
El Chuac implantó 211 órganos en el 2022 y es el segundo centro de España en el programa cardíaco. Con 20 puntos más que la media de donación, 202 personas están en lista de espera, entre ellas un bebé que lleva un año pendiente de un corazón
27 ene 2023 . Actualizado a las 18:16 h.Con prácticamente la mitad de población que la Comunidad Valenciana, el Chuac y Galicia vuelven a escalar en el medallero nacional de trasplantes. Solo La Fe realizó en el 2022 más recambios cardíacos que el centro de A Coruña, el único de la comunidad gallega que realiza estas operaciones. Entre los 26 practicados, dos más que un año antes y solo dos menos que el hospital levantino, un par fueron infantiles: una niña de año y medio que vivió 7 meses con un corazón artificial mientras no apareció un donante y otro de 14 años que esperó 2 meses conectado a la máquina.
El corazón, que en el 42 % de los casos tuvieron que colocar en situación de urgencia 0, es decir, a pacientes tan críticos que estaban los primeros en la lista de toda España, dio muchas alegrías, pero no fue el único. En total, 211 personas tuvieron el año pasado una segunda oportunidad gracias a la donación: 98 recibieron un riñón, 46 un hígado, 38 un pulmón y 3 un páncreas, lo que coloca al Chuac como el décimo centro que más órganos sólidos implantó de toda España. Fueron un 5,8 % menos que un año antes y, tal y como explicó Fernando Mosteiro, coordinador de trasplantes del Chuac, se debió a que «en enero el covid tuvo muy tensionado el hospital y las unidades de críticos, solo hicimos 3 trasplantes cuando normalmente hacemos 20 al mes».
6.887 implantes desde 1981
Así, desde 1981 van ya 6.887 recambios vitales. Todos gracias a la solidaridad de los 1.008 fallecidos que desde entonces cedieron sus órganos. De ellos, 37 el año pasado, que permitieron elevar la tasa de donación por millón de habitantes en A Coruña a 67,5, 21 puntos por encima de la media nacional (46,3) y 20 más que la gallega (47,6). Aunque más que en el 2021, solo 6 familias de 43 se negaron a donar los órganos de sus seres queridos fallecidos. «Nos vamos a quedar con que 37 en un momento dramático fueron solidarios; claro que me preocupa que aumenten las negativas, pero aún así estamos por dehajo de la media nacional (18 %) cuando Galicia era tradicionalmente reacia y esperamos que haya sido un incremento puntual», señaló Mosteiro.
«Decir trasplantes es decir Hospital A Coruña, es hablar de solidaridad de los pacientes y es, también, recordar que somos lo que somos en parte gracias a una actividad que involucra a todos los profesionales e incentiva el avance en conocimiento», señaló Pedro Marcos, director de procesos asistenciales, que recordó también que «hemos pasado una época muy complicada por la pandemia y con todo creo que el área sanitaria debe estar orgullosa».
La dificultad cada vez mayor fue uno de los puntos destacados del balance anual, ya que no solo cada vez han de enfrentarse a más casos al límite y en urgencia 0 para evitar la muerte en pocas horas, sino que aumentan también los trasplantes combinados «con complejidad duplicada», 6 el año pasado. Todo eso en un entorno de escasez de órganos. De ahí apuestas como la donación en asistolia o a corazón parado, que suponen ya el 51 % de las multiorgánicas en el Chuac, o el programa renal de donante vivo (16 en el 2022). El 2023 se presenta «lleno de retos», apuntó Mosteiro, y programan ya asesorar a otros centros en asistolia para «evitar la pérdida de órganos» y captar donantes entre quienes solicitan asistencia para una muerte digna.
Un bebé de 1 año, entre los 202 en lista de espera
Para 202 personas, el 2022 acabó sin que apareciese un órgano: 167 estaban en la lista de espera de riñón, 12 en la cardíaca, 11 en la de hígado, 10 en la de pulmón y 2 en la de páncreas. Entre ellas, un bebé de poco más de un año que lleva prácticamente desde que nació pendiente de un corazón. «Son casos difícilmente trasplantables en la lista electiva, casi el 100 % se operan en urgencia 0, con mucho tiempo de espera y cada vez más con asistencia ventricular previa», señaló Carlos Velasco, responsable de cirugía cardíaca infantil. Precisamente para tratar de ampliar las posibilidades, este 2023 iniciarán la donación en asistolia pediátrica y el protocolo para salvar la incompatibilidad sanguínea donante-receptor, algo que ahora solo hacen en La Paz y el Gregorio Marañón.
Los avances técnicos fueron también subrayados por Marisa Crespo, responsable de la unidad de insuficiencia cardíaca y trasplante, quien destacó que desde 1991 el Chuac ha realizado 906 trasplantes cardíacos. «Tenemos pacientes que llevan más de 30 años trasplantados y sin trasplante la supervivencia es menor de un año», resumió sobre la relevancia del programa. Los dispositivos de asistencia ventricular o corazones artificiales se utilizan ya en «un tercio de los pacientes en urgencia 0», dijo para recalcar la oportunidad de utilizarlos como puente al trasplante para «revertir» situaciones límites de shock cardiogénico con «casos espectaculares» como el de un enfermo trasladado desde otro centro, conectado un mes al corazón mecánico, que pudo ser trasplantado «y hoy hace vida normal». En su unidad Eduardo Barge coordina el registro nacional de estos enfermos —1.036 en 10 años en toda España — con datos de más de 400 variables que la ONT evalúa para «modular los criterios de indicación».

Trasplantado tras dos meses conectado a un corazón artificial: «Mi hijo sabe que le han salvado la vida»
«Gracias a Dios está muy bien, está evolucionando muy bien», dice. Es la madre del niño trasplantado en A Coruña después de dos meses en la uci conectado a un corazón artificial implantado con una técnica pionera que no se había utilizado antes en España en población infantil.
Ya mucho más tranquila, Isabel rememora ahora el shock que sufrió la familia ante el «susto enorme» del que todavía se recuperan. No menos impactante que la noticia recibida cuando, después de que su chico se derrumbase en la calle en Vigo, lo trasladaron al Hospital Teresa Herrera de A Coruña, el materno del Chuac . «A mí no se me va a olvidar nunca la cara de mi hijo cuando le dijeron que su corazón no funcionaba».