Ramón Couto, fundador de la oenegé coruñesa Horizon Experiences: «Con solo 10.000 euros podremos crear dos escuelas para 700 niños en África»

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El día 19 organiza un vermú solidario para informar del proyecto que llevan a cabo en Uganda y Guinea-Bisáu

14 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ramón Couto ( A Coruña, 1981) fundó Horizon Experiences en el año 2017, una agencia de viajes solidarios que, además de servir para hacer turismo, sirve para conocer y participar consciente y económicamente con diferentes proyectos de cooperación alrededor del mundo. El éxito de la iniciativa le llevó a ir un paso más allá y ahora la entidad se ha convertido en una oenegé de cooperación al desarrollo, con proyectos de creación propia y comprometida con diferentes organizaciones con las que colaboran alrededor de tres continentes. Ramón Couto, con formación en psicología y con más de 12 años de experiencia en cooperación internacional y más de 75 países recorridos, pone su experiencia al servicio de la colaboración para el impacto y desarrollo de las comunidades locales en todos los países en los que la oenegé tiene presencia. El próximo día 19 quieren presentar a través un vermú solidario en A Coruña un proyecto para la construcción de dos escuelas en África, una en Uganda y otra en Guinea-Bisáu. Y, por supuesto, lograr más socios y recaudar fondos.

—¿En qué consistirá esa presentación del día 19?

—No será un evento al uso. Será un vermú solidario y exposición fotográfica que comenzará a la una de la tarde en el local Monty (plaza del Papagayo). Tras la presentación, sobre las 13.30 horas, actuará Javi Ramallal, ex componente del grupo Mecanismo Ruso; a las 16.00 horas la jornada continuará con Allova y, a partir de las 17.00, se iniciará un sorteo de regalos.

—¿Qué cantidad de fondos económicos tendrían que recaudar?

—Nuestro objetivo es ampliar el número de socios, pero también recibir donativos económicos de empresas y particulares para poder seguir adelante con nuestros proyectos solidarios. Y, al mismo tiempo, solicitar con antelación donativos en materiales tanto de empresas como de particulares para poder sortear el día del vermú solidario. Lo mínimo que tendríamos que recaudar sería 10.000 euros. Con ellos podríamos iniciar el proyecto de la escuela en Guinea-Bisáu, que daría servicio a unos 180 niños. Y otros 8.700 euros para la de Uganda, que tendrían 500 beneficiarios, aunque 50 estarían en régimen de pernoctación. Por cierto, que Uganda es el país con el mayor número de huérfanos del mundo.

—Usted ha trabajado con multitud de entidades y oenegés. Ha visitado más de 75 países en todo el mundo. ¿Por qué ha elegido estos dos enclaves para este proyecto solidario?

—Se unen muchas cosas. No tiene nada que ver con las experiencias que he vivido hasta ahora, en otros proyectos de oenegés y fondos de cooperación. Algunos funcionan muy bien, pero otros no encajaban en cómo yo veo el mundo. Así que decidí darle forma a lo que, desde mi experiencia, creo que se puede contribuir de mejor manera. Apoyamos algo que creo que es auténtico. Allí los niños van a la escuela porque reciben comida tres veces al día. Pero a partir de los 6 años, ya no hay escuelas y los padres los reclaman para trabajar en el campo. Ya llevamos un tiempo trabajando en el trabajo y tengo plena confianza en la gente que lo dirige. Se podía hacer algo muy grande por poco dinero y voy a poner todo mi esfuerzo en que salga adelante. La semana siguiente tendremos en Budapest otro evento. A ver si conseguimos la mínima financiación necesaria.

—¿Cómo se puede estar seguro que la donación es para la causa?

—El 100 % de la recaudación se destinará a los proyectos detallados. Y en caso de superar el importe total a recaudar, las cuantías se destinarán en su integridad al salario de los profesores que estarán al mando de estas escuelas y a bonos de alimentación y becas escolares anuales para los niños y niñas beneficiados por el proyecto, gestionado directamente a través de Horizon Experiences y las oenegés en destino. Todo está organizado, presupuestado y tan solo a la espera de que comience la construcción de las escuelas. Las donaciones y transferencias van a ser públicos y, además, los colaboradores podrán participar en el viaje solidario para comprobar lo ejecutado y que conozcan a las familias beneficiarias y, así, involucrarse de forma muy activa. En total se beneficiarán más de 700 pequeños. Se puede contactar con nosotros a través de info@horizonexperiences.com.

«Ya hemos comprado los terrenos, tan solo nos falta empezar la construcción»

Horizon Experiences desarrolla proyectos propios e invita a los colaboradores a participar en ellos, pudiendo implicarse no solo con el apoyo económico sino participando en los viajes solidarios para comprobar los avances. Además, dan a conocer cómo se invierte y llega cada céntimo a los programas de destino

—Personalizan mucho los proyectos teniendo en cuenta a los colaboradores.

—Sí, las donaciones, de manera individual o de forma corporativa, incluso quedan ligadas al proyecto poniendo los nombres de los colaboradores a las aulas, a la biblioteca, al centro recreativo, al patio o a los pupitres. Eso puede ser un incentivo para los socios o financiadores. De hecho, en la Semana Santa del próximo año haremos el viaje solidario a Guinea-Bisáu, y también tenemos pensado hacer otro a Uganda en verano, para comprobar cómo evoluciona el proyecto.

—Póngame ejemplos.

—Por ejemplo, por una donación de 3.000 euros, se da el nombre a una biblioteca, que es fundamental para el fomento de la alfabetización y el aprendizaje. Por 2.000 euros, un patio de juegos, donde los niños podrán desarrollar sus habilidades sociales, su creatividad y sus funciones locomotrices; 1.500 euros por un aula, que son los espacios necesarios para que los niños puedan recibir una buena educación. Por un pupitre, 300 euros o donaciones libres a partir de 1 euro, porque cualquier cantidad aportada nos ayudará enormemente a alcanzar nuestro objetivo. Una escuela puede costar entre 25.000 y 30.000 euros. Lo bueno es que ya tenemos comprados los terrenos y un trabajo ya organizado desde hace tiempo. Lo que falta es la construcción.

—¿Cuáles son sus prioridades en los proyectos solidarios?

—Basamos nuestras acciones en varios puntos: construcción de pozos de agua potable para familias en África; subvención de becas escolares anuales en Asia y América latina para niños que viven en orfanatos; edificación de casas de emergencia en zonas de extrema pobreza; construcción de escuelas para permitir el acceso a la escolarización a los niños en comunidades que no disponen de medios suficientes; colaboración en diferentes proyectos medioambientales de sostenibilidad y para animales en peligro de extinción o víctimas del tráfico de especies en Centroamérica y en el Sudeste Asiático.