A la mítica sala de conciertos de A Coruña le sale un hermano pequeño en el que las guitarras se cambian por cocina «cajún» y criolla
18 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La decoración ya te avisa de que no estás entrando en un bar cualquiera. Un enorme mural de Nina Simone (obra del ilustrador Nor) da la bienvenida a quien se adentra en Mardi Gras Cuisine & Music. Y sí, es la gente de la sala de conciertos la que está detrás y el espíritu es el mismo. Pero aquí se viene a comer, no a escuchar guitarrazos. A la cabeza está Yolanda Vila —a cuya cabeza inquieta parece que se le quedaba corta la aventura de la música en directo—, respaldada por el buen hacer de Luz Rodríguez a los fogones y Mery Lafuente en la sala. «La gente que lleva más de veinte años disfrutando de la música de noche con nosotros, ahora puede venir a divertirse por el día», explica Yolanda.
La propuesta es ambiciosa. Abarca desde desayunos hasta cenas e incluso un cóctel o una primera copa, pasando por el aperitivo con su pincho, la comida «o un vino con una tosta a media tarde porque con la vida atropellada que llevamos ya no sabemos ni cuándo tendremos tiempo de parar a comer», cuenta Yolanda. Al menú han querido darle un toque acorde con la decoración, e invita a viajar hasta los sabores de Nueva Orleans sin perder de vista el producto local y algunos clásicos inevitables de nuestra gastronomía. «Es que la cocina cajún y criolla tiene su punto picante, y no todos los paladares están preparados. Por eso ponemos las salsas aparte e incluimos tortilla o tiras de pollo para los niños, que aquí es bienvenida toda la familia», cuenta Luz desde la cocina. Destacan propuestas de la cocina sureña como los tomates verdes fritos (solo los sábados) que se traen desde el otro lado del Atlántico, y adaptaciones con toque local, como un plato llamado jambalaya, que es un arroz meloso de mejillones, langostinos y sepia con tierra de chorizo ibérico y salsa cajún. Completan la carta unos baos de torrezno, unas gyozas de shiitake y, por supuesto, una hamburguesa estilo Oklahoma, entre otras delicias.
Aparte de la carta disponen de un surtido de cosas para picar, tanto dulces (carrot cake casera) como saladas (tostas), a cualquier hora del día, así como brunches. Y en breve pondrán menú del día.
¡Ah!, y para tranquilidad de la parroquia roquera, el Mardi tradicional, el de los conciertos, no cierra. Seguirá alimentando el espíritu de todos los fieles mientras que de alimentar el cuerpo ya se ocupa el nuevo local.
MENÚ RECOMENDADO
Croquetas de pollo asado Bourbon Street.
«Jambalaya».
Tarta de queso.
45 euros (dos personas).
Calle Cordelería (entrada también por Comandante Fontanes)
Teléfono: 981 91 67 63