El 05490, el gordo de la lotería de Navidad, deja 180 millones en A Coruña y Cambre

A CORUÑA CIUDAD

Celebración del gordo de Navidad en la administración de lotería de la calle Barcelona, de A Coruña
Celebración del gordo de Navidad en la administración de lotería de la calle Barcelona, de A Coruña MARCOS MÍGUEZ

En el Gaucho Díaz I, en O Temple, vendieron «unos 300 décimos», que se traducen en 120 millones de euros que repartirán entre trabajadores y clientes

23 dic 2022 . Actualizado a las 10:28 h.

El gordo se hizo esperar, pero sonrió, y de qué manera a A Coruña y Cambre. Un total de 45 series del 05490 se vendieron en la administración situada en el número 56 de la calle Barcelona de A Coruña. Cada serie está premiada con 4 millones de euros, por lo que desde el despacho coruñés se repartieron 180 millones de euros, una cuarta parte del total del gordo de la lotería de Navidad

Gran parte de esos 180 millones de euros se repartirán entre los clientes del restaurante El Gaucho Díaz I, situado el número 19 de la calle Curros Enríquez, en O Temple (Cambre). «Estamos que no nos lo creemos», aseguraba Ana, encargada del local en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz. El propietario del establecimiento, que lleva abierto desde mediados de los 80, se hizo con 30 de las 45 series del número 05490 en La Diosa de la Fortuna, porque conoce desde hace años al lotero. Aunque no escogieron el número, sino que «fue por azar».  Ana María Rodríguez confirmó, temblándole las piernas y las manos, que vendieron todos los décimos. Los 300: «No nos quedó ni uno». Los nueve empleados del local se llevaron, al menos, un décimo del gordo y, en el caso de Ana, era el único que había comprado. «Mi hija ya lo sabe, pero a mi madre, con 85 años, todavía no se lo hemos dicho. No vaya a ser que sea demasiada emoción», explicaba. Lágrimas, abrazos, champán, aplausos, nervios... «Estoy temblando y llorando de emoción», decía Ana mientras el teléfono no paraba de sonar y tampoco dejaban de llegar visitas. Como la de Darío, propietario de un bar situado justo al lado que, con el décimo en mano, se abrazaba al dueño de El Gaucho Díaz, Carlos Lamas. «¿Si me da miedo tenerlo en el bolsillo? ¡Claro que no! ¿Quién me lo va a robar? Mírame», decía haciendo gala de su envergadura. 

Los empleados del establecimiento empezaron a vender los décimos el pasado mes de junio y, tras un parón por un problema en la chimenea, volvieron a dar comidas y repartir suerte en el mes de septiembre, tanto a clientes habituales como a los de paso. Por lo que se vio en el restaurante, en la zona de O Temple ya hay más de un millonario, porque son muchos los trabajadores de la zona que suelen parar a comer en este mítico restaurante.

Carlos y Ana explicaban que estaban preparando el local para iniciar la jornada laboral. «Estábamos viendo el sorteo y uno comentó que teníamos el reintegro, pero cuando fui a mirar y repitieron el número, empecé a temblar porque vi que era el número completo», aseguró emocionada la encargada. Y ya se desató la locura. «Aquí hoy no trabaja ni Dios», decía Carlos sin parar quieto ni un minuto. Y a eso de las 11.30 horas llegó el gestor de Fiselaco, que lleva las cuentas del restaurante. Carlos ya había llevado un décimo a las trabajadoras de esta empresa, pero tenía reservado otro para el responsable de la gestora, Moncho, que fue a buscarlo casi sin creerse lo que estaba pasando. «Enhorabuena», se decían entre abrazos y palmadas en la espalda. 

Entre las decenas de llamadas que recibieron en el local, estaba la de Luis, el lotero y amigo de Carlos que le consiguió el número ganador. «Eu creo que son 120 millóns de euros repartidos. Non fagas máis contas que seguro que é esa cantidade», de decía Carlos. Para rematar la conservación telefónica con humor añadía: «E a ver se tamén toca no sorteo do Neno». Algunos de los que se unieron a brindar con champán en el local de Cambre decían sin contener la emoción que tuvieron «una palpitación» sobre el sorteo de Navidad e, incluso, hubo quien aseguró que el sábado por la noche soñó «que nos pasaba esto».

