Una afectada por el incendio del párking del Orzán, en A Coruña: «Teníamos otro coche aparcado justo enfrente. Por suerte no se quemaron los dos»
A CORUÑA CIUDAD
El fuego provocó daños estructurales y también en las comunicaciones, lo que lo obliga a funcionar de manera gratuita
26 sep 2022 . Actualizado a las 13:54 h.Cuando a última hora del viernes los teléfonos de los coruñeses se empezaron a llenar de fotos y vídeos de la intensa humareda que salía del párking subterráneo de Riazor-Orzán, Ana Meizoso no se imaginaba que el suyo sería uno de los cuatro vehículos que quedaron calcinados. «Mi marido y yo somos abonados. Teníamos otro coche aparcado justo enfrente. Por suerte no se quemaron los dos porque muchas veces los aparcamos uno al lado del otro», comentó esta mañana en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz.
Su Lexus NX era el tercer coche más próximo al Peugeot 307 en el que se originó el fuego. Y aunque en un primer momento nada le hizo pensar de que el suyo sería uno de los turismos afectados, según se fue acotando la zona empezó a temerse lo peor. «Nos decían que el incendio era cerca de la entrada de Hacienda, que es por la que entramos todos los días. Mi marido y mi cuñado se acercaron hasta allí y los bomberos les confirmaron que, efectivamente, nuestro coche era uno de los que estaban ardiendo», explicó. La magnitud de las llamas fue tal —la temperatura ambiente del aparcamiento superó los 100º, mientras que la de la llama alcanzó valores superiores a los 800º— que su Lexus quedó reducido a un amasijo de hierros calcinados y una matrícula ilegible que recuperó esta misma mañana.
Ahora llega el momento del papeleo con los seguros, algo que no está resultando fácil. «El sábado no había atención telefónica y tuvimos que abrir el expediente por Internet. Dicen que la asesoría jurídica se pondrá en contacto conmigo, pero por el momento nadie me ha llamado», comenta. Sabe cómo funciona la burocracia y por eso es consciente de que no va a tener un coche nuevo, pero asegura que «peleará» para que le restituyan lo que ha perdido, «un coche que tenía siete años, que había pasado todos los mantenimientos en el concesionario y que no tenía golpes, accidentes ni fallos».
Quien sí contestó al teléfono desde el primer momento fue Manuel Carro, el gerente del aparcamiento, al que quiso «agradecer el trato y la preocupación desde el minuto uno». En su caso, recibió la llamada para avisar de lo que estaba sucediendo cuando estaba en casa. «Entré por la zona del estadio y vi que por allí no pasaba nada. En Rubine, tampoco. Había luz hasta el ambulatorio, pero a partir de allí ya nada. Los bomberos no me dejaron pasar y solo pude hablar con ellos cuando controlaron el fuego y bajó la intensidad», explicó en Radio Voz.
Fallo estructural
El incendio provocó «un fallo en la estructura que habrá que ver tranquilamente con el arquitecto», ya que algunas varillas del encofrado «han quedado al aire», lo que evidencia las elevadas temperaturas que se alcanzaron en el interior. Y aunque finalmente solo resultó afectada una zona de unos 30 metros, los daños han impedido al párking operar con normalidad, hasta tal punto que desde el viernes funciona de manera gratuita. «Ardió toda la instalación. No hay comunicación con las barreras, no se pueden grabar matrículas, expedir tiques… es como si estuviésemos con jornada de puertas abiertas. Hay barra libre», comenta con cierto humor.
Los cuatro coches calcinados todavía no han sido retirados de sus plazas. Por precaución han acordonado las zonas más próximas a ellos, unas veinte plazas, tanto «por seguridad» como para «facilitar las labores de limpieza de los operarios». Con el susto ya fuera del cuerpo, espera que este mismo martes el aparcamiento recobre la normalidad.