciden en que hubo un momento crucial para que tomase forma. «Cuando conseguimos que girasen los buses a izquierda desde Juana de Vega, el proyecto empezó a cobrar sentido», reconoce Vázquez.

La magnitud de la actuación implicó superar numerosos obstáculos, siendo el aparcamiento subterráneo uno de los más destacados. «Tuvimos que hacer un estudio de tiempos y por eso Eptisa —empresa de ingeniería involucrada en el proyecto— tiene tanto peso, tuvimos que estudiar hasta el tiempo de levantar la barrera», detalla Calatayud, que apunta que la concesionaria del subterráneo «tenía sus dudas» sobre las modificaciones planteadas y estuvieron «seis meses» esperando por una respuesta. También el carril bici supuso dificultades, ya que su idea inicial era que fuese compartido con el tráfico, opción desechada por el alto volumen de autobuses que llegarán hasta Correos. 

Cuando logramos que los buses girasen en Juana de Vega, el proyecto comenzó a cobrar sentido

El anhelo

A la pregunta de si hay alguna cuestión que se quedase fuera por imposibilidades de cualquier tipo, ambos coinciden en que se trató más de «hacer ajustes que cosas concretas», aunque hay un aspecto que no se llevará a cabo y que creen que hubiese sido diferencial. «Queríamos que fuese un paseo arbolado, fue una pena no poder hacerlo», explica José Manuel Vázquez, quien señala al aparcamiento subterráneo y a la alta concentración de distintos servicios bajo tierra como los responsables.

La zona necesitaba ese concepto de inicio de siglo como lugar de estar, de reunión y de paseo

«Para el árbol que irá en la plaza de Mina tuvimos que hacer malabares y encontrar un hueco en el que poder ponerlo», añade el arquitecto, que explica que el banco de este punto sería más grande si no fuese por el giro de los buses. Además, pone en valor los 500 metros cuadrados que se generarán con los 16 árboles que finalmente habrá: «Son una conquista».

«Enlazar la ciudad consolidada con el puerto era una finalidad y una posibilidad»

José Manuel Vázquez es originario de Carballedo, en Lugo, y Carmen Calatayud, de Beneixama, en el interior de Alicante. Se conocieron estudiando en Barcelona, son vecinos de Betanzos, y los responsables del futuro de los Cantones y del actual diseño de la calle Compostela.

«Nos sentimos orgullosos, fue como un laboratorio para nosotros y nos hizo sentir más seguros a la hora de proyectar el conjunto», reconocen sobre otra de las zonas ganadas para los peatones en los últimos años. Ahora, se creará «un paso más natural» desde Compostela hacia Méndez Núñez. La peatonalización de Entrejardines es otra de las señas de identidad del proyecto.

«Siempre entendimos que enlazar la ciudad consolidada con el puerto era una finalidad y una posibilidad», reconoce Vázquez, a lo que Calatayud añade que «la intención ahí y en Manuel Casás es favorecer las entradas naturales al puerto». Desde el inicio del proyecto tuvieron claro que «es el principio de ir recuperando esa conexión que está cortada» y que los jardines pueden actuar «como una bisagra» con el «borde marítimo».

En los estudios previos se planteó la posibilidad de crear una grada elevada —al estilo de la de Times Square, en Nueva York—, pero finalmente se desechó. «Haces propuestas, pero cuando aparece la necesidad de un ascensor y la única posibilidad es ese punto, obligaba a desplazar o ampliar bastante la grada, lo que desenfocaba su sentido», dice Vázquez. Finalmente, quedará una pequeña bancada para cubrir el foso del párking. «Queda una zona de reunión un poco elevada sin tapar la vista, te puedes levantar para dominar el entorno», admite Calatayud.