Los pasajeros de tren que se suben en Santiago agotan los billetes entre A Coruña y Vigo

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Marcos Míguez

Usuarios aseguran que el principal problema en horas punta es encontrar plazas libres para llegar a la provincia de Pontevedra

22 sep 2023 . Actualizado a las 20:12 h.

«Normalidad absoluta». Los viajeros que salieron y llegaron este viernes a A Coruña en los primeros trenes de la mañana vivieron una situación «como la de cualquier otro día». Tanto los pasajeros como los trabajadores de la estación de San Cristóbal confirmaron que no hubo incidencias o retrasos importantes en los servicios ferroviarios y que, incluso, en algunos trayectos de corta y media distancia hubo asientos vacíos. «El tren más concurrido para llegar a A Coruña suele ser el que llega aquí a las 07.45 horas, copado sobre todo por trabajadores de la Xunta. También sale lleno el de las 7.15 con destino Santiago y Vigo, pero en este caso solo hubo las típicas colas, que duran cinco minutos como mucho, para que revisen el equipaje. La jornada matial fue bastante fluida», coincidieron diferentes usuarios.  

Otro escenario se vivirá este viernes por la tarde, cuando los trabajadores y estudiantes cogen el tren de vuelta a casa. «Ahora hay que reservar o comprar los billetes por anticipado a través de la página web. Si esperas a última hora, te quedas sin asiento», confirma Gabriel Sansón, que todos los días de la semana se traslada desde Santiago a A Coruña por motivos laborales. «Si no lo haces con antelación, es casi imposible coger un billete para volver a Santiago a las 19.35 horas y hay que esperar al de las 19.50, que también suele estar bastante lleno. De todas formas, el principal problema es coger el tren hasta Vigo. Eso es tarea imposible. Es decir, un viernes por la tarde puedes encontrar plaza para llegar a Santiago, pero a Pontevedra o Vigo ya es imposible. Eso le pasa a muchos de mis compañeros, porque los que suben en Santiago ya agotan las plazas hacia el sur de Galicia», explica este trabajador. De hecho, él confirma que algunas veces reserva el billete para volver a Santiago desde A Coruña con solo un día de anticipación. «Mis compañeros que van a Vilagarcía, Pontevedra o Vigo, lo tienen que hacer muchísimo antes», incide. 

La página web y las taquillas de Renfe también echan humo para comprar los billetes de los domingos por la tarde o los lunes que coinciden en festivo. «Normalmente hay que reservar la plaza con tiempo, porque en este caso la gente quiere aprovechar el fin de semana y regresar lo más tarde posible a su lugar de estudio o trabajo», confirma otro pasajero. 

En todo caso, todos los años Renfe tiene en cuenta la sobredemanda existente los viernes y los domingos por las tardes y suele reforzar el servicio. De hecho, esta jornada hubo 12 trenes con doble composición, es decir, con doble de capacidad. Y la mayoría por la tarde. Así, en cuanto comienza el curso escolar, los trenes de hora punta hacia Santiago y Vigo llevan enganchadas dos composiciones más: en vez de tener asientos para 258 pasajeros tienen casi 520.  

 Bonos gratuitos

MARCOS MÍGUEZ

Los usuarios habituales del tren esperan, por otro lado, que los bonos gratuitos para viajes de corta y media distancia se prolonguen de forma indefinida. «Hablan de que se acabará en diciembre... El día que retiren los viajes gratuitos me lamentaré, y mucho», asegura José Antonio Cortés, trabajador de la facultad de Socioloxía en la Universidade da Coruña (UDC). Él se traslada casi todos los días de la semana desde Santiago en tren. «Gracias al abono de viajes gratuitos me ahorro mucho dinero. De hecho, antes de la pandemia me salía cada viaje, con los descuentos que podía aplicar, en unos 5 euros. Con la pandemia volví a coger el coche para evitar riesgos, pero no compensaba. Mires por donde lo mires siempre sale más barato ir en tren», explica José Antonio. También confirma que el comienzo de curso este año ha sido más tranquilo que el pasado: «Sigue habiendo bastante gente en los trenes, pero no es la locura del año pasado, con la puesta en marcha de los bonos gratuitos», añade.  

MARCOS MÍGUEZ

Ya poca gente compra los billetes directamente en ventanilla antes de subirse en tren, porque se arriesgan a quedarse en tierra. Sin embargo, la suerte estuvo este viernes de parte de Alexandra Castro y su hijo, que subieron al tren en Santiago, más o menos, a las 08.30 «y a las 9.05 ya estábamos aquí». Explica que no tuvo problemas para encontrar dos sitios libres, aunque para el billete de vuelta lo tuvo más complicado: «Queríamos volver antes, pero solo había hueco en el tren de las 15.00 horas. De todas formas, me dijeron que a lo largo de la mañana preguntara por si quedaban plazas libres y podía adelantar el regreso». Dice que el trámite fue sencillo y el viaje, «rapidísimo». Y más teniendo en cuenta que la clínica a la que tenían que acudir esa mañana por una cita médica estaba en Cuatro Caminos. «Yo pensaba que tendría que coger un taxi, pero desde la estación podemos ir andando sin problema», explicaba. Otros pasajeros salieron este viernes del tren con bicicleta plegable y patinete. Otros, ya por costumbre, utilizaban el servicio de BiciCoruña. «Antes había que pagar un suplemento, pero ahora ya puedes ir en el tren con la bici sin problema. De hecho, es mucho más cómodo porque evitas el gasto en gasolina, pagar un párking y los atascos. Las cosas están cambiando», explicaba otro usuario habitual de tren.

El PP pide mejores servicios 

Por otro lado, el PP de A Coruña ha exigido al Gobierno municipal que presione a Renfe para que refuerce las conexiones por tren en el eje atlántico ante el incremento de la demanda, «que ha llevado a colapsos en las conexiones de nuestra ciudad con Santiago, Pontevedra o Vigo». Piden que exijan a Renfe adoptar las medidas necesarias para garantizar el adecuado funcionamiento de estos servicios ferroviarios ante «las continuas quejas de los usuarios por la escasez de la oferta de plazas, falta de personal, así como retrasos y averías recurrentes».

Añaden que se consideran ya normales retrasos de veinte o treinta minutos, cuando no de una hora o más, «que perjudican a los usuarios que salen o llegan a nuestra ciudad». Estas demoras «son ya estructurales y generan notables problemas laborales, académicos y de conciliación». Añaden que el final de las vacaciones tanto de estudiantes como de trabajadores propicia que los trenes de primera hora de la mañana estén completos por no haber plazas suficientes y también por la no recuperación de frecuencias suprimidas durante la pandemia. Esto obliga a reservar plazas con varias semanas de antelación, lo que no es posible para muchos usuarios. «Mientras la demanda del transporte ferroviario crece en Galicia de forma continuada la calidad de los servicios de tren se deteriora progresivamente, como así reflejan las quejas de los usuarios», indican.