Radiografía de la suciedad en A Coruña: calles manchadas, excrementos de canes y basura acumulada

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CLAUDIA DOCABO

Las entidades vecinales señalan varias cuestiones como las causantes de que la limpieza sea su mayor preocupación

16 ago 2022 . Actualizado a las 12:31 h.

Las asociaciones vecinales de la ciudad tienen clara cuál es su principal preocupación en la actualidad, y no es una cuestión que haya surgido repentinamente o estacional. Ni el tráfico ni la inseguridad ciudadana, ni el transporte público necesitan una mejora tan urgente como sí consideran que le hace falta a la limpieza de los espacios públicos. Este problema se arrastra desde hace años y la entrada en vigor en octubre del 2020 del nuevo contrato de limpieza viaria, que tendrá una vigencia de 8 años, a raíz de más de 14 millones cada ejercicio, no parece ser suficiente. 

Aspecto general

Una imagen mejorable. Son varias las cuestiones puntuales que las agrupaciones vecinales señalan como causantes de una limpieza que consideran insuficiente, pero la queja se dirige principalmente a un aspecto general de la ciudad que necesita mejorar. «No es una buena carta de presentación para la gente de fuera, pero tampoco para nosotros, que es el sitio en el que vivimos». La frase es de Leonardo Méndez, presidente de la Asociación de Vecinos de la Ciudad Vieja, pero que muchos de los dirigentes de los barrios suscribirían sin cambios. 

Aceras y calzadas

Rastros de suciedad. Las manchas en los espacios reservados para los peatones, pero también en algunas calzadas, centran buena parte de las quejas de los ciudadanos. Un ejemplo es el estado de la calle A Gaiteira, peatonal y centro neurálgico del barrio, y que casi en su totalidad cuenta desde hace tiempo con el rastro de un reguero dejado por algún vehículo. La memoria de gestión municipal del 2020 refleja que ese año se barrieron a diario 2.960.276 metros cuadrados mecánicamente y 1.596.239 de manera manual. Además, cada día se baldearon 615.848 metros cuadrados, lo equivalente a 55 plazas de María Pita, y se fregaron otros 17.191. 

Mobiliario urbano

Casi 6.000 papeleras y 14.000 contenedores. La ciudad contaba en el 2020 con casi 6.000 papeleras y unos 14.000 contenedores, pero también son habituales los lamentos sobre la ausencia de este tipo de elementos en determinados puntos o por su estado, como cuando están desbordados, esta última muy extendida. 

vertidos en bajos

Puntos de acumulación. Dentro de las protestas vecinales por el aspecto general de la ciudad, también se dan casos particulares, como en Os Mallos. Aquí, los bajos comerciales abandonados se convierten en improvisados contenedores a la vista de todos por la suciedad que se va acumulando tras las rejas. Esto crea una «imagen muy desagradable», según reconoce el presidente vecinal, José Salgado. Otros puntos habituales sobre los que hay quejas por la concentración de pequeños residuos son las parcelas sin construcciones o espacios sin urbanizar. 

Excrementos caninos

Uno de los puntos débiles. La presencia de heces y orines de perros en la vía pública concentra buena parte de las protestas de las entidades vecinales, que dividen la responsabilidad entre los dueños y el servicio de limpieza. Los primeros, por no hacerse responsables de las deposiciones de los animales, y los segundos, porque entienden que el barrido que se hace de las aceras y zonas verdes debería ser más habitual para que las heces no permanezcan tanto tiempo en la calle. Mientras, en el caso de los orines, los problemas se centran en el olor que provocan y que muchas veces afecta a portales o a negocios. En el 2020 se recogieron en la ciudad 9.274 kilos de excrementos de canes, una cifra similar a la de años anteriores.

Muebles

Acompañando a los contenedores durante días. La presencia de colchones, muebles o electrodomésticos junto a los contenedores de la basura son una «constante», como explican desde Oza-A Gaiteira-Os Castros, y extensible a la mayoría de barrios de la ciudad. Para su recogida es necesario avisar al 010 para coordinar una fecha y lugar, pero en muchas ocasiones se depositan sin realizar este trámite y permanecen durante días en la calle creando sensación de abandono. Los equipos de recogida de basura destinados a este fin son diferentes a los habituales, de ahí la importancia de avisar. En el 2020, la media diaria que se recogía de estos elementos superaba el centenar. 

Vegetación

Podas y parcelas abandonadas. Otro motivo de queja en distintos puntos de la ciudad tiene como protagonista al verde. Más allá del estado de algunos parques o espacios públicos con vegetación, son habituales las protestas por el estado de algunos árboles cuyas ramas crecen tanto que llegan casi hasta tocar fachadas o ventanas, con las molestias que ello causa para los vecinos. Mientras, las parcelas sin urbanizar o abandonadas también son un punto crítico porque en muchos casos los propietarios no realizan las tareas de conservación y mantenimiento adecuadas, lo que provoca problemas de salubridad, maleza que cubre aceras o la presencia de roedores. 

Cableado e iluminación

Otras cuestiones. Los cables que hay en el exterior de las fachadas de muchos edificios de la ciudad es una cuestión que cada vez preocupa más a las entidades vecinales, como la del Agra do Orzán o la de la Ciudad Vieja. Las quejas se centran en la imagen que transmiten y los problemas de seguridad que podrían producirse por estar visibles. La insuficiencia de los puntos de luz también es señalada por diferentes agrupaciones. El Ayuntamiento tiene en marcha un plan para renovar todo el alumbrado por uno más eficiente y que también supondrá un ahorro energético.