Un invierno sin calefacción en A Coruña: «Dormimos con dos pantalones y tres chaquetas»

Ana González Núñez
Ana González A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Yasmín Hernández y Javier Beltrán, a las puertas de la Cocina Económica.
Yasmín Hernández y Javier Beltrán, a las puertas de la Cocina Económica. ANA GONZÁLEZ

La pobreza energética se apodera de muchos vecinos de la ciudad que sufren las bajas temperaturas

04 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras la ciudad vive uno de sus inviernos más fríos, son muchos los que tienen que prescindir de la calefacción. Un estudio realizado por la compañía Ecoflow estima que siete de cada diez personas se encuentran en esta situación de pobreza energética, en la que no pueden hacer un uso normal de los radiadores para poder hacer frente a la factura de la luz.

La situación se vuelve aún más complicada para los que están acostumbrados a temperaturas altas. Es el caso de Javier Beltrán y su mujer Yasmín Hernández, que llegaron de Venezuela hace muy poco tiempo con su hija de 18 años y viven en la zona de As Atochas gracias a la solidaridad de un amigo que les cedió un piso debido a que, por falta de documentación y permiso de trabajo, no han podido generar ingresos. Lo único que pagan son la luz, el gas y el agua. «Tenemos dos o tres bombillas prendidas para no generar más gastos de los que podemos pagar porque la luz es costosa», explica Javier, a su salida de la Cocina Económica.

No tienen calefacción y no les resulta fácil aguantar los valores que marcan estos días los termómetros en A Coruña. «Estamos acostumbrados a unos 30 o 32 grados, pero llegar aquí ha sido una experiencia asombrosa al sentir el frío tan extraordinario porque la temperatura ha llegado a menos uno», remarcó el venezolano, que se las ingenia como puede para entrar en calor. «Dormimos con dos pantalones y tres chaquetas, mantas y más mantas», asegura el hombre, que sueña con hacerse autónomo para dedicarse a las redes sociales, como hacía en su país. Yasmín siempre perteneció al sector de la cocina y le gustaría trabajar en lo mismo aquí. «Desearíamos ser productivos para A Coruña y aportar todo nuestro conocimiento a una ciudad que admiramos», destaca Beltrán.

Natale Lombardo, vecino del Agra do Orzán.
Natale Lombardo, vecino del Agra do Orzán. CESAR QUIAN

Las noches, lo más duro

Del mismo país que ellos procede Natale Lombardo, un jubilado de 68 años que vive en A Coruña desde hace cuatro, en el Agra do Orzán. «No pongo la calefacción porque en mi piso es eléctrica y es muy cara», cuenta este venezolano que intenta no gastar luz y pagar una factura baja. «Subiría muchísimo si enciendo el radiador», comenta. «Tengo frío, sin duda alguna. Siempre ando muy arropado, con jersey y chaqueta. Por el día da igual porque ando de aquí para allá y afortunadamente tengo ropa adecuada, pero lo peor son las noches», detalla. Ni siquiera tiene una estufa ni otra forma de subir la temperatura de su hogar. «Uno ya conoce las sábanas gordas para calentarse y se acostumbra», reconoce, quitándole hierro al asunto.

«Siempre tengo dificultades para llegar a fin de mes», señala el hombre, que está en proceso de jubilarse y que culmina la conversación con optimismo: «Estos días son fríos pero ya solo quedan un par de semanas».