Primer día con la veda de la nécora abierta en la plaza de Lugo

CARLA VARELA CASADO / R. D. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Capturas escasas y pocos clientes en la vuelta del crustáceo al mercado después de casi seis meses de parón extractivo

03 jul 2022 . Actualizado a las 09:50 h.

Un sábado por la mañana en la plaza de Lugo, en pleno centro de A Coruña, uno espera que no se pueda ni caminar, que las filas para ser atendido en cada puesto sean eternas y que haya tanto ruido que sea obligado acercarse todo lo posible a la persona que atiende para poder ser escuchado. Sin embargo, este no era el ambiente que se respiraba hoy en este céntrico mercado, primer día con la veda de la nécora abierta.  «El ambiente está parado a pesar de haberse abierto la nécora y la cigala», lamentaba una  de las vendedoras, Inés. Como ella, muchos comerciantes opinan que los mercados «en verano son diferentes».

Desde Mariscos Mari Carmen Parga afirmaban que «se nota que todo está más caro y la gente no compra tanto». «A estas alturas, un sábado no cogías aquí y hoy te puedes mover sin ningún problema», lamentaban. También en  Pescados Rabina comentaban que aún costaba «arrancar». Pero no solo la crisis explica la falta de clientela. Existe alguna razón más para las ausencias: con el sol, la gente se aleja de la ciudad. Además de vaciar las plazas, el tirón de la playa y las vacaciones tiene una consecuencia a mayores y si habitualmente la mercancía capturada en otros puertos, como Malpica, acostumbra a venir directamente para A Coruña, con el aumento del turismo estival los productos ya no salen de sus puntos de origen. 

Pero si los coruñeses faltaron a su cita por  la playa, a la ciudad llegan turistas que no se quieren perder cómo se trabaja en los mercados gallegos y el género que se ofrece, «Vengo para disfrutar del espectáculo», definía una turista francesa. Que vengan visitantes siempre es algo positivo para la economía, coincidían los vendedores, aunque también advierten que muchos de ellos no entran en el mercado con la intención de comprar los productos frescos, sino para pasear y observar el curioso ambiente que caracteriza a este tipo de sitios.

 Con la llegada de julio, una de las reinas del marisco gallego, la nécora, recuperó esta mañana su lugar en las bandejas de los puestos. Desde el 5 de enero, fecha en la que se cerró la veda, no se veía al crustáceo de la ría de A Coruña en ningún mercado de la ciudad. Hoy en la plaza de Lugo volvieron a estar disponibles para los clientes que llevaban esperando casi seis meses. Aunque muchos no sabían que era precisamente este sábado cuando se reabría la extracción y no pocos se  llevaron una sorpresa en el escaparate más popular de los productos del mar. No por desconocimiento se vendió en menor cantidad y puestos como el de Gonzalo (Mariscos Abaz) habían despachado ya prácticamente todo su género cuando ni siquiera habían dado las doce del mediodía. Bien es cierto que no era mucha la cantidad, unos doce kilos, ya que, según explicó Inés, el Nordés de madrugada no ayudó a su captura, que fue más bien escasa. De la de tamaño grande, por ejemplo, consiguieron llenar cuatro cajas (unos veinte kilos). 

 Entre pedido y pedido, en otro puesto, el de Inés, los clientes observaban y escuchaban. Uno de ellos se preguntó en voz alta cómo era posible que hubiese nécoras  de Galicia a la venta si la veda se abría precisamente hoy. «Esta plaza está llena de ilegalidad», bromeó una de las vendedoras. Disponían de la mercancía porque la extracción estaba permitida desde la medianoche, de modo que algunos mariscadores no dudaron en ir a capturarlas para ser los primeros en hacerlas llegar al mercado.  

Menos sorpresa produjeron los precios con los que se encontraron los clientes. Las más pequeñas rondaban los veinte euros y las más grandes llegaron a los cincuenta, una tarifa que, según  los comerciantes, no fue especialmente elevada.

Las cigalas no se quedaron atrás en cuanto a coste. Después de varios años con la veda cerrada, estos días se pudo pescar y, por tanto, ofrecer al consumidor. La gente se animaba a comprarla y es que había bastante más cantidad que de nécoras.

Pese a las quejas de los clientes, los placeros sostienen que los precios se mantienen con respecto a años anteriores. ¿La gente se lo puede permitir? Varios habituales de la plaza de Lugo afirmaban esta mañana que pescado y marisco están demasiado caros, aunque otros valoraban que «cartera hay, el problema es que la gente tiene miedo por lo que pueda pasar», valoraba una vendedora.