Las flores o los tratamientos de bienestar, opciones que sorprenden
10 feb 2023 . Actualizado a las 17:20 h.Aunque no de la misma forma ni con la misma intensidad, el Día de los Enamorados se celebra en diferentes partes del mundo. En Japón y Corea del Sur las mujeres regalan chocolate a los hombres. Los estadounidenses tienen como tradición intercambiarse tarjetas. En Dinamarca y Noruega ellas reciben poemas anónimos.
En España, los dulces, las flores y otros regalos teñidos de rojo son la joya de la corona cada 14 de febrero y los comerciantes del área de A Coruña lo saben. Por eso, sacan a relucir todo su ingenio sabiendo que en esta fecha cualquiera puede ser su aliado, ya que «no hay edad para el amor», tal y como apunta Mercedes García, gerente de la floristería No solo flores de Betanzos. «Me sorprenden los hombres de 60 y 70 y pico años que vienen. A lo mejor no vienen tanto los de 40 o 30, pero los mayores sí y lo hacen con más corazón», asegura la florista, acostumbrada a vender mucho a última hora, sobre todo a los chichos jóvenes o a algunos padres rezagados a los que su hijo les recuerda que ha llegado el día de celebrar el amor con sus parejas.
Rosa roja, la reina
Cuenta la leyenda que San Valentín fue un médico y sacerdote romano que casaba de forma clandestina a las parejas enamoradas cuando el matrimonio de jóvenes soldados estaba prohibido. Fue descubierto y condenado a muerte por el emperador Claudio II un 14 de febrero. Uno de los guardianes que custodiaba su celda plantó un almendro florido en su honor.
Es una de las historias que explica el origen de la costumbre de regalar flores a la persona amada. Es el regalo que nunca falla entre amigos y parejas. Con el tiempo, se ha construido un lenguaje propio con las rosas y sus colores, de modo que el rojo representa el amor y el amarillo la amistad, entre otros muchos. Este idioma no está tan en desuso como parece, según confirma Mercedes García, que da fe de que la rosa roja sigue siendo la reina de esta ocasión especial. También hay muchos que optan por romper ligeramente la tradición y regalar un ramo alegre o una orquídea. «Con las flores quedas de maravilla. Creo que no estamos muy acostumbrados a recibirlas y que sorprendes a la gente. Un ramo alegre, colorido y variado te levanta el ánimo», opina la florista.
Salud y placer
Como todo hábito se renueva con los años, los obsequios y planes para expresar el amor han ido evolucionando. Hoy en día, cualquier cosa puede ser una buena alternativa para sorprender a la persona amada, desde una escapada y hasta un plan austero con una puesta de sol de fondo. Y cada vez son más los que, en un mundo estresante, eligen una experiencia para relajarse. «Regalar salud y bienestar te mejora el estado de ánimo. Cuando uno se encuentra a gusto consigo mismo también lo proyecta. No hay nada mejor que regalar un rato para cuidarse y proyectarse en una imagen conforme con como uno quiere verse», considera la farmacéutica Ariana Fernández, que gestiona el local de belleza y salud de A Coruña La piel 10 (Lp 10), donde ofrecen tratamientos personalizados en sus boxes. Tienen dos packs de regalo para dos personas en cabina, con fórmulas de albaricoque hechas a medida. Un tratamiento es para el cutis y otro es para el cuerpo, con una exfoliación y una sesión de relajación con un vídeo tutorial.
Ya son muchos los que se hacen este tipo de regalos para disfrutar en pareja por San Valentín. «A la gente le gusta vivir una experiencia, es lo mas parecido a viajar por el mundo sin moverse de casa. Los clientes salen de nuestra cabina relajados y felices», destaca Fernández.
Desde la pandemia, argumenta, la gente se cuida más y sabe cuidarse. Ha sido mucho el tiempo dedicado por las personas a informarse para sentirse bien. Y todavía son más las horas que muchos pasan pensando en cómo hacer el regalo perfecto, que a veces está mucho más cerca de lo que parece.
Comer en un entorno privilegiado
Toda celebración implica salir a festejarla. Y San Valentín no iba a ser menos, ya que todos los que disfrutan de los 14 de febrero no pueden hacerlo sin un buen restaurante en el plan. El abanico de posibilidades es muy amplio y los establecimientos del área de A Coruña ya están preparados para recibir a sus comensales enamorados.
En el restaurante A Cabana, en Bergondo, saben de sobra lo que es el amor, pues a lo largo de sus 40 años de vida han vivido cuantiosas historias románticas. El gerente, Manuel Casal, afirma que la gran parte de su magia la crea el entorno, que es «privilegiado» con unas «vistas espectaculares» a la desembocadura de la ría de Betanzos. Por eso, han preparado un menú especial de San Valentín que lo darán desde el 10 al 19 de febrero, ya que los enamorados no solo lo celebran el 14.
Cuatro platos y postre
El menú está compuesto por cuatro platos y un postre. De primero, empanada y salpicón de cola de cigala. De segundo, lomos de merluza rellenos de centollo y entrecot Café París y, finalmente, el postre se compone por profiteroles rellenos de chocolate. Después, también ofrecen café y minerales. Con esta sucesión de elaboraciones, esperan dejar satisfechos a todos cuantos se acerquen a este rincón de Bergondo.
Lejos de ser una celebración caduca, Casal cree que «ahora a lo mejor hay más gente que antes» porque existe una mayor publicidad y la celebración ha ganado otra notoriedad. Además, son personas de todas las edades las que optan por salir a comer por San Valentín. «Es curioso porque hay gente joven y mayor. Vienen parejas que ves que son primerizas o jovencitos y también gente que lleva toda la vida con su enamorado y que lo siguen celebrando», sostiene el hostelero, que cree que regalar una comida es una opción que le gusta a todo el mundo. «Es un momento especial para estar con tu pareja y disfrutarlo. Será muy especial si vas un sitio un poco distinto que tenga encanto. A la gente le gusta», razona.
«Hay de todo. Hay quien va ese día y hay quien va el fin de semana porque no puede por la semana. En el día propio de San Valentín solo suelen venir parejas, pero estos días también estamos con las jornadas del cocido. Entonces, tenemos también muchas familias», detalla Casal.
Sin embargo, el amor es uno de sus platos más fuertes, pues, como reitera, las especiales vistas de su local hacen que no solo acudan los enamorados en febrero. «Todo el año tenemos parejas que vienen a disfrutar del sitio», confirma.
No es el único establecimiento que ofrece menú de San Valentín en la comarca. El restaurante Olas, del hotel Noa Boutique de Santa Cruz, en Oleiros, también tiene su propia propuesta, que se puede saborear del 10 al 18 de febrero. Contiene varios entrantes y dos segundos: merluza y rabo de toro. Está creado por el chef Alejandro Ares y pretende ser «un viaje por la pureza de los sabores de Galicia», ya que el producto es gallego, de tierra y mar, junto a una selección de vinos de su bodega. Se ubica también en un enclave privilegiado, frente al castillo de Santa Cruz, desde donde se puede ver la ciudad de A Coruña al fondo.
Enclaves románticos
Tras la comida, muchas parejas optan por pasear o ver el atardecer en alguno de los múltiples lugares especiales que alberga la costa coruñesa. La pequeña cala junto al imponente Morro de Canide y el faro de Mera son dos de los lugares idílicos más románticos de Oleiros. Para aquellos que disfrutan de la puesta de sol, la ya denominada «curva romántica» de Bens, la zona de O Portiño, la torre de Hércules y la playa de Alba, en Arteixo, son algunos de los espacios predilectos, donde se pueden ver parejas con frecuencia.