El cantante se mezcló con el público y conquistó María Pita
02 ago 2023 . Actualizado a las 11:31 h.Esta vez era diferente. Esta vez era esperado, deseado, aclamado, había expectativas, había verdadera devoción. Él mismo había dejado el listón muy alto, 11 años atrás, pero no importó. Mika lo volvió a hacer, la noche de este martes en María Pita, volvió a contagiar amor puro entre el público herculino y dio el mejor inicio posible a las fiestas.
A las 22.00 (la hora programada) la plaza estaba llena. Ocho focos intensamente blancos apuntaban hacia el público, que esperaba lleno de ganas. En el centro del escenario, un piano azul y rosa, con una M en amarillo, esperaba al artista. Él apareció sin ningún tipo de anticipación, sin que se encendiesen los focos, como un miembro más del staff y se sentó ante su instrumento.
«Boas noites a Coruña. Estou encantado de estar aquí», dijo en gallego. Y entre sutiles notas de piano contó una historia de amor sobre una mujer a la que conoció a las dos de la mañana en una gasolinera. La «mujer de la noche». Explicó que le resultaba difícil hablar después de un «gigante» como Lionel Scaloni, pero que estaba dispuesto a intentarlo. «Esta noite é como maxia. Todo o mundo vai amar hoxe», aseguró antes de abandonar el escenario.
Se llevaron el piano y entró la banda, vestida de blanco, entre interferencias radiofónicas. Los focos cambiaron de blanco sutil a rojo punzante. Dos tiras led creaban pantallas luminosas que flotaban en el aire y, entonces sí, Mika hizo su aparición triunfal. Salió corriendo, eléctrico, con un traje verde de lentejuelas.
«La última vez fue hace 11 años. Estoy más viejito ahora, estoy más tranquilo ahora. Estoy mucho más "bien educado" ahora. Estoy mucho más sobrio. ¿Y ustedes? [aplausos, silbidos, gritos]. Después de 11 años, me gustaría decir una cosa: yo soy Mika, ¿y ustedes? [más gritos]. Esta noche empieza el verano, ¿están listos?». Sonó Love Today y el público se entregó al instante.
Los siguientes temas fueron Origin, Ice Cream y Big Girl. Con el último de los tres, la estética fue convirtiéndose progresivamente en ochentera, todo el escenario parecía una bola de discoteca. Mika se marchó un momento y regresó vestido de rosa: «Ya no queda luz. Solo las estrellas, la luna y yo. Soy Barbie», dijo. Y mientras cantaba se metió entre el público, como uno más. Hizo que todo el mundo corease Big girl, you are beautiful y terminó con A Coruña, you are beautiful.
A lo largo del concierto el artista sacó un diente de león gigantesco, apareció un fondo de flores tras las tablas y un cartel luminoso que rezaba «May your head always bloom» (que tu cabeza siempre florezca).
Las más coreadas fueron Relax y, por supuesto, Grace Kelly, que no sonó hasta el final. Entre todos los colores del evento, Mika insistió en el concepto de conectar a través de la música. «Necesitamos conocernos», afirmó. «Para eso, una manera es hablar el mismo idioma, pero también se puede hacer una cosa mucho más peligrosa: cantar».
Las Noites de María Pita regresarán el miércoles 2 de agosto, también a las 22.00, con el concierto de Víctor Manuel.