El Chuac extirpa por primera vez en Galicia un cáncer de páncreas con tecnología robótica

R.D. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Equpo de cirugía general y digestiva del Hospital Universitario A Coruña (Chuac) operando con el robot Da Vinci.
Equpo de cirugía general y digestiva del Hospital Universitario A Coruña (Chuac) operando con el robot Da Vinci.

La paciente, una mujer de 60 años, ya ha recibido el alta y se recupera favorablemente en su casa

24 may 2023 . Actualizado a las 19:52 h.

El Hospital Universitario A Coruña ha utilizado por primera vez en Galicia la tecnología robótica para extirpar un cáncer de páncreas. La paciente es una mujer de 60 años que ya ha recibido el alta médica y que se recupera en su domicilio. Su evolución, según señalaron desde el centro, es satisfactoria. 

La duodenopancreatectomía cefálica, que así se denomina la operación practicada, consiste en la extirpación de la cabeza del páncreas, el duodeno, un pequeño segmento de estómago, la vesícula biliar y la vía biliar extrahepática, así como de los ganglios de la zona, que en este caso estaban afectados por el cáncer.

Los especialistas subrayan que se trata de «la técnica quirúrgica más compleja de toda la patología hepato-bilio-pancreática», de ahí que la forma más común de abordarla es mediante cirugía convencional abierta y, de manera más excepcional, con cirugía laparoscópica.

En este caso. el equipo de cirugía general del Chuac aprovechó las ventajas que proporciona el robot Da Vinci para llevar a cabo esta técnica por vez primera en Galicia. La intervención se llevó a cabo por vía laparoscópica, aprovechando la visión magnificada que aporta la tecnología, ya que el campo visual se amplía hasta 10 veces. El cirujano maneja la cámara con el robot, por lo que la visión del campo quirúrgico es muy estable, se elimina el temblor de las manos y se beneficia, además, de la capacidad de giro de las pinzas quirúrgicas, mucho más limitado en la laparoscopia convencional..

«La complejidad de esta técnica quirúrgica consiste no solo en la extirpación de toda la pieza afectada por el cáncer, que técnicamente es muy dificultosa por su relación con grandes vasos, si no también en la dificultad que tiene la reconstrucción de los órganos y tejidos que se encuentran alrededor del páncreas, por la proximidad de importantes venas y arterias», explican desde el hospital. 

La cirugía laparoscópica robotizada se puede aplicar en cualquier intervención endoscópica, pero en el caso del Chuac los cirujanos han decidido utilizarla en operaciones de alta complejidad, como  cáncer colorrectal, digestivo o pancreático, como en esta ocasión. 

Desde la puesta en marcha del robot Da Vinci. el servicio de cirugía general del Chuac ha realizado ya 337 operaciones. En todas estas indicaciones, la solución robótica «mejora los beneficios ya conocidos de la cirugía mínimamente invasiva», apuntan, lo que se refleja en una mejor y más rápida recuperación del paciente, la reducción de complicaciones postquirúrgicas y, en consecuencia, la vuelta más rápida a su actividad habitual. 

Javier Aguirrezabalaga González, cirujano general y digestivo del Chuac (A Coruña).
Javier Aguirrezabalaga González, cirujano general y digestivo del Chuac (A Coruña). EDUARDO PÉREZ

«Esto es como dar el último paso, como subir el último peldaño de la escalera», valora Javier Aguirrezabalaga González (Pontevedra, 1967), el cirujano que manejó la consola del robot, sobre una intervención «muy difícil porque la cabeza del páncreas está pegada a vasos muy grandes y, además, después hay que reconstruir, unir y suturar muchos tejidos», subraya. De la complejidad da idea el hecho de que «normalmente estos casos se hacen con cirugía abierta, en pocos sitios por laparoscopia y con robot en menos todavía». 

La operación realizada es, pues, la evolución derivada de una actividad robótica que los cirujanos digestivos del Chuac iniciaron en octubre del 2021 y que en la actualidad ya ha incorporado de forma rutinaria la realización de otras operaciones, como las hepáticas. 

Detrás está no solo la experiencia en cirugía abierta y laparoscópica de muchos años, sino que antes de afrontar el reto de extirpar el tumor de páncreas «fuimos a ver cómo lo hacían en otros centros, asistimos a reuniones específicas y pedimos asesoramiento a cirujanos con experiencia», explica Aguirrezabalaga, que detalla que la serie más larga de casos en los escasos centros que se realiza en España se encuentra en Barcelona. 

Cinco horas emplearon en extirpar el cáncer de páncreas en estadio I, cuando «por cirugía abierta son algo más de cuatro, es importante porque lo primero es la seguridad del paciente, no puedes lanzarte a una cirugía de nueve horas», explica el especialista, que aprecia que «una diferencia tan pequeña de tiempo significa que todo el equipo estaba preparado; estas son intervenciones de equipo, la enfermería tiene que controlar muy bien el robot, el anestesista, los ayudantes….». La paciente permaneció ingresada alrededor de dos semanas, una menos que con la técnica convencional, un período que probablemente se reducirá a una semana-diez días en los siguientes casos. 

Contar con el Da Vinci, a su juicio, facilita la práctica quirúrgica en varios aspectos, entre ellos «la calidad de visión, se magnifica por diez, vemos vasos que no somos capaces de ver con una cirugía abierta, lo que te permite ligarlos, cauterizar, controlar hemorragias…» y con una cámara que maneja el cirujano pero moviliza el robot, con lo que «no se mueve nunca, está estable, lo que da mucha tranquilidad». La propia tecnología, además, «te quita el temblor si en un momento dado te pones nervioso, y eso da mucha seguridad a la hora de coser un vaso o si se produce un sangrado». A ello añade Aguirrezabalaga la ventaja de manejar a distancia unas pinzas quirúrgicas «que no son rectas como en la laparoscopia y giran casi 360 grados, lo que te permite realizar muchas más maniobras». Además, «operas sentado, es mucho más cómodo», apunta.  

 Aunque no todos los casos pueden tratarse con el Da Vinci, los digestólogos consideran que su aplicación irá en aumento en tumores como el intervenido el pasado mes de abril, ya que «cada vez hay más incidencia de cáncer de páncreas». Solo en el Chuac, calculan que anualmente serán entre 35 y 40 pacientes, pero prevén que su aplicación se irá generalizando.

«Esto ya es el presente», sostiene el cirujano, quien valora el esfuerzo del Sergas por incorporar la robótica a los siete grandes hospitales de Galicia. En el caso del Chuac, donde el Da Vinci «es el  de mayor rendimiento de Galicia», han optado por centrar su aplicación «en aquellos casos que más pueden beneficiarse de sus ventajas, los más complejos».