Lionel Scaloni... Javier Irureta

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA CIUDAD

XOSE CASTRO

La personalidad moderada del seleccionador argentino es muy distinta de la de sus tiempos en el Deportivo

17 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Veo las comparecencias en rueda de prensa del seleccionador argentino, Lionel Scaloni, que está a un pasito de ganar el mundial de fútbol, y la verdad es que no salgo de mi asombro. Escucho sus intervenciones repletas de sensatez, sus alegatos a favor de la racionalidad, sus llamadas a la mesura para contener a una afición que se enciende con facilidad, y sigo sin dar crédito.

Me gusta el discurso moderado del técnico albiceleste, pero me cuesta identificarlo con el muchacho visceral y altanero de aquel Deportivo del cruce de siglo a quien llegué a conocer bien cuando yo me ocupaba de las crónicas de los partidos del equipo coruñés. El Scaloni de «los machos y los pingos» no es que se parezca poco al actual, es que está en el extremo opuesto. Aquel Lionel del Dépor era una persona cabal, de eso no hay duda, pero era joven, todo humo... Exhalaba rebeldía y hacía todo lo posible por airearla.

Una parte de aquel vestuario (supongo que como todos) era muy crítica con el entrenador, Javier Irureta, acusado de limitar el potencial del equipo con sus planteamientos; algo que siempre me pareció injusto si consideramos que ganó con el Dépor la Liga, la Copa del Rey y dos Supercopas, además de disputar la Champions League cinco temporadas consecutivas.

Los demoledores ataques de la prensa y la afición de Argentina han cincelado la personalidad de Scaloni, ahora —como entonces Irureta— prudente a fuerza de encajar golpes. Y si yo volviese a tener delante a Lionel en una rueda de prensa, le preguntaría qué piensa hoy de Irureta. No tengo claro qué me respondería, pero cómo cambia la perspectiva de un futbolista cuando pasa a ser entrenador.