Abre al tráfico la calle Santa Lucía de A Coruña tras 15 meses cerrada

Ana González Núñez
Ana González A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

MIGUEL MIRAMONTES

La vía se cortó al tráfico en octubre del 2021 por los desprendimientos de un edificio ruinoso y, con la demolición avanzada, ya se permite el tránsito

06 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento de A Coruña permitió este jueves la apertura al tráfico de la calle Santa Lucía, que estuvo 15 meses cortada por el riesgo que suponía el edificio en ruinas ubicado en el número 8 de la vía. Ahora, su demolición ya está muy avanzada, por lo que el Consistorio decidió que los trabajos continuasen con la calle abierta a los vehículos. Fuentes municipales puntualizan que de aquí en adelante podrá haber «algún corte puntual» para alguna operación posterior, pero será solo para acciones concretas. La acera sigue cortada en el tramo en el que se sitúa el edificio.

El 18 de octubre del 2021 se cayó una parte de la fachada del edificio a la acera. Los bomberos y la Policía Local tuvieron que intervenir esa tarde para asegurar la zona. La calle y la acera en la que se ubica la construcción fueron cortadas al tráfico para evitar daños personales. No era la primera vez que sucedía, pues los efectivos de A Grela ya habían tenido que actuar en varias ocasiones por el desprendimiento de varios elementos de esa antigua edificación. La fachada ya estaba deteriorada y tapada con unas chapas de protección que no evitaron el derrumbe.

Tras 400 días, el 8 de noviembre del 2022, comenzó la demolición. No fue fácil llegar a ese punto porque se trata de una propiedad privada, pero el Ayuntamiento decidió ejecutar la obra de manera subsidiaria y asumió de forma inicial el coste de los trabajos, valorados en 135.782,49 euros, que posteriormente tendrá que abonar el propietario. Demoliciones Coruña, la empresa adjudicataria, había calculado que las labores durarían dos meses, pero es posible que se prolonguen más tiempo.

El derribo afecta a la estructura de la construcción, que data de 1940, mientras que la fachada se conservará por su valor arquitectónico. Además, está en el área de influencia del Camino Inglés.

La demora en el comienzo de las obras desde que se cortó la calle provocó malestar entre los vecinos. Esta vía permite salir hacia el tramo final de la avenida de Alfonso Molina, que desemboca en Linares Rivas, así como girar hacia la avenida Fernández Latorre. Algunos de los afectados llegaron a hacer una recogida de firmas solicitando al Ayuntamiento la reapertura de la calle, pero el riesgo de nuevos incidentes impidió que su petición fuese aceptada hasta que la demolición pudo hacerse realidad.

MIGUEL MIRAMONTES