
Vanguardia de primer nivel ofreció la Camerata OSG en el concierto «Post-Prae-Ludium per Donau» para tuba y electroacústica del Festival Resis
20 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Sigue el Resis ofreciendo vanguardia de primer nivel, ahora con un concierto de cámara con público y músicos en el escenario del Palacio de la Ópera. Este formato (frecuente en salas de todo el mundo) es una rareza en A Coruña. Da gusto que una iniciativa local normalice la rareza mostrando que otra realidad es posible.
En su mirada a Luigi Nono, si la pasada semana se escuchó una notable versión de La fabbrica illuminata (con Adriana Aranda) esta cita la abrió Post-Prae-Ludium per Donau, para tuba y electroacústica. Del último Nono, la tuba se funde con la electroacústica en un juego de pequeñas células que crean un espacio sonoro sutil, delicado y fascinante. Soberbio Rodrigo Rodríguez a la tuba con Antonio Cid en la electrónica.
Después, tres estrenos que dialogan con otras artes. En concreto, de Leticia Goás, se inspira en Luisa Villalta en una composición para cuerdas que, desde pequeñas frases, maneja dinámicas y técnicas en un ejercicio más meditado que emocional. Lo emocional reina en The bridge of souls, de Richard Cameron-Wolfe (versión para cuerdas y piano) que usa recursos expresivos para armar un discurso sólido donde el piano aporta contraste y tensión a los arcos. Wladimir Rosinskij manejó los balances (intimísimo final). Lo mejor de la noche, por equilibrio de emoción y expresividad.
Animal insomne, de Wladimir Rosinskij, parte de fotografías de Manuel Vilariño. En cinco movimientos, juega con los instrumentos sugiriendo atmósferas en un discurso elocuente que se dilata innecesariamente. En ocasiones no todo se escucha con la debida presencia; pero mejora desde el cuarto movimiento (se lució Jeffrey Jonhson a la viola) y da momentos a bastantes solistas (José Belmonte en percusión con pasajes incómodos; Luis Serrapio a la trompeta, y Dasha Rosinskij al piano). Con buenas ideas, ganará efectividad e inmediatez de simplificar su discurso.
La Camerata OSG (dirigida por Wladimir Rosinskij) brilló y abre el melón de por qué la OSG ya no trabaja música de cámara. Éxito del Resis y de una Orquesta Sinfónica de Galicia preparada para más de lo que se le pide.