Carmen, seis años para desokupar su casa en A Coruña: «Estou aliviada, pero con pena porque sei que irán a outra»

Todo empezó hace seis años. Este martes, los vecinos que pasaban por travesía da Cerca, una estrecha calle en el barrio de O Castrillón ( A Coruña), no podían evitar detenerse. «¡Menos mal!» o «¡por fin!» eran las expresiones más escuchadas. «Llamé todavía este domingo a la Policía Nacional. Intentaron robarme el bolso. Me dijeron claramente: "Señorita, si espera que vayamos a entrar en la casa y sacarlos, ya le decimos que no"», cuenta todavía indignada una residente.

A pesar de que está solo a unos cinco minutos de la concurrida y comercial avenida de Oza, este callejón que muchos estudiantes utilizan para atajar en su camino al IES Monte das Moas se convirtió en los últimos tiempos en un foco habitual de tráfico de drogas. Según los vecinos, tres de los acusados de realizar estas actividades estaban instalados en la casa que acaba de ser desokupada. 

«Está feita un desastre. Non estaba así cando a colleron. Das tres que están pegadas, e abandonadas, era a que mellor estaba, por iso a elixiron. Estou aliviada, si, pero con pena porque sei que estarán tratando de meterse noutra casa. Todo isto comezou haberá uns seis anos. Tivo que ser mediante unha sentenza xudicial. Esta mañá viñeron os funcionarios do xulgado cun grupo de policías», cuenta Carmen, una de las propietarias del inmueble. La residencia, de una sola planta, le llegó por una herencia y ahora los propietarios son «unha sociedade», explica. La casa es vecina, además, de otras dos en estado de abandono. Una de estas tres, la que está en el medio y es colindante con la propiedad de Carmen, será derribada por el Ayuntamiento.

De pie, observaba todo el proceso de tapiado de la ruinosa dirección. Unos obreros le sellaron las ventanas con bloques de hormigón en sus dos fachadas. «A estrutura pode valer, pero hai que refacer todo», cuenta. «Segundo a policía, parece ser que había tráfico de drogas aquí. Tivemos que indentificar ás persoas para poder facer a denuncia da okupación», añade. «Eu resolvín un problema que seguramente vai ter outra persoa, e continuamos a roda», sentencia la propietaria. 

Al parecer, las personas desalojadas eran tres, dos varones y una mujer. Ninguno mostró resistencia cuando llegaron los efectivos de la Policía Nacional. Se cree que ya estaban al tanto de que, un día u otro, se iba a producir esta situación ya que la sentencia llevaba esperando meses a ser ejecutada por la huelga en los juzgados. 

Ocupan otra casa vecina

«En A Coruña los alcaldes solo se preocupan de limpiar los jardines de Méndez Ñúñez, pero dejan desatendidos a los barrios. La travesía donde estaban estos okupas comunica con un colegio, un instituto, una guardería y un centro de salud. Los niños pasaban por un callejón donde eran habituales los trapicheos. En una casa parece ser que tenían la droga escondida en un falso techo que hicieron. Mientras no limpien los descampados que hay por O Castrillón y los saneen, este problema no se soluciona», dice Marta, una vecina. 

«Esta es la zona en la que se mueven. De hecho, hace menos de tres semanas que acaban de okupar otra casa, aquí, a unos metros de esta», indica Marta. Se refiere a un inmueble al fondo de la calle Cerca, junto al local de la asociación de vecinos. «Tenemos constancia de que ahí hay okupas desde hace unos días», aseguran otros residentes. 

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