Los coruñeses se dividen para recibir a Pedro Sánchez y Olaf Scholz con aplausos y abucheos

A CORUÑA CIUDAD





















Ambos mandatarios dieron un paseo por La Marina y saludaron a sus ministros antes de entrar en la cumbre hispano-alemana en Palexco
05 oct 2022 . Actualizado a las 18:55 h.No eran ni las 16:30 horas y ya estaba todo listo en A Coruña para la llegada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz. Decenas de personas salieron de sus casas a pesar de la lluvia y se acercaron a la avenida de La Marina, ya que los efectivos de seguridad no les permitieron situarse más cerca de Palexco, donde se celebra la vigesimoquinta cumbre hispano-alemana, con 15 ministros de ambos países. El mal tiempo propició que la asistencia de la ciudadanía no fuera muy abundante.
Ante una importante expectación mediática, Sánchez llegó junto a sus ministros con media hora de retraso sobre lo previsto. Pasadas las 17.00 horas, el presidente español se acercó a la gente que estaba en la vía para recibir a su homólogo alemán, que llegaba en coche. En ese punto, los coruñeses propinaron sus consignas con opiniones divididas. Unos gritaron «¡Presidente!» y «Pedro» entre aplausos, al tiempo que otros se apresuraban a exclamar «¡Fuera!» con abucheos.
Entonces, el canciller bajó del vehículo y ambos se dirigieron, con una cola de ministros y autoridades, hacia un altillo rojo colocado al lado de las tropas militares. Los dos se subieron y a su lado se dispusieron el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones; el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos; el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso; la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, y la subdelegada del Gobierno, María Rivas.
Las tropas comenzaron a tocar el himno alemán y culminaron con el de España. Entonces comenzó el pase de revista tras la oración: «A la orden señor canciller, la formación está lista para ser revistada». Los militares tocaron otra canción durante la acción. Al finalizar esta, Scholz y Sánchez saludaron juntos a sus ministros, quienes entraron a Palexco antes que sus líderes y después de la foto de familia.
El canciller y el presidente dieron entonces un último paseo por La Marina, seguidos de fotógrafos. Algunas personas que observaban desde la acera gritaron: «Non imos ser a mina de Europa», en alusión a los acuerdos internacionales relacionados con la energía. Luego se despidieron de la alcaldesa, a la que Scholz regaló una sonrisa y Sánchez un guiño de ojo. Cerca de las 17.30 horas, entraron en la cumbre.

Miembros de Greenpeace aprovecharon la ocasión para hacer una acción reivindicativa, que consistió en colgar en un edificio, al lado de Puerta Real, un cartel amarillo que reza «El dinero para el MidCat para renovables justas ya». Los ecologistas argumentaron que «no necesitamos más infraestructuras de gas».
Atascos
Desde una hora antes de este acto se sufrieron varias retenciones en la ciudad. La avenida de La Marina se cortó al tráfico de autobuses y taxis (el único que permite). Esto unido a la lluvia, ralentizó las trayectorias de autobuses urbanos y vehículos privados, que se vieron involucrados en atascos. Por otra parte, algunos usuarios del Real Club Náutico de A Coruña lamentaron quedarse «atrapados» al no poder salir del inmueble por la tarde a causa el dispositivo de seguridad. «Venimos un grupo de diez personas a comer y al terminar no nos dejaron salir. Nos tienen encarcelados y hay dos mujeres que tenían citas en el médico ahora por la tarde», señaló uno de los afectados. Además, reprocharon que «ni el Náutico sabía que esto fuese a suceder. Nadie avisó de nada».