
Cuatro años después de que el rector lo presentara al claustro, el polo de innovación adquiere dimensión real y anuncia siete naves para el 2023
31 dic 2022 . Actualizado a las 17:21 h.Toda la energía que movió el proyecto de la Universidade da Coruña para los terrenos de la antigua fábrica de armas desde diciembre del 2018 se transformó en materia en la primavera del 2022. Cientos de horas de discretas conversaciones, acuerdos políticos, búsquedas de financiación, una pandemia para la que aún no hay final y varias crisis subsiguientes se sustanciaron el día que las máquinas entraron en el recinto industrial de Pedralonga para iniciar la rehabilitación de la nave que alojará el Centro de Servizos Avanzados (CSA). Ocurrió en el primer trimestre de un año que empezó con más sombras que luces y termina con el acontecimiento mayúsculo de la elección de A Coruña como sede de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia).
Los nubarrones iniciales tuvieron que ver con la crisis inflacionaria de la energía y las materias primas que todavía contrae la economía y nada más empezar el año provocó la renuncia de la primera adjudicataria de la obra de construcción del edificio, financiado por el Igape con 4,7 millones de euros y concebido como escaparate y buque insignia de la Cidade das TIC. Carlos Pita, arquitecto ganador del concurso convocado por la UDC para diseñar el centro y profesor en la escuela de A Zapateira, aludía entonces al callejón sin salida al que abocaba la escalada desorbitada de precios a los profesionales del sector. Tocaba licitar de nuevo la obra, con reajustes y algo más de presupuesto, mediante un acertado procedimiento iniciado por la sociedad que gestionará el CSA (participada por la universidad, el clúster TIC y diez firmas tecnológicas), que concluyó a mediados de marzo con la adjudicación a Acciona.
En febrero del 2023 se inaugurará este antiguo almacén de estructura basilical, convertido para el futuro en sede puntera de empresas y laboratorios de I+D en inteligencia artificial, internet de las cosas, dispositivos inteligentes, media y quantum. Desde este edificio autosuficiente desde el punto de vista energético se servirá a la transformación digital de Galicia y allí encontrará el tejido productivo y empresarial soluciones para afrontar la conversión tecnológica que les permitirá ganar competitividad, cuando no sobrevivir.
La demanda de espacio, de hecho, desbordó pronto la capacidad de CSA —hay candidatos para llenar dos naves más, según avanzó el presidente del clúster, Antonio Rodríguez del Corral—, de manera que será en el 2023, y una vez despejada la financiación para rehabilitar los edificios, cuando se pueda tomar el pulso del campus empresarial.
De hoy en un año
El polo de innovación de Pedralonga ya ha encendido la cuenta atrás para la apertura del Galaxy-Lab, un centro avanzado del Instituto Tecnológico de Galicia enmarcado en el Programa de Infraestructuras de la Estrategia Aeroespacial, en el que se desarrollarán y probarán drones para el transporte de personas y mercancías en entornos urbanos. La Diputación construirá otro edificio para el sector audiovisual. Y la UDC acaba de anunciar un centro de formación en nuevas opciones profesionales vinculadas a la transición tecnológica y digital, y la rehabilitación del edificio de dirección de la antigua fábrica de armas. Si las expectativas se cumplen, la Cidade das TIC que este 2022 pasó de la palabra al hecho tendrá, en la despedida de Abalde como rector, de hoy en un año, siete edificios en marcha y una extensión de la agencia estatal.