Del palco de la orquesta a cantar en las calles de A Coruña

Caterina Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Los ingresos de Óscar, miembro de Foliada, dependen de la voluntad de la gente que lo escucha en el Obelisco o la calle Barcelona

08 feb 2023 . Actualizado a las 18:58 h.

Con el fin de las verbenas en verano los músicos y cantantes de las orquestas ponen fin a una intensa temporada con actuaciones casi todas las noches. Así, el ritmo de vida de Óscar Flores, cantante de Foliada D’Ases, ha cambiado radicalmente en los últimos meses. «Hay que buscarse la vida porque el invierno es muy duro», relata el hombre, natural de Venezuela y cuya fuente de ingresos actualmente depende de sus actuaciones en las calles de A Coruña.

No es la primera vez que el venezolano lleva su voz a la vía pública. «Cuando llegué a España hace siete años estuve primero en Madrid. Allí cantaba y tocaba la guitarra en los vagones del metro, pero era más complicado que aquí, ya que hay que pedir permisos y no era tan amable», señala el hombre. «La gente responde muy bien, puede haber uno que haya tenido un mal día y te diga algo feo, pero en general se me acercan y me dicen que yo no debería estar cantando en la calle, que tengo muy buena voz y que vaya a un programa de la tele». Precisamente, Óscar participó en el concurso Recantos enmarcado en el programa Luar de la Televisión de Galicia. «Estuve de septiembre a diciembre del año pasado, pero me eliminaron. También fui al casting de La Voz, pero no tuve suerte. Hay mucho talento y es muy difícil entrar en un concurso de ese nivel».

Hasta 50 euros por jornada

Antes de conseguir empleo en la música en Galicia, Óscar se buscó la vida en diferentes sectores. «Trabajé de repartidor, de cocinero, casi de todo. Ahora no quise buscar un trabajo convencional porque prefiero compaginar mi tiempo con mi hija. Tiene 5 años y así no dependo de un horario, sino que soy como mi propio jefe y puedo adaptarme para ir a buscarla al colegio, comer con ella y estar tiempo juntos». Un tiempo que valora mucho después de la intensa temporada de verbenas en la que poco pisó su casa. «Es un trabajo duro y sacrificado. Los inicios son difíciles y depende de en qué orquesta caigas. Si estás en una buena formación, los ingresos son beneficiosos, pero tienes que aguantar en invierno. Por suerte, en Foliada estoy súper contento, si fuese por mí, me quedaría para siempre porque mis compañeros son todos muy buena gente», indica el cantante que prepara ahora su segunda temporada en esa formación. «Estamos ya con los ensayos. Quedamos una vez por semana y este martes tuvimos una sesión de fotos. Somos tres cantantes, dos chicas y yo, seis músicos y el mánager», indica Óscar, que anteriormente pasó por la orquesta Versalles.

El repertorio que Óscar ofrece en la calle es diferente al que hacía sobre el palco de la fiesta. «Cantó sobre todo baladas, que es lo que más me gusta», apunta el hombre, que confiesa que con el frío de estos días tiene «los labios rojos, pero bueno, con este tiempo puedo salir a la calle, ya que si llueve pierde la jornada». Igual de variable que el tiempo es el dinero que percibe cada día por cantar al aire libre. «Depende mucho, pero pueden ser 50 euros. Me compré un equipo con altavoz y micro para hacerlo de la forma más profesional posible». Entre las canciones que canta están Princesa, de David Bisbal, o el clásico Unchained melody de la película Ghost, mientras que sus actuaciones con la formación de la verbena pasan más por la cumbia. «En Venezuela ya cantaba en orquestas, pero allí es muy diferente, es más salsa y otros géneros latinos. Aquí se hace casi todo con cumbia y luego temas de rock, como Dolores se llamaba Lola, a los que no estaba acostumbrada. Como me gusta cantar, porque es mi profesión, me he ido adaptando y me gusta enfrentarme a registros diferentes, ya que me gustan los retos». Entre sus formaciones favoritas del panorama de la verbena no están las más famosas. «Al final las más conocidas, El Combo Dominicano, la París de Noia o la Panorama, tienen repertorios similares, entonces me gustan las que hacen cosas diferentes. Me encantan Los Satélites, Costa Dorada y también me gusta mucho Grupo América, son buenísimos».

En su día a día, Óscar mantiene una rutina. «Canto por las mañanas, desde las once o las doce hasta las dos y media, que es cuando las calles se vacían porque la gente se va a comer. Después, vuelvo por las tardes, a partir de las cinco. Los viernes y sábados suelo estar en la calle Barcelona y el resto de días en el Obelisco o por la zona del puerto de A Coruña. Cambio de sitio para no aburrir a la gente», indica. Quienes no quieran perderse una buena actuación ya saben donde encontrarlo.