Felisa Álvarez, jefa de anestesiología del Chuac: «Somos imprescindibles para el buen funcionamiento del hospital»

Nuria Guillermo
Nuria Guillermo A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Felisa Álvarez lleva 32 años ejerciendo como anestesióloga en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac).
Felisa Álvarez lleva 32 años ejerciendo como anestesióloga en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). MARCOS MÍGUEZ

La doctora define el trabajo de los anestesiólogos como «atractivo» y «completo»

11 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Felisa Álvarez (Lugo, 1960) estudió Medicina en Santiago y lleva 32 años ejerciendo la profesión en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Actualmente, la doctora es jefa del servicio de anestesiología del hospital coruñés.

—¿Cómo es el día a día de un anestesiólogo en el Chuac?

—El día a día es muy diferente dependiendo del trabajo que haga cada médico. Somos una gran especialidad y abarcamos al paciente desde muchísimos puntos diferentes en todo el proceso asistencial. Somos los médicos de toda la medicina perioperatoria. Vemos al paciente antes de la intervención quirúrgica, lo mantenemos durante toda la intervención en una situación estable, dormido y sin dolor hasta que termina el proceso quirúrgico. Además, estamos en el posoperatorio. También sedamos y anestesiamos a muchos pacientes fuera de quirófano. Hoy en día, hay cirugías menos agresivas y mucha revolución tecnológica que necesita de nuestra colaboración. A todos estos pacientes después los cuidamos en nuestras ucis de anestesia posquirúrgica y en las unidades de recuperación todo el tiempo que haga falta hasta que el paciente esté estable y pueda volver a la planta. Además, somos los médicos de la unidad de dolor crónico. Dependiendo del sitio en el que esté, un anestesiólogo va a hacer un tipo de actividad u otra. Somos una especialidad muy completa y bonita porque abarcamos muchas cosas.

—En las cirugías, especialmente en las programadas, hacen también un preoperatorio con los pacientes.

—Sí, como somos los médicos de la cirugía perioperatoria, estamos presentes en todo lo relacionado con la intervención. Vemos a los pacientes antes de la intervención quirúrgica en nuestra consulta, para que lleguen a ella en las mejores condiciones posibles y puedan superarla con éxito. En eso consiste nuestra consulta, en la preparación del paciente y en darle seguridad en el proceso. Hoy en día, hay mucha población envejecida, con muchas patologías, que tienen que llegar a una intervención quirúrgica en las mejores condiciones posibles.

—Tienen un papel fundamental, sin anestesiólogos hay muchos procedimientos que no se pueden llevar a cabo.

—Yo considero que somos imprescindibles para el buen funcionamiento de la máquina hospitalaria. Somos un servicio central que da asistencia a muchos otros servicios. Nos llaman de una resonancia para dormir a un bebé para poder hacerle una prueba; vamos a radiología vascular a sedar a un paciente para un proceso diagnóstico, terapéutico o intervencionista; hacemos todas las endoscopias y las colonoscopias… Tenemos un papel muy amplio, y creo que muy decisivo en el hospital.

—¿Es una especialidad con alta demanda entre los nuevos médicos?

—Está muy demandada. Este año, fue una de las primera especialidades en completarse cuando llegó el momento de elegir. Siempre tenemos residentes y este centro, en concreto, está muy demandado. Es un hospital atractivo porque tenemos la posibilidad de formar en muchos ámbitos. Pero la especialidad por sí misma ya es atractiva, porque somos imprescindibles en todos los hospitales, por lo que siempre hay demanda de trabajo. Cuando un residente acaba, sabe que va a tener trabajo asegurado porque hacen falta especialistas de todos los tipos, pero anestesiólogos indudablemente.

—¿A los pacientes les asusta someterse a una anestesia o, al estar informados, se muestran tranquilos?

—Yo creo que cada vez se va teniendo menos miedo porque tenemos unos estándares de calidad y de seguridad que son impresionantes. Hoy en día casi nadie muere en el quirófano, son un 0,0009 % de los casos, y suelen ser por reacciones alérgicas o algún problema que surge en la intervención, pero no por la anestesia. A los pacientes les damos información sobre qué tipo de cirugía vamos a hacer y les ofrecemos la opción de que pregunten. Hoy en día, con los productos que utilizamos y la monitorización exhaustiva de los pacientes, no creo que nadie tenga que tenerle medio a la anestesia.

«En el hospital convivimos con el covid todos los días en nuestro trabajo habitual»

Felisa Álvarez conoce de primera mano cómo se vivió la llegada del covid al hospital y el papel que jugaron los anestesiólogos durante la pandemia.

—A raíz de la pandemia, muchas operaciones programadas tuvieron que posponerse. ¿Saben cómo van a reorganizar estos procedimientos?

—Durante la pandemia, los anestesistas hemos tratado a pacientes críticos, hemos transformado nuestras unidades en unidades covid y hemos trabajado muy duro, ayudando en neumología y en la uci. Hemos estado muy implicados. Poco a poco vamos volviendo a la normalidad. Durante los últimos meses, nos hemos comprometido mucho en darle una respuesta a la sociedad a todo lo que hemos dejado de hacer durante el covid. Las direcciones [de los hospitales] tienen planes de choque brutales. Todo va a depender de cómo vaya avanzando la pandemia y lo que no nos coma de recursos materiales para que podamos dedicarlos a la cirugía programada. De todas maneras, en los últimos meses se ha hecho mucha cirugía, pero había muchas atrasadas. Tenemos que ir gestionando poco a poco esas listas de espera.

—¿Cómo está la situación en el Chuac actualmente respecto al covid?

—Hay bastantes pacientes ingresados en planta, pero muchísimos menos en la unidad de críticos. Nosotros ahora operamos todos los días a pacientes con covid, porque a los enfermos graves que tienen covid hay que operarlos. Estamos conviviendo con el coronavirus todos los días en nuestro trabajado habitual. Con las precauciones y las medidas que hay que tomar, tanto en quirófano como en posoperatorio, pero convivimos con el virus.