Manolo, el hostelero brutalmente agredido en O Ventorrillo, en A Coruña, reabre su negocio: «Es algo complicado de superar»

T. Rivas / F. Molezún A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Manolo, propietario de la cafetería San Telmo
Manolo, propietario de la cafetería San Telmo F. Molezún

Reconoce que desde que abrió la verja no para de revivir lo sucedido, lo que le está provocando temblores y sudores

09 oct 2023 . Actualizado a las 19:35 h.

Manolo, el hostelero de la cafetería San Telmo de O Ventorrillo que fue brutalmente agredido a mediados del mes pasado, reabrió este martes las puertas de su negocio sin que por el momento se sepa nada del hombre que lo atacó y que durante cinco largos minutos estuvo agarrándolo por la garganta sin mediar palabra. «Físicamente lo voy llevando, pero psíquicamente es otra cosa. Estoy temblando, sudoroso… es algo complicado de superar, pero no queda otra que seguir adelante», admitía esta mañana en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz. El hombre explicó que estos quince días en los que se mantuvo alejado de su negocio le sirvieron para olvidarse un poco de lo sucedido, «pero desde el momento en el que abrí esta mañana no paro de revivirlo».

La investigación todavía no ha dado sus frutos, por lo que la Policía Nacional continúa buscando al autor de la agresión y el robo. «Me trajeron varias fotografías y en la primera que me enseñaron ya les dije que era ese. Era una foto un poco antigua, pero no tuve dudas», sostiene Manolo. Los agentes recorrieron el barrio tanto el día de la agresión como en jornadas posteriores, pero sin éxito. «Algunos vecinos dicen que lo vieron ese día en la calle Monasterio de Moraime y otros aseguran que también lo conocen en la Sagrada Familia. Estará escondido en algún lado, pero caer ha de caer, porque tiene antecedentes de sobra», aseguró el hostelero, que confía en que el currículo delictivo de su agresor sirva para sumar años a su condena una vez que lo detengan y pase a disposición judicial, 

Para Manolo, el lado positivo de lo vivido fue la respuesta que recibió por parte de los vecinos y clientes de su cafetería. «Estuvieron volcados. El 95 % de los que tienen mi teléfono me llamaron para preocuparse por mí y hoy vinieron todos a primera hora», comentó y explicó que está barajando la posibilidad de añadir más medidas de seguridad además de la cámara que ya tiene. «Quizá colocar una alarma con botón de aviso, pero las cosas así suceden muy rápido y depende de dónde te pille te dará tiempo a activarlo o no», esgrimió justo antes de ponerse a preparar los cafés que sus clientes estaban deseando volver a tomar.