Afra Blanco: «No creo que llegue a A Coruña la ola de despidos en tecnológicas»

Ana González Núñez
Ana González A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

La sindicalista considera que en estas empresas hubo un problema de previsión «brutal» y que en España es «muy barato» echar a la gente

02 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La sindicalista con raíces gallegas Afra Blanco (Barcelona, 1987), miembro de UGT, reflexionó este miércoles en la Facultade de Dereito de A Coruña sobre la sociedad 5.0 que, según detalló, entiende la tecnología como medio y no como fin y debe girar sobre dos ejes, combatir las desigualdades y la lucha contra el cambio climático, a diferencia de la 4.0, donde la máquina sustituye a la persona. Lo dijo durante una jornada celebrada por Red Mundo Atlántico, enmarcada en los ciclos Pequeno almoço.

—¿Qué empleos sufren mayor riesgo de desaparición?

—En servicios. Hay casos de restaurantes sin trabajadores y con robots. El autoservicio se está introduciendo mucho. Se ha visto en los cuidados, en el sector financiero, en transportes o en la pesca. En todos los sectores se dan casos de suplantación de puestos de trabajo.

—En A Coruña hay muchas tecnológicas, como lo avala la elección de la ciudad como sede de la Aesia. ¿Qué le diría a estas empresas sobre este asunto?

—A Coruña es un pool. Ahondaría en la idea de que la tecnología tiene que ser la herramienta para hacer al trabajador más eficiente y, en ningún caso, sustituirlo.

—¿Cuál tiene que ser el papel de las Administraciones?

—No están yendo a la velocidad que el mercado necesita. Se dice mucho que el acuerdo es lo que nutre, pero el acuerdo cuesta muchísimo alcanzarlo, es mucho más rápido imponer que acordar. Las Administraciones tienen que empezar a erigir mesas. En A Coruña existe una posibilidad increible de generar mesas de interlocución social entre las partes para el dibujo y el disñeo de esa transición a la sociedad 5.0. Las Administraciones no se pueden reconocer a sí mismas como voces expertas para la generación de sus politicas. Tienen que tener en cuenta a los empresarios, a los trabajadores y a la Universidad. Mediante un acuerdo deben diseñar esa hoja de ruta. También les pediría fondos. Tú no puedes estar trabajando en una transición de sociedad si no habilitas fondos para la pequeña y mediana empresa, para la constante actualización de los trabajadores y para el empoderamiento de puntos regionales.

Hubo una gran ola de despidos en las tecnológicas. ¿Cómo evitarlo?

—Hay que maximizar la confianza entre persona trabajadora y empresa. Difícilmente se puede maximizar con un elemento que se llama despido injustificado. UGT lo ha denunciado ante el Comité Europeo de Derechos Sociales. En las tecnológicas lo que habido es un problema de previsión brutal y de conocimiento de que en España despedir de manera injustificada es muy barato.

—¿Podría llegar a A Coruña esta ola de despidos?

—No lo creo, pero no me atrevo a aventurarme. Hay que mirar en qué punto están las tecnológicas. Si transitasen de la sociedad 4.0 a la 5.0 no despedirían.

—Algunas apuestan por el teletrabajo ¿Cómo se garantiza que no se vulneren derechos?

—En el teletrabajo hay muchos jóvenes que comparten vivienda. Trabajan en condiciones de espacio no adecuadas. Además, el teletrabajo tiene un impacto directo sobre la economía, porque el simple hecho de salir de casa impacta sobre ella, impacta sobre el transporte, sobre el café que nos tomamos cerca de la oficina... Si no hay oficina no va a haber personas trabajadoras que vayan a limpiarla. La movilidad del trabajador genera empleo. El control sobre el derecho laboral es complicadísimo en teletrabjo. Si yo pudiera evitar el teletrabajo lo evitaría. El horario laboral se vulnera. Hay un hipercontrol sobre la persona trabajadora. Llegan a poder saber cuando vas al baño porque dejas de teclear. Hemos visto empresas que no han reconocido la baja laboral a personas que estan teletrabajando. Además, cuando tienes a los trabajadores cada uno en su casa los has separado y así se rompe la lucha de conquista, no hay red conectada, trabajarán desde una perspectiva individual y no colectiva.

—¿El cambio climático es la asignatura pendiente?

—En materia de lucha efectiva contra el cambio climático hay enormes retos. El modelo más ejemplar que tiene España a favor de esa movilidad responsable es el del ferrocarril. Somos la vanguardia en una apuesta clara por el ferrocarril, un medio respetusoso. Hay sectores que empiezan a caminar... La transición energética se está empezando a dar y es un elemento clave en la lucha contra el cambio climatico. No creo que haya empresas a día de hoy que podamos adoptar como ejemplo claro con un impacto notable en su sector.