Encuentran el cuerpo sin vida de un vecino de O Ventorrillo que llevaba desaparecido desde el lunes

A CORUÑA CIUDAD

Lo detectó un perro en una zona boscosa próxima a una carretera que va desde el Ágora hasta el monte de San Pedro

16 nov 2022 . Actualizado a las 19:30 h.

La búsqueda del vecino de O Ventorrillo, Manuel Santiago Veiga, terminó este miércoles por la tarde de forma trágica. Un perro de búsqueda de la asociación Só lles falta falar encontró el cuerpo sin vida sobre las 17.00 horas en una zona boscosa en la carretera que va desde el Ágora hasta el monte de San Pedro (conocido como el camiño da Gramela). De hecho, era una de las zonas que barajaba la familia del desaparecido para las batidas que se iban a hacer esta jornada. De este modo, se puso fin al amplio dispositivo en el que participaron drones de la Policía Nacional y también una unidad canina. Los efectivos de la unidad científica llegaron a la zona sobre las 17.45 horas.

Un trágico suceso que demostró la solidaridad del barrio 

«O Ventorrillo é un barrio moi solidario. Como non imos saír a buscar a un dos nosos veciños», resaltaba apenas una hora antes del desenlace Aníbal Rodríguez, vicepresidente de la Asociación de Vecinos de O Ventorrillo. Fue una iniciativa espontánea y coordinada en todo momento con el dispositivo de los servicios de emergencias para encontrar a Manuel Santiago Veiga, residente en la zona. La idea surgió este martes, tras conocer la desaparición del hombre de 74 años, y en menos de 24 horas ya recogían los resultados. A las 16.00 horas comenzaban a llegar los primeros vecinos. «Es aquí para hacer lo de la batida», preguntaba una mujer. «Sí, muchas gracias», agradecía el vicepresidente de la entidad. 

Al igual que comenzaban a caer las primeras gotas, iban llegando más personas al local de la entidad, en la calle Alcalde Salorio Suárez. Algunos lo conocían de vista. Otros no sabían quién era. Pero todos tenían claro que había que ayudar a su familia. Al final se congregaron medio centenar de vecinos que soportaron estoicamente el temporal de viento y lluvia. «Vos parece se facemos grupos de cinco e nos repartimos por varias zonas. Uns que vaian pola zona do Ágora, outros por Bens...», organizaba Aníbal. «Temos carteis para empapelar toda a calle Barcelona, que onde hai máis afluencia», añadía para los que preferían evitar ir hasta el monte a causa del mal tiempo. En cuestión de minutos se separaron y comenzaron una batida que no se iba a demorar en el tiempo. «Houbo un rapaz que nos dixo que ía rastrear coa bicicleta por uns camiños que hai preto de Visma», resaltaba el vicepresidente.

La alerta saltó al no volver del paseo de la tarde

Su hija, Mayra Veiga, explicaba emocionada por la mañana en Voces de A Coruña, de Radio Voz, que su padre «Suele salir un ratito por la mañana, come, descansa y después vuelve a salir por la tarde. No está más de una hora u hora y media fuera, pero sobre las ocho de la tarde empezamos a llamarlo y no contestó». Este lunes salió a dar un paseo por la zona de monte de Os Mariñeiros sobre las 17.30 horas y no regresó. «Anda algo encorvado, pero sin dificultad», precisaba su hija, que desde el día de su desaparición no ha parado de buscar a su padre junto a otros familiares. La última señal de su móvil lo situaba en la zona de Os Mariñeiros. 

Mayra tenía claro que tuvo que pasarle algo. «Tiene buena memoria, pero es una persona de 74 años y puede ser que se haya despistado y no sepa dónde esté o puede que se haya caído. Lo que es cien por cien seguro es que no se ha ido por sus propios medios», aseveró con la voz entrecortada. El día de su desaparición, su móvil todavía daba señal. «Lo acribillamos a llamadas y ahora ya no da señal. Creo que lo perdió, porque aunque estuviese desorientado, si lo oyese lo habría cogido», consideró. Por desgracia, no se pudo cumplir el deseo de reunir a su nieta con su abuelo. 

Só lles falta falar es una asociación que entrena a perros para este tipo de búsquedas, que las realizan en toda Galicia. Colaboran con el GES de Brión y con el 112, de modo que los servicios de emergencias los avisan cuando hay alguna batida para que formen parte. En este caso el perro que halló al hombre fue Zu, de Sonia, que solo lleva entrenando tres meses.