«Las redes sociales están haciendo un daño terrible, sobre todo en jóvenes»

Elena Silveira
Elena Silveira OLEIROS

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El centro de recuperación de adicciones Espello acaba de abrir en el polígono de Icaria, en Oleiros

12 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado lunes se abrió en Oleiros el centro de recuperación de adicciones Espello. Su gerente, Jacobo E. Iglesias, incide en que no se trata de una clínica catalogada dentro de la rama sanitaria, aunque sí cuentan con la colaboración de especialistas como psiquiatras y psicólogos. Jacobo cuenta que lleva muchos años trabajando en entidades privadas similares en Madrid y que durante ese tiempo tuvo que denegar el tratamiento a muchas personas y familias porque no podían asumir un gasto de, como mínimo, unos 4.000 euros al mes. «Es muy duro que unos padres o un matrimonio se sienten delante de ti y tengas que decirle que no les puedes ayudar porque no pueden pagar ese dinero. Ves cómo se van con la pena de no poderles ayudar, así que me di cuenta de que algo falla en esta sociedad».

Reducir el coste del tratamiento

Así, Jacobo Iglesias decidió volver a A Coruña, su ciudad natal, con un proyecto que pudiera ser más accesible para todas aquellas personas que padecen una adicción y quieran recuperarse. «Hay muchísima gente que no puede acceder a este tipo de tratamientos, ni en entidades o instituciones privadas, ni a través de la Seguridad Social, porque no dan salida a este tipo de enfermedad, ya que requiere de un seguimiento diario y en la sanidad pública eso es casi imposible», explica. Así, planteó crear un pequeño proyecto, con un coste adecuado para los pacientes y con una atención diaria, tanto con sesiones individuales como de meditación «que les dé la oportunidad a estas personas de comenzar de nuevo». En este sentido, indica que los precios oscilarán entre los 400 y 700 euros mensuales como máximo. «Hay que tener en cuenta que una adicción es una enfermedad que no tiene cura, sino que es un proceso de recuperación de por vida. Por lo general, a partir del año o de los dos años, ya no es necesario un tratamiento terapéutico continuo, y se llega a una fase de transición», con visitas más distanciadas en el tiempo.

El gerente de Espello cuenta, por experiencia propia, que muchas de las personas que logran recuperarse después siguen en contacto con las entidades y que puede colaborar ayudando a otros pacientes recién llegados. Asegura con rotundidad que cualquier tipo de adicción es «una enfermedad de por vida», que puede tener un componente genético, pero también un factor emocional». Así, según lo vivido, comenta que todos los que caen en una adicción tienen características o sentimientos comunes: dolor, sufrimiento, soledad y baja autoestima.

Ojo con los juegos electrónicos

Confirma también que, al igual que en las grandes ciudades, en A Coruña hay muchos casos de adicción al alcohol, a la cocaína, y al cannabis. «Pero ¡ojo! porque está creciendo muchísimo la adicción al juego online y también a los aparatos electrónicos. Es un crecimiento exponencial, porque la propia sociedad ayuda a desarrollar este tipo de enfermedad y en personas cada vez más jóvenes: «Estamos viendo chavales con 16 o 17 años con un nivel de adicción que no se veía antes». También explica que las redes sociales contribuyen a aumentar los trastornos de conducta alimentaria: «Los adolescentes ven estándares que les gustan y quieren llegar hasta ahí, porque también necesitan verse aceptados por lo externo y hacen todo lo posible para llegar a ese estándar. Creo que las redes sociales están haciendo un daño terrible». Y explica que, principalmente, por dos motivos. El primero, porque no hay control ni por parte de las redes sociales ni por parte de los adultos. De hecho, según explica, cualquier menor de edad puede decir que tiene 18 años y entrar en cualquier página web sin ningún tipo de cortapisa, y mantenerlo dentro durante muchísimo tiempo.

Teléfono permanente

El centro Espello quiere abrir con el concepto de un centro de día. En el grupo de la mañana podrán estar diez personas y, en el de tarde, otras diez. «Nuestro objetivo es que el centro sea como un segundo hogar, que la gente pueda venir las veces que le haga falta si está nerviosa o insegura, que sepa que va a ser un sitio en el que no va a ser juzgada, sino que encontrará un lugar acogedor». El gerente de Espello, Jacobo Iglesias, indica que habrá un teléfono operativo de lunes a domingo, las 24 horas del día, en el 604001509. «Y al otro lado siempre habrá alguien que le escuche».