Ana Aba Catoira: «La inteligencia artificial ya nos trae de cabeza con temas de calado jurídico»
A CORUÑA CIUDAD
Aunque las mujeres son mayoría en Derecho, es la primera que llega a decana en la Universidade da Coruña
09 oct 2023 . Actualizado a las 08:31 h.En el decanato de Derecho de la Universidade da Coruña solo hay retratos de hombres. Todos togados de rojo, sobre enormes cuadros presidiendo la pared, son los decanos que ha ido teniendo esta facultad desde que nació. Falta el del anterior alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, que este curso se encuentra en Los Ángeles y le ha pasado el testigo a Ana Aba Catoira (A Coruña, 1970), la primera mujer que rige los destinos de Derecho siete decanos después. Y eso que por sus aulas y pasillos son mayoría las alumnas.
—Da que pensar.
—En tasas de graduación, la Universidad es mayoritariamente femenina, aunque unas carreras más que otras. En el ámbito de las ciencias jurídicas, somos más las mujeres. Esto viene siendo así desde hace tiempo. Si miramos las cifras de doctorado, también hace tiempo que hay más mujeres que hombres. Al final, las instituciones son un reflejo de la sociedad.
—¿Son minoría en los escalones altos de la Universidad?
—En la gestión a alto nivel, tradicionalmente, o no estaban las mujeres o estaban en inferioridad. Desde hace un tiempo, eso se viene revirtiendo. En los cargos de gestión ha habido un gran avance en términos de igualdad. Derecho puede ser un buen ejemplo de participación equilibrada, porque en el equipo decanal somos más mujeres que hombres. Ahora bien, es cierto que hasta ahora no había habido una decana.
—Todavía quedan muchos espacios por alcanzar.
—En términos generales, todavía falta que al argumento femenino se le dé el mismo valor que a la autoridad masculina.
—¿Nos cuesta sentar cátedra?
—Sí. Esto lo he percibido en encuentros informales más masculinizados. Como que cuando habla el hombre recibe más apoyos.
—¿Qué siente al ser la primera?
—Me hace ilusión porque supone que depositan la confianza en mí. Es bonito y es importante abrir puertas. Romper esa barrera. Los techos, una vez que caen, es difícil que se vuelvan a levantar.
—¿Ferreiro le dio algún consejo?
—Mantenemos una relación fluida. Aún hablamos ayer por la tarde. El inicio del curso ha sido de lo más tranquilo.
—¿Cuántas solicitudes tuvieron?
—Hemos cubierto plazas. Son 120 alumnos en el grado y otros 60 en la simultaneidad Derecho-Administración de Empresas, más los Erasmus, Sicue (intercambios), máster, grado abierto y el grado bilingüe, que ahí no se han cubierto plazas pero se ha abierto otro plazo. Los números están bien. Y tenemos muchísimos matriculados extranjeros, sobre todo del ámbito latinoamericano.
—Derecho se oferta en casi todas las universidades. ¿Qué hacen para marcar la diferencia?
—Es una titulación que siempre tiene mucha competencia, sí. Por eso tenemos que seguir intentando mejorar el plan de estudios, que debe actualizarse continuamente y adecuarlo a la realidad, que es digital. La inteligencia artificial (IA) ya nos trae de cabeza con problemas de calado ético y jurídico. Está en mente de todo el profesorado adaptar nuestras materias a lo que demanda la sociedad: titulados en Derecho con perfil digital. Y en eso estamos.
—El tecnológico es uno de sus puntos fuertes, porque imparten el máster universitario en Derecho Digital y de la Inteligencia Artificial, que usted coordinaba y sigue siendo profesora.
—Es el único máster de estas características que se oferta en el noroeste. De hecho, tenemos estudiantes provenientes de múltiples zonas de España, además de los alumnos latinoamericanos.
—¿El desafío es participar en el nuevo escenario que se abre con la ciudad de las TIC y la Aesia? —Sí. El máster colabora con el Clúster TIC y con otras empresas, por lo que ya combinamos la parte teórica con la aplicación práctica del derecho digital.
—¿Cómo serán los abogados del futuro?
—El factor humano no va a desaparecer. La tecnología es un instrumento más que viene a agilizar la labor judicial.
«La tecnología va tan rápido que hay que incidir más en la educación digital»
Estamos en un momento de plena transformación y necesitamos expertos en derechos digitales. Estas dos ideas planean durante toda la entrevista con la nueva decana de Derecho de la UDC.
—¿Cuál es el peligro de la inteligencia artificial que más le preocupa a nivel de regulación?
—El Derecho no puede regular la tecnología, lo que tiene que regular son los usos de la tecnología, que deben ser éticos y deben garantizar los derechos de las personas. La tecnología debe estar al servicio de las personas y no las personas al servicio de la tecnología.
—Que nos hagan la vida más fácil, para entendernos.
—Así es. Eso es evidente en las aplicaciones de IA en materia de salud, educación, trabajo...
—Una regulación ética, entonces.
—Como jurista y constitucionalista, en el punto central tiene que estar la dignidad de las personas.
—¿Qué interesa más?
—Pues todo esto no. Realmente lo que mueve a los gigantes tecnológicos no es garantizar los derechos de las personas, porque los ven como usuarios o consumidores, que les pagan con su privacidad. Ese es el reto.
—¿Cómo proteger la privacidad?
—A través del principio de transparencia y responsabilidad. Que te ofrezcan información sobre el algoritmo que se utiliza, para qué se utiliza... Quiero decir, que puedas tener control sobre eso.
—¿Dónde está el límite? Fíjese en el caso de las menores de Extremadura de las que se inventaron desnudos.
—Es que esto va tan rápido que es inabarcable. Hemos evolucionado tanto en un año como antes en un siglo.
—Todo no es controlable.
—Por eso hay que incidir en la autoprotección, con capacitación y educación digital, que aún está fallando. Hay que incidir más ahí.