«Yo vi una frialdad increíble, una impasibilidad que mete miedo», dice una testigo del apuñalamiento del Orzán, en A Coruña

Bea Franco REDACCIÓN / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Uno de los detenidos por el apuñalamiento.
Uno de los detenidos por el apuñalamiento. ANGEL MANSO

Una vecina de la zona reclama más presencia policial y mayor control de los establecimientos hosteleros

22 abr 2024 . Actualizado a las 16:32 h.

Hay hartazgo entre los vecinos del Orzán, en A Coruña, por los sucesos violentos asociados a la movida. Un hecho que ha vuelto a revivirse tras el apuñalamiento de un hombre en la madrugada del viernes. Recibió 14 puñaladas con ensañamiento solo por pedir que no gritasen. La víctima continúa ingresada en el Hospital A Coruña, con pronóstico grave, pero ya fue trasladada a planta.

La vecina que realizó la grabación asegura que, aunque está acostumbrada a los ruidos, dijo que esa noche oyó un «ruido tremendo contra la valla del negocio» y entendió que lanzaban a alguien contra el establecimiento. Ante el suceso, optó por grabar con su teléfono móvil y vio como la «pobre víctima se desplomaba». El agresor no hizo caso a los gritos de las personas que estaban en la zona diciéndole que parara.

Explica que, aunque el autor de las puñaladas hizo ademán de alejarse, regresó para «darle las puñaladas, y uno de sus amigos lo intentó separar, pero empezó con patadas descomunales en la cabeza y lo dejó en un charco de sangre». Explica que solo paró cuando fue arrastrado por su amigo. Esta testigo cree que no se marcharon por el estado en el que se encontraba el herido, sino porque «vieron las luces de la policía por Panaderas y se fueron corriendo».

Respecto a cómo estaban el agresor y los amigos que lo acompañaban, la vecina indica que los vio «serenos, con una normalidad y frialdad que me parece increíble, sobre todo porque el chico no se movía y estaba en un charco de sangre». «Miraban hacia él como si nada con una impasibilidad que metía miedo», explicó. Además, considera que fue tremenda la violencia empleada en este suceso.

La testigo del suceso reconoce que no es la primera vez que ha visto hechos parecidos. «En los muchísimos años que llevo viviendo aquí, he visto agresiones similares», precisó. En este sentido, asegura que llevan entre cuatro o seis años que se registran incidentes en la zona, un hecho que vincula con los establecimientos hosteleros abiertos allí. «Primero fue un local y otro más recientemente, que hace un horario y actividad dentro del local que ha atraído una serie de gente especialmente problemática», explica. Además precisó que «las peleas, agresiones y gritos se han convertido en el pan de cada día todos los fines de semana».

Esta vecina, que desea que la víctima se recupere lo antes posible, dice que lo que reclaman al Ayuntamiento ante estos hechos es que haya más presencia policial en la ciudad. También una mayor agilidad cuando se investiga a los negocios hosteleros y sus actividades.

«A veces reciben sanciones, pero ¿qué le ha supuesto estar una semana cerrado, si al octavo día ya está haciendo lo mismo?», precisa esta residente en el Orzán, que dice que hay hosteleros que han recibido multas, pero continúan con actividades que generan problemas. «Queremos una reacción real por parte de quien puede, que es el Ayuntamiento», precisó.

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El presidente de la Asociación de Vecinos de Orzán-Pescadería, José Luis Méndez, por su parte, hizo un llamamiento a los vecinos afectados por la movida nocturna a denunciar los hechos. «Las personas que sufren los problemas de violencia o ruido que den la cara», exhortó el presidente de la entidad vecinal.