Carlos Lamas, rodeado de cámaras y periodistas, precisaba que, efectivamente, todos los empleados tenían al menos un décimo premiado. Entre ellas Eli, una de las camareras que está embarazada de siete meses y que en unas semanas tenía que cogerse ya la baja para descansar un poco: «No esperábamos esto, así que estamos muy, muy contentos. Yo soy venezolana y con familia todavía allí, con lo que están pasando, están todos muy felices», comentaba, al mismo tiempo que su marido le llevaba a Romeo, su niño de tan solo 10 meses, a la espera de que su tercera hija, la mayor, de 10 años, saliese del colegio.

El dueño, un buen pellizco

Carlos Lamas, todavía con clientes que brindaban y le felicitaban, confesaba que tenía ganas de irse a casa. Porque fue mucha la marimorena que se armó en el establecimiento. Al principio de la mañana, Carlos explicaba que este jueves nadie estaba para trabajar, pero sí cogían reservas para el fin de semana y para el lunes. Pero a última hora de la mañana, ya tenía claro que ni viernes, ni sábado ni domingo. «E xa veremos o luns». Porque este tipo de alegrías hay que disfrutarlas en familia, no trabajando. Carlos explicaba después de que se fuesen ya buena parte de los clientes y afortunados, que compró el negocio casi en plena pandemia, en junio del 2020. Recuerda que salió de su Vila de Cruces (Pontevedra) natal muy joven, para iniciar los estudios de Ingeniería Técnica Agrícola. Pero comenzó a trabajar por las noches durante los fines de semana en un pub y, a partir de ahí, su recorrido laboral ya se centró en el sector de la restauración. «Traballei en un pub en Santa Cristina moi coñecido, La dama del lago, e tamén estiven traballando aquí, en El Gaucho Díaz, con Jesús Díaz, o primeiro propietario na década dos 90», recordaba. «Sempre foi un local que moveu moita xente», confirmaba. Carlos vive en Perillo con su mujer y sus dos hijos: Mateo, de 4 años, y Carla, de 10. «Estou desexando irme para casa», decía tras horas de emociones incontenidas. Pero al mismo tiempo tenía en mente qué pasará después del lunes porque, en voz baja, confesaba que tenía más de un décimo. ¿Cuántos? «Máis dun. Collín un bo pelizco». Por ahora, no sabe qué hará con el dinero. Probablemente finiquitar la hipoteca del restaurante. La gran incógnita es si seguirá abierto: «Non é doado conseguir un equipo de xente como a que teño. Non é doado. Algúns están xa en idade de xubilarse ou prexubilarse, así que agora que lles tocou a lotería quizáis se retiren ou deixen de traballar durante un tempo. E aínda que o intente non conseguirei un equipo igual. ¿Onde vou atopar unha cociñeira como Pepi, que é o mellor da casa?». El lunes se verá si El Gaucho Díaz I vuelve a abrir sus verjas o se dan un respiro mayor.

Alegría en la calle Barcelona

Alegría a rebosar en la calle Barcelona y mucha expectación por si alguno de os afortunados se acercaba a celebrarlo. Si bien 120 de los 180 millones de euros que se repartieron en la administración fueron para la parrillada El Gaucho Díaz I, hubo números que se despacharon en ventanilla. «Llevo cinco años trabajando aquí y estoy pletórica», dice María del Mar Sánchez que trabaja con los hermanos José Luis García y Cristina. «Hace 15 días que dimos una quiniela, pero este es el gordo», dijo emocionada Mar, mientras que Cristina destacaba que «no hay ningún número feo, todos pueden tocar». A la administración se acercaron numerosos vecinos que presenciaron como los responsables del negocio abrieron el champán para festejar. «Es una zona en la que viene genial el dinero. Se vendieron 45 series, es decir 450 boletos. Muchos al Gaucho de Cambre, pero también a algunos vecinos», apuntó José Luis de La Diosa de la Fortuna.

La provincia de A Coruña se gastó este año 85.497.100 euros comprando un total de 427.485 series de la lotería de Navidad. Y este año, la fortuna sí sonrió a A Coruña y su área.