Un año de aquella noche en la que un joven de A Coruña apareció desorientado, semidesnudo y con la cuenta vacía
A CORUÑA CIUDAD
Denunció por la sospecha de haber sido víctima de algún tipo de sumisión química
08 dic 2023 . Actualizado a las 10:34 h.Hace un año un joven de 25 años de A Coruña vivió la peor noche de su vida. Una historia que no pasó desapercibida y que corrió de boca en boca a toda velocidad por la ciudad, impulsada por las sospechas y denuncias de casos de sumisión química que se estaban registrando en diversos puntos de la geografía española. En esa noche del sábado 10 de diciembre del 2022, el joven coruñés salió de su casa junto a dos amigas para celebrar su cumpleaños y apareció alrededor de las 4 de la madrugada semidesnudo y desorientado en las inmediaciones del Palacio de la Ópera y con la cuenta bancaria a cero.
Fue su padre el que denunció el caso en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, lo sucedido. «Salieron de casa sobre la 1.30 horas, fueron a un bar a tomar algo y desde ese momento mi hijo no se acuerda prácticamente de nada más», relató en ese momento. Fue una patrulla de la Policía la que lo encontró horas después «deambulando sin camiseta, ni zapatillas, solo con un pantalón», explicó.
El afectado acudió acompañado de su padre a la comisaría de Lonzas para denunciar lo sucedido, ya que «sospechaba» haber sido víctima de sumisión química por algún tipo de droga que le echaron en la bebida y que logró anular su voluntad. De hecho, antes de interponer la denuncia, el joven acudió al Chuac para someterse a pruebas que pudieran demostrarlo, si bien en ese momento el resultado fue negativo.
En el escrito policial se recoge que recordaba «vagamente» haber acudido a un cajero con una persona que insistentemente comenzó a pedirle el número PIN de su tarjeta de crédito. «Sin saber muy bien por qué, finalmente se lo facilitó», explicó. La cuenta quedó vacía y el joven apareció sin la mayoría de la ropa, zapatos incluidos, sin documentación y sin su teléfono móvil. Además, en la denuncia se recogió que una de las chicas que lo acompañaron también se sintió indispuesta tras tomar algo en un bar en la zona de San Andrés y que «apareció tirada en la calle», donde la encontraron una mujeres que la llevaron a su domicilio.
Sin embargo, y a pesar de los detalles que facilitó en la denuncia, poco o nada más se supo de lo qué sucedió aquella noche. Su móvil terminó en África, la primera muestra de orina se perdió y el joven tuvo que lidiar con comentarios que dudaban de su versión sobre lo socedido. Un año después, su padre quiere recordar que no siempre el alcohol está de situaciones como la que vivió su hijo.