Ana Baneira se recupera en A Coruña: «Está supercansada, física, mental y emocionalmente», dice la portavoz

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

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Ana Baneira, en agosto del 2020 en Muxía
Ana Baneira, en agosto del 2020 en Muxía BASILIO BELLO

Su familia no veía a la joven, que estuvo casi cuatro meses detenida en Irán, desde junio del año pasado cuando emprendió un viaje como mochilera por Asia

28 feb 2023 . Actualizado a las 19:01 h.

Cansada, con menos kilos y con el pelo más corto. Así lucía este lunes Ana Baneira a su llegada al aeropuerto de Santiago de Compostela, en donde la expectación por ver a la joven era máxima. La coruñesa de 24 años se reunió por fin con su familia, a la que no veía desde junio del 2022, cuando comenzó su viaje como mochilera por Asia central y Oriente medio. Ahora, descansa en su casa de A Coruña, tal y como confirma la portavoz familiar, Llerena Perozo. «Está supercansada, física, mental y emocionalmente», apunta. No es para menos, ya que la activista pasó los últimos cuatro meses privada de su libertad en Irán.

La portavoz de la coruñesa se reunirá con ella en las próximas horas para explicarle la expectación en torno a su detención en Irán y decidir los pasos a seguir, entre los que se plantea la posibilidad de realizar este miércoles una convocatoria pública. «Está durmiendo y no creo que se levante hasta la hora de comer», comenta Perozo, que destaca el agotamiento de la joven. 

Por el momento, aunque la familia apuntó el sábado que el trato en el país asiático había sido bueno, se desconocen los detalles de su situación en la república islamista, así como el motivo exacto de su detención. Desde la Agencia de Noticias de Activistas por los Derechos Humanos (HRANA), señalaron en noviembre que la coruñesa había sido retenida por participar en las protestas que sacudieron el país tras la muerte de Mahsa Amini, la joven detenida por llevar mal colocado el velo. Ahora, será la joven, tal y como recalca la portavoz familiar, la que decida cómo y cuándo hablar. 

Ana Baneira (en el centro con gorro) con su familia a su llegada a Santiago de Compostela este lunes en una imagen distribuida por sus allegados
Ana Baneira (en el centro con gorro) con su familia a su llegada a Santiago de Compostela este lunes en una imagen distribuida por sus allegados

Durante los meses de su arresto, que saltó a la luz el 8 de noviembre del año pasado, el silencio fue una constante, tanto por su círculo como por parte del Ministerio de Exteriores. El motivo fue evitar alterar con fuentes externas las negociaciones entre España e Irán para la puesta en libertad de Baneira, al igual que en la actualidad hacen con Santiago Sánchez Cogedor, arrestado a finales de octubre cuando se dirigía a pie a Catar para ver el Mundial de fútbol.

La tensión durante los últimos meses fue máxima en el entorno de Ana Baneira, que en enero estaba a la espera de una posible citación por parte del Gobierno iraní para juzgar a la joven. «É un alivio, pero houbo unha instrución xudicial para ver se había motivo para xulgala ou non», señalaron. 

Un viaje que comenzó con un imprevisto

Baneira explicó en su blog el motivo de su periplo por Asia antes de partir, en junio del año pasado. «La razón de este viaje lo define muy bien Hilary Cottom en su libro Radical Help: 'Hay ideas que bailan como motas de polvo en la periferia de nuestra visión, capturando nuestra atención brevemente antes de desaparecer. Y hay otras que se pegan: a las que volvemos una y otra vez; ideas que por la razón que sea, definen quienes somos y que hacemos'. Supongo que el viaje que he empezado es una de esas ideas que llevaba demasiado tiempo cogiendo polvo en mi cabeza», escribió Baneira, que estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidade da Coruña y que realizó un Erasmus en Tiflis (Georgia). Además, en mayo del 2022 terminó sus estudios en la cátedra Inditex-UDC de Sostenibilidad

Baneira también relató en su blog que el primer día de su periplo, «la aventura comienza el 9 de junio en el aeropuerto de Santiago de Compostela», ya sufrió un imprevisto. «Dos horas antes de hacer el check in comienzo a buscar información sobre el aeropuerto de Ginebra, en el que me toca hacer una escala de más de 12 horas y donde pretendía pasar la noche, y me encuentro con que cierra a medianoche», apuntó la joven en su blog el 20 de junio del 2022. Finalmente, la coruñesa escribió que fue acogida por «un activista y defensor de los derechos humanos» con el que contactó «a través de la International Association Geneva For Rights». Además, en esa última entrada en internet, Baneira apuntó que le resulta «gracioso pensar en cómo los imprevistos o situaciones de incertidumbre pueden convertirse en una oportunidad para vivir momentos tan inesperados y fantásticos».

Precisamente, el inicio de su viaje a Asia, que emprendió tras finalizar su trabajo en el departamento de Sostenibilidad de Abanca, fue la última publicación que realizó en internet. En su página, la coruñesa, activista desde muy pequeña a través de diferentes asociaciones benéficas como Cáritas, también recoge que en el verano del 2020 recorrió a pie 1.200kilómetros de la costa de Galicia para recoger la mayor cantidad de residuos posibles, un total de 600 kilogramos, «y así lanzar un mensaje de concienciación sobre el cuidado del medioambiente». Asimismo, explica los motivos que la llevaron a viajar sola desde los 18 años. «Empezar a viajar fue, en resumen, un acto de rebeldía para salir del camino marcado, aprender sobre todo aquello que no podía encontrar en mi ciudad e intentar dar respuesta a dos preguntas: ¿Quién soy? ¿Qué quiero? En la actualidad, viajar ya no es un acto de rebeldía, es una forma de vida y de aprendizaje continuo. Por lo que el objetivo de este blog, no es otro que compartir información, historias y dar a conocer a otras mujeres viajeras».

Casualmente, su viaje de vuelta a Galicia fue el mismo que emprendió para llegar a Asia cuando comenzó su aventura. Baneira tomó un avión en Lavacolla hacia Ginebra para desde allí continuar su periplo, mientras que su regreso se produjo también a través de la ciudad suiza, a la que llegó el domingo procedente de Dubái. La joven aterrizó en la capital de los Emiratos Árabes el sábado tras coger un avión en Teherán, a donde llegó acompañada el embajador de España en Irán, Ángel Losada.