Un exalcohólico carballés que ayuda a los que lo son: «O máis difícil é saber por que bebes»

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

«Eu non me identificaba co perfil de alcoholismo», relata, y ahora atiende en A Coruña, con otros, a quienes se lo piden

21 mar 2023 . Actualizado a las 23:30 h.

Pide permanecer en el anonimato, pero a este vecino de Carballo no le importa que se sepa que tiene 30 años y que no bebe desde los 26, cuando llamó a Alcohólicos Anónimos. Como entonces recibió ayuda, ahora él mismo (y otros compañeros) también forma parte de esa red de asistencia de 24 horas para todos aquellos que la precisan. Hay un teléfono siempre operativo, el 604.014.567, y una sede en A Coruña en el bajo del número 19 de la calle Nuestra Señora de la Luz, al lado de la Ronda de Outeiro.

De hecho, este tipo de entidades, conocidas desde hace mucho, siempre se han asociado a las grandes ciudades, y así es por operatividad y volumen de usuarios, pero la gente llega de más lugares, entre ellos de Bergantiños. Pero hay que darlo a conocer, y este voluntario, junto a otro, lo hizo recientemente en una reunión de Cáritas de Bergantiños, presentando su programa de atención. Todas la explicaciones y datos siempre son útiles, pero lo que más impacta es conocer la historia personal de cada afectado, que casi siempre tiene su reflejo en otras. Empezando por reconocer el problema. «O máis difícil é saber por que bebes. Eu non me identificaba co perfil de alcoholismo, pero funo facendo», señala. «Non o ves, eu non pensaba que era alcohólico. Empecei a beber como moitos do meu entorno, xa con 13 ou 14 anos. Da xente que coñecía, iso era o normal, o habitual. E sendo así, como vas deixar de facelo?», se pregunta.

Pero llegó un momento en el que se dijo que había que parar, y paró un 26 diciembre, cuando llamó. «Chamei porque sabía que tiña un problema, e tamén porque atendían a calquera hora. Dixéronme que fose xa, canto antes, e fun», resume sobre aquel primer encuentro. Seguramente ni imaginaba que años más tarde estaría él al otro lado del teléfono para atender como a él lo escucharon.

Tuvo suerte, porque mantuvo su vida y lo dejó en el momento adecuado. Otros acuden cuando ya la han echado a perder. En tanto tiempo ha visto de todo. «Este mal é moi democrático, cae todo tipo e xente, con cartos ou sen eles, con estudos ou sen eles». Y a todos se les echa una mano. No se cobra nada y se ayuda incluso a quien no tiene nada. No hay cuotas ni donaciones, ni subvenciones. Ni salarios, todos son voluntarios. Pero sí aportaciones de quien quiera o pueda para mantener esa pequeña infraestructura, esa red. Y la gran mayoría sigue en contacto y con reuniones para ver cómo les va, no recaer, y ayudar a los nuevos en esa terapia de «autocoñecemento», en la que la «honestidade cun mesmo» es crucial. No engañarse a uno ni a los demás. «Cambia moito contalo a vivilo dende dentro», añade.  

Un modo más a explorar de los varios que existen para tratarse las adicciones: los profesionales clínicos, entidades como la UCA comarcal con sede en Carballo, las charlas desde el colegio con entidades como Vieiro...