A mediados de noviembre, el Ministerio aprobó el proyecto de ampliación del puente con 15 años de retraso
31 dic 2022 . Actualizado a las 17:42 h.Es el embudo más sensible ahora mismo en la comarca de A Coruña. El cruce del Sol y Mar, donde se está construyendo un túnel bajo la N-VI sobre el que se levantará una gran glorieta, es la trampa diaria de los conductores y especialmente de los vecinos de Perillo, muchos de los cuales se ven obligados a cruzar el puente de A Pasaxe para acudir al hipermercado de su barrio, porque los dos actuales carriles son totalmente inconexos para el tráfico rodado. Lentamente avanza la obra que se anunció a finales del 2020 y cuyos trabajos no comenzarían hasta seis meses después. Serán 9,8 millones de euros de presupuesto, salvo que la revisión de los precios de los materiales (encarecidos por la guerra de Ucrania y la inflación) obliguen a revisar al alza. A finales de septiembre, los empresas encargadas de la obra cerraron una fase con la colocación de 820 pilotes de hormigón, unas piezas que conforman los muros pantalla necesarios para poder soterrar la AC-12. Desde entonces, la sensación de los vecinos es que los trabajos se han ralentizado, si bien desde el Gobierno central señalan que hay que contar con el tiempo que suponen ciertas labores de calado pero invisibles a los conductores como la reposición de todos los servicios en ambas aceras. Aun así, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tiene previsto poner en servicio el nuevo vial del Sol y Mar a lo largo del 2023. En breve comenzarán la excavación del túnel a través de medios mecánicos de gran potencia «hasta la cota de la futura rasante de la carretera». Los negocios y los vecinos no se creen los plazos anunciados por el Gobierno central a la vista del estado de los trabajos. De forma paralela, a mediados de noviembre, el ministerio aprobó provisionalmente el proyecto de la fase 1 de ampliación del puente de A Pasaxe, un anuncio que llega con 15 años de retraso desde los comienzos de su tramitación para un puente por el que atraviesan a diario 90.000 vehículos. Por los mismos días, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, había anunciado una protesta para reclamar la obra. En la entrada del puente el Concello de Oleiros colgó un cartel gigante con la caricatura de los últimos 4 presidentes del Gobierno, a los que responsabiliza del embudo de A Pasaxe.