El frío y las goteras en A Coruña hacen «engordar» a las monjas clarisas de Santa Bárbara

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

MIGUEL MIRAMONTES

Inician la reforma de la cubierta para combatir las humedades en el convento, donde las 20 religiosas se ponen más ropa bajo el hábito ante las bajas temperaturas

18 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En el convento de clausura de Santa Bárbara de las Clarisas Descalzas, situado en la Ciudad Vieja de A Coruña, conviven en este momento 20 religiosas. Para ellas está siendo un invierno especialmente duro: frío, húmedo y con goteras. Por ello, como bromea una de las responsables de la comunidad, en los últimos tiempos todas ellas han engordado mucho: «Y no por comer... sino por toda la ropa que nos tenemos que poner debajo del hábito». Porque además de los problemas de filtraciones que tiene el edificio, poner en marcha la calefacción para caldear un edificio del siglo XV resulta inviable: «Nos saldría carísimo. El año pasado ya tampoco la pudimos conectar. Así que sorteamos el frío poniéndonos más medias, calcetines...», explican las religiosas.

Esperan que la situación cambie ahora que la Xunta ha comenzado las obras de conservación de las cubiertas del convento. Los trabajadores empezaron a instalar los andamios el 28 de enero y tiene un plazo de ejecución aproximado de tres meses, con un presupuesto de más de 190.000 euros. El objetivo, según explicaron desde la Consellería de Cultura, «é resolver os problemas de filtración de auga e de deterioro da tella ao tempo que se reparan as baixantes e canalóns, o formigón do patio dos porco e o borde da terraza do claustro, que actualmente presenta risco de caída».

Destrozos en el claustro

El proyecto se completará con la renovación de la impermeabilización con el fin de garantizar la protección y la conservación de este bien, protegido por su valor cultural al estar incluido en el Catálogo do Patrimonio Cultural de Galicia y formar parte de la declaración de Ben de Interese Cultural de la plaza de Santa Bárbara. Las monjas indican que no tienen goteras en todas las estancias, pero donde más destrozos se produjeron fue en el claustro: «Allí hay suelo de madera que hubo que levantarlo, porque al ser un invierno tan lluvioso las filtraciones caían por las paredes casi a chorro. Pusimos toallas, mantas... y cuando dejaba de llover las retirábamos para evitar que la madera se hinchara. Y esto nos pasó en cuatro o cinco sitios», relatan. Aclara que, por suerte, las habitaciones no tenían este tipo de humedades, aunque el frío las atenaza en las jornadas más heladas. «El claustro, la galería superior y también el tercer piso tienen los desperfectos más visibles. De hecho, en esta última zona, al lado de la enfermería, sí que tuvimos que poner calderos», comentan.

MIGUEL MIRAMONTES

Aunque se trata de un convento de clausura, por lo que no está permitida la entrada de personas de distinto sexo al de las monjas titulares, las clarisas tendrán que convivir con los operarios, que ya muchos de los trabajos tendrán que hacerse en zonas que no están abiertas al público y donde las religiosas realizan su vida habitual en recogimiento. «Nosotras seguiremos aquí, evidentemente. No tendremos que irnos. Y la mayor parte de los trabajos los realizarán desde la parte de afuera, porque sobre todo afectan a la cubierta», explica una de las responsables de esta comunidad religiosa.

Detalle de las obras

Dicen que la tramitación administrativa fue lenta, porque se trata de un edificio protegido, «pero después de tantos años, la espera mereció la pena». Así, las obras más importantes incluyen la cubierta del campanario de la iglesia, la renovación de la cubierta de teja y comprobación de si existen placas de fibrocemento y su estado, manteniéndose en caso de que estén bien conservadas.

También se actuará en la cubierta del torreón-mirador (Gurugú), eliminando la canalización oculta y reposición del tramo de cubierta del borde con placas de fibrocemento y teja curva, e la dotación de bajantes de cobre.

En el llamado pabellón inglés, se procederá a la limpieza de las faldas de la cubierta y elementos de piedra y reposición de tejas deterioradas. Allí se desmontará la parte alta para adoptar un sistema de ventilación.

Sobre la cubierta translúcida (lucernario de las escaleras) se instalará teja curva y se revisará que la caída de aguas.

En la cubierta del claustro se ofrecerá una solución más unificada al perímetro, eliminando diferencias de cotas y reordenando pendientes y derivaciones a las bajantes, que se sustituirán por otras de cobre. También se intervendrá en la terraza del claustro, el patio de la iglesia, el llamado patio do pazo, en la medianera con los Dominicos, en la zona de San José, en el patio dos porcos, en la terraza-galería, el tendedero así como en los vestuarios y aseos.