La pasión por el roscón en A Coruña: horas de cola para hacerse con uno en la víspera de Reyes
A CORUÑA CIUDAD
Centenares de devotos de este dulce se congregaron desde primera hora de la mañana tanto a las puertas de de Glaccé como en las de Flory
05 ene 2023 . Actualizado a las 11:49 h.Todavía era noche cerrada y la cola para hacerse con uno de los roscones de Reyes de la confitería Glaccé, uno de los negocios con más demanda en A Coruña, ya doblaba la esquina y enfilaba Juan Flórez. Lo llamativo de la imagen es que la procesión de devotos de este dulce típico tiene lugar hoy, víspera del día de Reyes, cuando se presupone que la afluencia será todavía mayor. Pero es que hay muchos que han optado por ser precavidos y prefieren hacer la cola hoy para asegurarse un trozo de roscón con el que endulzar su día mañana.
Cuando el reloj marcaba las ocho, una hora y media antes de que el establecimiento de Menéndez y Pelayo abriese sus puertas, más de medio centenar de personas esperaban pacientes y de pie para conseguir el preciado roscón con el que edulcorar el desayuno de Reyes, y el número de personas no hizo más que aumentar hasta superar con creces el centenar. Entre ellos estaba Maddalena Agostini, natural de Florencia, aunque de madre coruñesa. Era la única en la fila (al menos hasta ese momento) que además de la paciencia, se trajo de casa una silla en la que descansar. «Este año llegué a las 9.30 con toda la calma sabiendo que la cola iría para rato y por eso me traje la silla. Ya es tradición familiar que el día 5 me toque hacer cola para el roscón de Glaccé. ¡Es el mejor!», comentó entre risas en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz.

Explica que lleva «veinte años viniendo a A Coruña cada Navidad» y que no puede imaginarse una mesa de desayuno el 6 de enero sin roscón. «Cuando intento explicárselo a los amigos de Florencia no entienden que haga tanta cola y dicen que se lo pida a otro familiar. Pero esto ya forma parte de la tradición», asegura. Aunque el año pasado se llevó cinco a casa, dice que este año solo se llevará uno, «pero grande».
En el otro punto neurálgico de la ciudad en este día, en la confitería Flory de la calle Francisco Añón, la estampa se repetía y la cola alcanzaba la ronda de Nelle. José Manuel relató en Radio Voz que llevaba desde las 8 de la mañana allí apostillado «y todavía tengo por delante a unas veinte personas». Cree que tendrá en sus manos el preciado roscón sobre el mediodía, tras cuatro horas de paciente espera. «Este año parece que va un pelín más lenta, pero merece la pena», comentó. En su caso el roscón se deja para el postre de la comida del día de Reyes. «Lo guardamos en una habitación y nadie lo toca hasta mañana. ¡Es un manjar!», sentencia.